Victoria Montenegro se acomoda en su despacho y cuenta que está por cumplir 20 años. Pero no va a recordar su aniversario biológico -pasó los 44 eneros, los mismos que transcurrieron desde la última dictadura militar- sino que va a celebrar las dos décadas desde que descubrió que no era María Sol Tetzlaff, la hija de Herman, un coronel del Ejército. Es que, en el año 2000, se confirmó la verdadera identidad de la legisladora porteña del oficialismo: era hija de Roque e Hilda Torres, dos militantes del ERP. Ella tenía tan sólo 13 días de vida cuando un grupo de tareas, comandado por el militar que luego la criaría, desapareció a sus padres y la secuestró. Era 1976. Esa historia tremebunda, que incluso se tornaría aún más oscura por una infancia repleta de hechos de violencia infantil, ahora está contada en un libro que acaba de publicar Editorial Marea: “Hasta ser Victoria”. NOTICIAS: ¿Cuál es el objetivo del libro?
Victoria Montenegro: Sumar a la memoria y convocar a los que tengan dudas sobre su identidad. También es un ámbito para compartir temas muy complejos. Por ejemplo, el vínculo con los apropiadores, algo que siempre surge con los nietos: hay una lectura de que está todo bien o todo mal y en el medio no pasa nada. Y en el medio suceden cosas, contradicciones, una vida que no elegiste pero que se te impuso y transitaste. En mi caso, la formación ideológica que me impuso mi apropiador generaba que no pueda ni siquiera dimensionar que había vida en el otro “bando”. Cuando uno recupera su identidad, toda su historia se desmorona y hay un punto en el que uno tiene que elegir cómo sigue. ¿Cómo ordenás todo eso? ¿Cómo rompés esos vínculos sin romperte a vos misma y sin romper todo lo que amás? Yo tenía tres hijos y un esposo cuando me enteré la verdad. Los que transitamos esos momentos difíciles intentamos que esa experiencia sirva para que a otros les cueste un poco menos.
Noticias: ¿En la reconstrucción de su propio pasado, que hizo para el libro, le pasó de encontrar algo distinto en su propia historia o ver algo de otra manera?
Montenegro: Algo que me pasó y me pasa es preguntarse cómo uno pudo naturalizar tanto horror. Lo veo hoy, siendo abuela. Temas como la violencia de mi apropiadora, y te pasa que después te ponés a pensar y decís “ni siquiera era mi mamá”. Es injusta esa violencia para un niño, y encima ni era mi mamá. Es más doloroso que sólo el dolor del golpe. Quizás lo que más me movilizó es pensar en mi bebé nieto creciendo en los brazos de otra persona que se haga pasar por su abuela. Yo cuando tuve mis hijos era María Sol, ya había una causa pero para mí era un tema político. Yo creía que no existían personas desaparecidas, que sólo era un tema político. Estaba convencida de que todos los “desaparecidos” estaban en Europa, odiaba a las Madres profundamente, tenía solo insulto para ellas. Imagínate eso en el proceso de recuperar la identidad. Entonces cuando pensás en mi abuela, en ser abuela, en las abuelas, en mi bebé, y pensarlo en otros brazos es algo que no te entra en la cabeza. Eso fue lo que más me movilizó entre otras cosas.
Noticias: ¿Llegó a tener una charla franca con sus apropiadores?
Montenegro: Con mi apropiador tuve una charla en la que me dice que efectivamente él había sido el jefe del operativo, me da el nombre de guerra de mi abuela, me dice que ella se le había escapado un montón de tiempo y que mis padres mueren en el operativo, en un enfrentamiento. De mi parte le charla fue franca, de él no: mis padres, al menos mi papá, no murieron esa misma noche. Pero yo era María Sol, todo esto que hoy puedo pensar en cuanto a la importancia de la verdad de mi historia y de mis orígenes no existía. Me habían formateado desde ese lugar, mi papá era el bueno. Crecí admirando a un papá que mide dos metros, pesa 150 kilos y al que todo el mundo le hace la venia. Crecí pensando que venía Dios, San Martín y después mi papá, mi apropiador. Entonces, hacerte cargo que esa historia que te habían contado no era real es algo que te lleva mucho tiempo, y los sentimientos son muy difícil de manejar: uno necesita creer que la culpa es del otro. Durante la causa yo pensaba que era un armado de “estas señoras”, que ahora se acordaron que tienen hijos. Las odiaba. A mi verdadera familia la primera vez que los vi los maltraté de una manera tremenda, y los querés odiar por todo, pero no podés. Y no está en tu naturaleza: no es que yo era una mala persona, creo que tengo buena madera, pero me han formateado de determinada forma que creía que estaba en el lado de los buenos. Darme cuenta de eso me costó muchísimo.
