★★★ Una de las grandes tendencias que atraviesa a la televisión mundial es generar una fórmula capaz de nuclear la fascinación por la década de los ochenta, las tramas con perspectiva de género y los thrillers dramáticos. Esta serie de ficción mexicana es un claro exponente de este estilo que, además, se anima a una apuesta mayor al sumar el relato latinoamericano entre sus condimentos. Aquí el argumento tiene como telón de fondo la preparación de las candidatas a Miss México y expone cómo detrás del glamour del certamen se esconden una cruda realidad y un mundo oscuro. Porque las concursantes competirán no solo por llevarse la corona, sino por salir con vida del certamen. Nada menos.
Cada domingo en bloque de dos episodios por noche, la propuesta en clave de thriller dramático, dirigida por la argentina Lucía Puenzo (“XXY”, “Wakolda”), producida por los chilenos Pablo Larraín (“No”, “Jackie”) y Juan de Dios Larraín, cuenta en sus ocho capítulos la historia de Concepción (Ilse Salas), ex reina de la belleza y ahora matriarca del concurso azteca más importante. Ella, junto a un equipo de expertos maquilladores, entrenadores e incluso cirujanos plásticos, recibe en su finca rural “La Encantada”, a las treinta y dos muchachas de ciudades y pueblos, que buscan convertirse en la ganadora del año 1989. Cada una de las concursantes trae consigo su pasado, así como la fantasía de convertirse en la nueva reina mexicana. Las chicas deberán someterse a un duro entrenamiento durante tres meses con el propósito de llegar a la final y alcanzar la preciada corona. Pero todo se complica cuando esa rutina rápidamente se convierte en una pesadilla al verse envueltas en hechos que amenazan con esclavizarlas y someterlas en una red de prostitución.
El envío, por un lado, hace una introspección sobre el lugar de la mujer en este tipo de competencias y cuestiona la noción de “belleza” cuando el poder se basa en las apariencias. También ofrece una narrativa muy fluida al contar la historia de sus protagonistas de forma individual y dándole a cada una de ellas un episodio que permite adentrarse en su experiencia actual y en su pasado. Así conocemos cómo vivían antes y, lo más importante, qué las empujó a presentarse en el encuentro.
En suma, las temáticas son la cosificación del cuerpo femenino, los patrones estéticos, y el acoso sexual. Resulta valioso, desde la óptica de hoy, recordar lo que éramos, como sociedad global, hace poco más de treinta años.
Comentarios