Wednesday 1 de May, 2024

POLíTICA | 03-10-2023 16:11

Cristina Kirchner en campaña: ¿Suma o resta?

Sus últimas apariciones públicas generaron recelos en el massismo. Su rol en el armado del "plan platita" y la tormenta judicial que enfrenta. Debut en Tik Tok.

La pregunta era recurrente en los equipos de campaña que monitorean los vaivenes de la política y las reacciones sociales. ¿Qué pasaría cuando Cristina Kirchner reapareciera públicamente? La respuesta sorprendió luego de que el sábado 23 la vicepresidenta fuese la protagonista de un acto académico: pasó poco. Casi nada.

Lejos de la estelaridad de otros tiempos, Cristina no logró mover la aguja de la opinión pública a pesar de haberse mantenido en el ostracismo durante un par de meses. Arremetió contra Javier Milei y se mostró irónica con Juntos por el Cambio. Pero sus disparos mediáticos ya no generan los daños de antes. La evidencia está en que las redes sociales la ubicaron apenas por un momento como la palabra más repetida de Argentina. Algunos minutos después de su alocución, ni siquiera entraba en el top ten de los hashtag del momento: la primera decena de nombres estaba colmada de jugadores de Boca, que se enfrentaba a la misma hora con Lanús.

Su presencia en la campaña, entonces, ¿suma o resta? Así como es innegable que ayuda a traccionar el voto de la militancia K, en el massismo evalúan que, en paralelo, la reaparición de CFK también espanta al electorado independiente. “Estábamos bien sin ella”, se sinceran en voz baja en el búnker oficialista, donde crecen los recelos por el nuevo protagonismo de la jefa.

Cristina reapareció, además, en medio de una ola de decisiones judiciales que le preocupan. A esta altura tiene que pensar, además, qué va a suceder cuando vuelva al llano con las causas judiciales que aún siguen abiertas. Por eso es que también apoya a Sergio Massa. Para garantizarse que los próximos años no resulten tan complicados como imagina que pueden ser.

Campaña.

Sin estridencias, Cristina mostró su apoyo a Massa en su reaparición pública. “Reconozco al ministro de Economía haberle dicho a la sociedad la verdad del FMI, gran decisión”, le dijo. En el búnker del candidato oficialista no esperaban mucho más.

Su última aparición, antes de la charla del sábado 23, había sido con Massa, en la presentación de un simulador de vuelos de Aerolíneas, hace dos meses. A pesar de estar en funciones, todavía, la vice prefiere jugar al silencio.

Tampoco es que el equipo de campaña del ministro le pidió mucho más. Antes de que decidiera hablar en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo, le habían sugerido que grabe unos videos para reforzar la candidatura de Massa en los sectores más bajos, esos que en las últimas décadas abrazaron al kirchnerismo y que en las PASO optaron por Milei. A un mes de las elecciones, la idea aún no se materializó.

La reaparición en el acto vino acompañada de su primera cuenta en Tik Tok, la red social de los jóvenes, a la que la política empezó a prestarle atención después de la irrupción de Milei. En sus primeros días, todavía no alcanzó los 100 mil seguidores: lejos del millón y medio de usuarios que tiene el candidato libertario.

La primera que se aventuró a pensar a Cristina en un posible gobierno de Massa fue la albertista Vilma Ibarra. “Ella no es candidata y no va a ser funcionaria en el próximo gobierno, en principio”, dijo en una entrevista con Carlos Pagni. Y completó: “Me parece que es una dirigente relevante para un sector importante de Unión por la Patria. Seguirá ejerciendo ese liderazgo con el diálogo que corresponda”.

Para la secretaria de Legal y Técnica del Presidente, el estilo confrontativo de Cristina no tendrá demasiado lugar en el hipotético gobierno de Massa. “Tengo la impresión de que Sergio es el inicio de una nueva etapa. Propone grandes acuerdos políticos. Es razonable, no insulta, no grita”, enumeró. Las críticas eran hacia afuera, pero también hacia adentro del partido.

A pesar de que es ministro desde hace más de un año, Massa también intenta desligarse de la gestión actual. El operativo para despegarse del Gobierno se vio en un Tik Tok que se hizo viral: el candidato atrapa un paquete que le tiran y hace gala de sus aptitudes como arquero. “Es que me hicieron atajar cada quilombo este último tiempo”, concluye divertido mirando a cámara.

Tras la reaparición pública de Cristina, el candidato le habló para agradecerle por los elogios. De hecho, el ministro le reconoce la autoría intelectual del “plan platita” que viene llevando a cabo: fue ella quien le sugirió que una campaña no se hacía con ajuste, sino con bonos, créditos y demás. Pero en el búnker oficialista cuidan que la vice no tenga vía libre: es que el concepto que desarrolla Massa es el de la “unidad nacional”. Y cada vez que ella habla, se reabre la grieta.

Golpes.

En medio de la campaña, una ola de decisiones judiciales volvió a preocupar a Cristina. Se reabrieron causas que, a esta altura, ella consideraba cerradas, y ahora teme lo que pueda suceder una vez que esté en el llano.

Por eso, en su última aparición asoció su situación judicial al fallido atentado que sufrió un año atrás. “Los que pensaron que me van a quebrar no me conocen”, le dijo a la militancia tras el acto. Y cerró: “Muerta o presa, no me importa, pero no me voy a callar nunca”.

Sin la jueza Ana María Figueroa, la Cámara de Casación revocó los sobreseimientos que había conseguido la vice en primera instancia en la causa Hotesur-Los Sauces y en el Memorándum con Irán. Un solo dato la tranquilizó: en el expediente que investiga los hoteles familiares de los Kirchner, su hija Florencia quedó fuera de las pesquisas.

Cristina, de todas maneras, se las arregló para ir al cruce con la Corte Suprema, una vez más. Es que el jueves 28 incluyó en el orden del día del Senado la aprobación del pliego de la jueza Figueroa, para que siga en su cargo de Casación a pesar de haber cumplido los 75 años y logró los votos necesarios. Eso, desafiando al máximo tribunal de Justicia que ya se expidió sobre el asunto, a principio de septiembre, cuando jubiló a la magistrada preferida de CFK. El choque de poderes es inminente.

Condenada por la causa Vialidad, la situación judicial de Cristina sigue siendo su talón de Aquiles. Por eso, la oposición volvió a poner el foco en la vice: Patricia Bullrich hizo un spot de campaña prometiendo que, en caso de acceder a la presidencia, hará una cárcel de máxima seguridad que llamará Doctora Fernández de Kirchner.

En una entrevista, incluso, le preguntaron si la vice podría ir presa en el penal que llevaría su nombre. Sin reparar en la edad de Cristina y en que, en todo caso, le correspondería cumplir su condena con una domiciliaria, la candidata de Juntos por el Cambio se prestó al juego: “¿Por qué no?”, sugirió en Radio Metro. Y completó: “¿Cuál es el problema? Si la Justicia decide que vaya a una cárcel irá a una cárcel”.

En la recta final, los candidatos de la oposición recurrieron a los argumentos contra el kirchnerismo como eslóganes de campaña. De hecho, entre Bullrich y Milei se provocan con quién está más cerca del Gobierno. Ese clima tan marcadamente anti K preocupa a Cristina tanto como las últimas decisiones de la Justicia. Le teme al llano.

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Carlos Claá

Carlos Claá

Periodista político

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