***Primero, lo importante. Al inicio de este envío semanal, que se emite por el Canal de la Ciudad, perteneciente a la órbita de la Secretaría de Medios del gobierno porteño, se lee y escucha lo siguiente: “Este programa está pensado para dar visibilidad y ayudar a la Casa del Teatro.
Se refiere al edificio que la soprano portuguesa Regina Pacini, esposa del entonces presidente argentino Marcelo Torcuato de Alvear, impulsó construir en 1927, en Avenida Santa Fe 1243, e inauguró en 1938; para albergue, manutención y asistencia médica de artistas de edad avanzada. Hoy, lamentablemente, la entidad enfrenta una millonaria deuda con la AFIP y necesita insumos básicos para afrontar la prolongada cuarentena.
Es en los ámbitos de su sala Regina, donde se graba “Siempre es Teatro”, un ciclo de entrevistas a cargo del director, docente escénico y coreógrafo Ricky Pashkus, con respaldo de Rimas Producciones, de la empresaria Florencia Masri y el mismo Pashkus, responsables de montar los musicales estadounidenses “A chorus line”, “Kinky boots”, y otros eventos.
Motivados por el loable objetivo, ya desfilaron algunas personalidades del ámbito del espectáculo como Julio Chávez, Fernando Dente, Natalia Oreiro o Juan Minujín (foto); y anuncian la participación de otras, desde el Puma Goyti hasta Benjamín Vicuña. Es que estas ediciones se estrenaron en junio pasado, por la plataforma online Plateanet y, desde julio, desembarcó en el citado canal.
Si bien Pashkus había incursionado en la televisión como jurado de realities de canto, alcanzó enorme popularidad cuando los medios lo titularon “el hombre que hizo llorar a Mauricio Macri”, en tanto creador de “Argentum”, el espectáculo que se ofreció en el Colón para representantes del G20. Verborrágico y gestual, toma las riendas de la conversación de forma cómoda y cuenta a su favor con invitados bien predispuestos. Las charlas resultan amenas y versan sobre el quehacer personal ligado a lo creativo; no avanzan más allá en prudente resguardo de la privacidad.
Sólo cabe reprocharle una fuerte debilidad que es la ausencia de recursos artísticos en la producción. Cuesta creer que, con la posibilidad de utilizar diferentes recintos de un teatro de principios del siglo XX, más las múltiples variantes que ofrece la edición digital, como voz en off, imágenes ilustrativas o mejores encuadres, se emita un producto visual limitado a un solo espacio.
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