**** Al encarar una receta de comida, para lograr un sabroso resultado, hay que tener los mejores productos posibles. Enhorabuena, la franquicia televisiva “MasterChef”, una aceitada competencia culinaria que triunfa en más de 40 países, incluido el nuestro, los reúne de sobra.
La primera versión con figuras populares (de ahí el título “Celebrity”) cuenta con la dúctil conducción del carismático Santiago del Moro, al que sólo cabe reprocharle una excesiva insistencia en hincar el diente cuando aparece una genuina emoción entre los contendientes. Pero lo que más impacta es la deslumbrante producción: en un vasto y bello espacio escenográfico conviven, con suficiente distancia entre sí, ocho equipadas mesadas y hornallas, un atiborrado mercado, estanterías con variadas vajillas, amplias tarimas para jurado y conductor, y hasta un bar con mesas.
Sin embargo, los principales ingredientes son otros. Por empezar, un jurado de chefs que, dados sus antecedentes, integran una suerte de santísima trinidad de la gastronomía. Aunque, curiosamente, no incluye ninguna mujer entre sus miembros. Lo conforman el contemporizador y simpático italiano Donato de Santis, probado especialista en pastas y pizzas; el experimentado pastelero y adiestrado observador Damián Betular; y uno de los más destacados chefs a nivel internacional, Germán Martitegui. Tan seductor y corpulento como implacable y certero, su incisiva mirada y precisas devoluciones aportan consejos útiles, incluso para la vida misma.
Luego, los rostros conocidos que aún siguen en carrera reúnen a Patricia Sosa, Boy Olmi, Iliana Calabró, Roberto Moldavsky, el ex futbolista Claudio “Turco” García, entre otros, quienes suman bienvenida franqueza y genuina espontaneidad.
Si, además, cada programa está aderezado con un poco de humor, una pizca de rivalidad, mucho de nervio y una cucharada de tensión, más los entrañables recuerdos que cualquiera de nosotros poseemos asociados a formas, colores y sabores de la comida hogareña, el resultado inmediato sólo puede ser el disfrute. Es que, en conjunto, logran un atractivo y dinámico plato de entretenimiento que, noche tras noche, el público consume con avidez, lo que se refleja en un elevado rating y hace paladear el rotundo éxito.
Lamentablemente, a pesar de los visibles cuidados sanitarios, el reality fue golpeado por casos de coronavirus: Ezequiel “el Polaco” Cwirkaluk y Vicky Xipolitakis dieron positivo. Sin bien aún tienen programas grabados, Natalie Pérez y Christian Sancho reemplazarán a ambos hasta que se recuperen y puedan regresar. Ojalá sea pronto.
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