***“Olvidaba que, en todo combate entre fanatismo y sentido común, pocas veces logra este último imponerse” reflexiona Marguerite Yourcenar en sus “Memorias de Adriano”. La frase viene a la memoria al recordar el programa político “678”, que se transmitió por el canal estatal de 2009 a 2015.
A cargo de la productora privada perteneciente a Diego Gvirtz, el envío reunía intransigentes voces periodísticas, aunadas en la acérrima defensa del entonces partido gobernante, y descalificaban cualquier opinión que lo cuestionara.
De ahí, quizás, resultan memorables el paso de algunos invitados: cuando la intelectual y ensayista Beatriz Sarlo le dijo al periodista Osvaldo Barone: “¡Conmigo no, Barone!”, al intentar él vincularla con el Grupo Clarín. También el del británico Robert Cox, ex director del Buenos Aires Herald, durante la última dictadura militar, a la que desafió desde sus páginas, al recordarles la independencia, en todo sentido, de la BBC inglesa, con respecto al gobierno de turno.
Salvo por sus noticieros y columnistas, la TV Pública se mantuvo alejada del análisis de la actualidad, reducido, durante la gestión de Cambiemos, sólo al ciclo dominical “Ronda de editores”. Loable es entonces el reciente debut, en noviembre pasado, de “Desiguales”, que lideran con solvencia Luli Trujillo y Pablo Caruso los lunes, a las 22. “Una nueva propuesta para reflexionar sobre el presente, profundizando el análisis de temas e ideas con una mirada amplia”, según expresa con anhelo la gacetilla de la señal, dirigida por Eliseo Álvarez, bajo la órbita de Rosario Lufrano.
En el primer programa, los invitados fueron la licenciada en ciencias políticas, empresaria y ex funcionaria del gobierno anterior Carolina Castro, actual dirigente de la UIA, y el padre Pepe Di Paola, principal referente de los curas villeros. Quedó evidente la bienvenida necesidad de debatir, en serio y sin estridencia, los problemas que nos aquejan, a través del diálogo de personas provenientes de ámbitos diferentes.
En las siguientes emisiones, el tono oficialista se escuchó vehemente con las participaciones de Victoria Donda, titular del INADI, y Gabriela Cerruti, legisladora porteña del Frente de Todos. Finalmente, suenan excesivas las extensas, intrincadas y sentenciosas reflexiones del omnipresente filósofo Darío Sztajnszrajber.
Se sabe, en el periodismo hay que dejar a un lado las ideas políticas propias. Se puede opinar, claro está, pero sin distorsionar la información. Aquí está el desafío que el ciclo, la producción y los conductores deben superar. Están a tiempo.
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