★★★★ Lo define muy bien su conductor, el joven chef salteño Tupac Guantay, en la presentación de cada uno de los episodios: “La empanada es sencilla. En una masa cabe todo tipo de relleno; pueden ser carnes, verduras, o dulces; las doblas, las cocinas y listo. Y son tan fáciles de transportar que las podés comer en cualquier lado”. Sin duda, se encuentra entre los platos más tradicionales de nuestro país. Algo que él también sabe, ya que, siguiendo los pasos de su abuela materna, una gran cocinera que hacía suculentas comidas con productos del norte argentino, decidió estudiar cocina en su Salta natal para profesionalizarse. Luego se trasladó a trabajar en la Costa, Neuquén, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y, finalmente, volver a su ciudad para abrir su propio restaurante.
Atraído por estos antecedentes, El Gourmet lo convocó para recorrer las provincias argentinas en busca de las mejores recetas para cocinarlas. Guiado por semejante objetivo, en esta serie compuesta por ocho capítulos, Guantay nos permite conocer distintos tipos de rellenos, cocciones, variedades de repulgues y, sobre todo, esas personas tan especiales que las preparan: los maestros de la empanada. De ahí el elocuente título.
Este es entonces, uno de los principales aspectos a destacar del flamante ciclo: su visión federal, realmente desde adentro; algo que, en general, está muy relegado en la televisión nacional, dominada por la mirada centrípeta porteña. Tal vez sea la razón para que resulten impactantes las tomas áreas de bellísimos paisajes o ver cómo la figura del longilíneo cocinero se recorta en los valles, pueblos o al recorrer sembrados. Además, el irresistible encanto de su tonada y la de la mayoría de sus entrevistados suman un particular atractivo.
Enhorabuena, Tupac no invade a sus interlocutores con la verborragia apabullante de alguno de sus colegas; por el contrario, sabe escuchar con atención y respetar los tiempos sosegados de esos compatriotas, algunos de los cuales, le abren las puertas de sus casas con verdadera generosidad.
Al mismo tiempo, el envío cuenta con una excelente edición y podemos ver al juvenil presentador en diversas geografías y tiempos estacionales. Por ejemplo, en el segundo capítulo se trasladó al pueblo de Seclantás, en territorio salteño, donde Pío, preparó y cocinó empanadas en un horno de barro. En Faimallá, Tucumán, lo recibió Estela Pachado, quien cocinó las de mondongo. Finalmente, visitó la ciudad de Mercedes, en provincia de Buenos Aires, para ver cómo hacen las de campo. Consejo: ¡no se lo pierda!
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