Noticias: ¿María Sol era buena persona o no?
Montenegro: Estaba confundida, no dimensionaba lo que hacía. Un ejemplo: iba a ver a mis tíos los primeros años y me preguntaban, ponele, “¿conocés Córdoba?” y yo les decía “sí, fui con mi papá”. Me había llevado Herman, que para mí era mi papá. Y yo no me daba cuenta que a mis tías les dolía porque mi papa era su hermano y eso les dolía, porque me habían buscado cada día de su vida. No podía identificar el daño que hacía, pero no lo hacía a propósito. Hacía lo que podía.
Noticias: ¿Qué le quedó de María Sol?
Montenegro: Quizás la experiencia de haber transitado momentos muy difíciles y aprender a resistir ante eso. Pero no sé cuánto es de Victoria y cuanto de María Sol.
Noticias: ¿Qué sensación le quedó para con las Fuerzas Armadas? Hoy, con el trabajo que hacen durante la pandemia, algunos la observan desde otro costado.
Montenegro: Yo crecí amando eso, crecí en el cuartel. Después cuando te enterás del rol de las Fuerzas Armadas en la desaparición de personas, en la desaparición de tus padres, en el tormento, hay un momento en el que uno siente dolor, una gran decepción. También asume una responsabilidad con respecto al futuro. Hoy los chicos jóvenes de las Fuerzas no tienen nada que ver con esa historia, y hay que fortalecer las instituciones de la Patria. Eso se hace con un Estado presente y una Justicia que condene los delitos de lesa humanidad.
Noticias: En la pandemia varios represores detenidos solicitaron la prisión domiciliaria. Según HIJOS a 40 se la dieron. ¿Cómo le cae?
Montenegro: Los organismos de derechos humanos manifestaron que la pandemia no sea una excusa para que aquellas personas que cometieron delitos de lesa humanidad, o delitos sexuales, o femicidios, utilicen al Covid para tener un beneficio. Estamos atentos. Hay excepciones, hay personas que efectivamente tienen casos de salud muy graves y en esos casos fuimos respetuosos y en otros casos creemos que no es así y estamos atrás de esos casos. Tienen que estar en la cárcel común, porque hicieron delitos muy graves. No sólo nos hicieron daño directo a las víctimas, o a la sociedad argentina, sino a la humanidad entera. Hay algo que a mí me impresiona mucho: muchos represores se mueren sin decir dónde están los restos de nuestros padres o donde están los bebés que seguimos buscando. Hay como una cuestión de camaradería, de no romper ese pacto. Son personas ya condenadas, con cadenas perpetuas, ¿Cómo puede ser que no te movilice? A mí me paso brevemente como María Sol: es creer que del otro lado no hay vida, que lo otro no existe, no es el otro, es “lo” otro, una pared.
Noticias: ¿Qué le pasaba a usted cuando se cantaba “Macri es la dictadura”?
Montenegro: Hay un tema que tenemos adelante en términos de la dictadura militar. Durante muchos años estuve convencida que no había desaparecidos, y después la dictadura pasó a ser, para mí, los 30 mil desaparecidos y los 500 bebés. Cuando empecé a trabajar en el ministerio de Desarrollo Social empecé a entender mucho más. Es que hay una cuestión de fondos, que nunca llegamos a discutir porque es la que está más invisibilizada: la cuestión económica. A mí me causa más temor que las botas los que calcularon fríamente cuantos tenían que desaparecer, que se escondieron, que no rindieron cuentas a la Justicia, que organizaron económicamente el plan, que se quedaron con las ganancias, que nos endeudaron. Cuando vos asocias esa cuestión, no a la persona –te puedo decir que Macri es él que negó los 30 mil desaparecidos, o el responsable del 2x1- hay muchas cosas que asocian ideológicamente a la impunidad con el gobierno de Macri, pero la cuestión de fondo es la económica. Cuando tenés un gobierno que toma deuda, que perjudica los derechos del pueblo, que favorece a las minorías, ponés sobre la mesa lo que fue la dictadura –corriendo la desaparición de personas, que no es menor- y en términos de economía hay una línea. Hay una cuestión que por supuesto es dolorosa, que es la que más nos interpeló, que es que Macri llega por los votos de la gente.
