*** 1/2 Fue el legendario Julio Lagos quien, entre 1972 y 1973, por el viejo Canal 7, inició el ciclo denominado “Trasnoche sin cortes”, justamente porque transcurría a lo largo de la madrugada. La duración total era de seis horas, de la 1 a la 7 de la mañana.
En diferentes etapas, siempre incluyó largometrajes y series; al principio también comentarios informativos de Horacio de Dios y humorísticos de Luis Landriscina; luego actuaciones de Jorge Luz, Cipe Lincosky y Antonio Gasalla, entre muchas otras figuras. Finalmente, se trasladó, en la misma franja horaria, a la pantalla de Canal 13.
Pero uno de los fenómenos que mejor lo definen fue el grado de participación que suscitó. Por ejemplo, Lagos leía la carta de un televidente y, al día siguiente, llegaba otra que contestaba al autor de la primera. Pionero en muchos sentidos, se llegó a polemizar desde problemas barriales hasta arte.
Desde hace un par de meses, la señal de noticias TN, recogió el guante y, con un matiz diferente, dedica dos de las primeras horas del sábado a esos espectadores noctámbulos deseosos de involucrarse. La fiesta de “El Pase” surgió entre los equipos nocturnos de “TN de noche” y el de “Re Despiertos”.
Ya va por su octava edición y en la actualidad resulta uno de los momentos más esperados por el público de trasnoche, más en estos días de cuarentena. Es que, a través de Zoom, una aplicación de videollamadas y reuniones virtuales, accesible a través de computadoras de escritorio o portátiles, teléfonos inteligentes y tablets, aquellos que deseen hacerlo se pueden sumar desde sus hogares con la consigna de bailar, disfrazarse o usar cotillón y entretenerse.
Bajo la buena dirección de Fernando Botto, eficaz producción ejecutiva de Damián Martino y Renzo Castro, la presencia del apasionado DJ Lucho Vecchio, la conducción divertida y entusiasta de Guido Martínez, Fernando Molinero, Eleonora Pérez Caressi, Franco Mercuriali, Javier Fabracci y Juan “Buti” Butvilofsky, en conjunto logran captar la atención de mucha audiencia en toda Argentina, países limítrofes y más allá. No en vano, cuentan con invitados como los Pimpinela o Patricia Sosa, y festejan cumpleaños.
En lo que por momentos bordea el caos visual y sonoro, las disimiles personalidades y estilos de estos periodistas se unifica en una bienvenida complicidad, donde “Buti” es el alma de la fiesta, según afirman los espectadores. Se puede comprobar con la perenne sonrisa y el derroche de energía que despliega este simpático cronista deportivo.
Comentarios