Noticias: ¿Ve el mismo plan económico entre Macri y la dictadura?
Montenegro: Sí, por supuesto.
AL FRENTE. Luego de recuperar su identidad, Montenegro se sumó a la causa de las Abuelas. En ese trajín entablaría relación con Alicia Kirchner, que la sumaría al Ministerio de Desarrollo Social que entonces comandaba. “Aprendí mucho de ella”, cuenta Montenegro, hoy vicepresidenta de Kolina, el partido de la gobernadora de Santa Cruz. En esas filas se volvió a cruzar a un viejo conocido: Horacio Pietragalla, actual secretario de Derechos Humanos, que también fue apropiado por Tetzlaff. Su “hermano”. El represor entregó al bebé, que creció como César, a la mujer que trabajaba en su casa. Se crió con Victoria y mantienen una gran relación: incluso escribió el prólogo del libro.
Noticias: En el libro es muy interesante el recorrido que hace sobre la validez de las contradicciones, que no todo es blanco o negro. ¿Lo aplica en la política porteña?
Montenegro: Trato de ser una persona genuina. Me hago cargo de muchas contradicciones, pero tengo muy en claro que soy parte de algo mucho más grande, la causa de las Abuelas. En la política también soy parte de un proyecto político que tiene ideales muy claros. En el medio soy respetuosa de lo que eligieron los porteños, y yo tengo que trabajar con todos, siendo respetuosos en la diferencia.
Noticias: ¿Cambió la imagen que tiene sobre Larreta o piensa igual?
Montenegro: Pienso que hay una enorme responsabilidad que tienen Alberto y el Jefe de Gobierno, que es enfrentar a una pandemia. No hay nada más importante que eso, nada es más importante que la vida. Quienes tienen esa responsabilidad está actuando con mucha madurez. Después hay discusiones políticas y de fondo, como la ley de emergencia económica que no vamos a acompañar: no le vamos a dar superpoderes a Larreta o aprobar la compra de material antidisturbios. Y ahí no hay contradicción.
Noticias: Me da la duda si el Frente de Todos porteño lo ve distinto a Larreta de cómo se lo ve en Olivos, cómo lo ve Alberto.
Montenegro: Todos los vemos de la misma forma. El problema no es que no gestione o no trabaje, el problema es que la Ciudad es muy injusta y eso el Presidente lo sabe. Ya se murieron (ndR: al momento de la entrevista) tres dirigentes de los barrios de la 31, y son situaciones que venimos denunciando hace mucho tiempo. Hay cuestiones en la que no vamos a estar de acuerdo: cuando para vos la educación o la salud es un gasto tenemos un problema.
Noticias: No comparte la teoría, por ejemplo, que le dijo Sergio Massa a Perfil, que Larreta es distinto a Macri.
Montenegro: No es por las personas, el problema es el proyecto político, que es el mismo.
Noticias: No es lo que diría el Presidente de la cámara de Diputados.
Montenegro: El tendrá su opinión, yo tengo la mía. Si haces una radiografía es la misma. La discusión no es la persona o las personas, sino el proyecto político que defienden. Es cierto que Larreta tiene mucha más presencia en cuanto al trabajo y a la recorrida que la que tuvo Macri, pero la cuestión de fondo es la misma. ¿Cuál es la diferencia?
Noticias: ¿Hay internas en el Gobierno?
Montenegro: No, son diferencia de posiciones. Venimos de ámbitos y recorridos distintos, y cada uno desde su posición plantea lo que cree mejor, pero siempre teniendo en cuenta que lo más importante es recuperar a la Argentina para nuestro proyecto, por la unidad del peronismo.
Noticias: ¿Qué le pareció el impulso que le dio la secretaría de Derechos Humanos que conduce Pietragalla a la prisión domiciliaria de Ricardo Jaime?
Montenegro: Es una decisión del Ejecutivo, no sería respetuosa de su trabajo y del mío si me pongo a analizar lo que hace. Entiendo que lo que Horacio hace desde su lugar es para trabajar por los Derechos Humanos.
Noticias: ¿Pero no habló con él?
Montenegro: Soy respetuosa de la autoridad del Secretario. Y desde que es secretario casi ni nos vemos, por la cantidad de trabajo que tiene y tengo.
Comentarios