Irse de copas es un plan que cada vez tiene más sabor a tinto. Es que, la tendencia del “vino por copa” se instala cada vez más como una alternativa para el after office, aún en verano. “Desde mi punto de vista, la gente quiere aprender de vino y para eso, simplemente, hay que animarse a probar. En ese sentido, la tendencia del vino por copa es una oportunidad. Hoy en nuestro país hay una gran cantidad de proyectos que valen mucho la pena, no solo por el producto que ofrecen sino también por la historia que se esconde detrás de cada botella”, dice Nicolás Hartuk, fundador de Hache Almacén, una de las vinotecas que más convocan en la zona de Palermo.
“En los últimos cinco años aparecieron muchísimas propuestas de vinos con un estilo moderno, fresco, ligero, de cuerpo moderado y fáciles de tomar. Creo que eso favorece el consumo en momentos casuales, previos a una cena y hasta en menores medidas”, coincide Santiago Lombardi, uno de los dueños de Shout Bar. “El beneficio de la tendencia del vino por copa está dado por la posibilidad de degustar diferentes vinos de alta gama en pequeñas medidas, sin tener la necesidad de pagar el precio de una botella completa”, agrega Gabriela Vinocur, una de las fundadoras de Vico.
Tinto de verano
“La frecuencia de servicio que suelen tener los lugares que ofrecen la posibilidad de consumir vino por copa hace que no le dé tiempo al vino a perder sus cualidades”, asegura Sonia Baena, sommelier formada en el Centro Argentino de Vinos y Espirituosas (CAVE). “Hay bares que poseen dispenser de botella que, al trabajar permanentemente en vacío, hacen que la durabilidad del vino sea prolongada, con la posibilidad de ofrecer incluso etiquetas de alta gama, sin que pierdan su calidad en absoluto”, agrega. Tal es el caso de VICO: “Nuestro wine bar brinda la posibilidad a los consumidores de elegir entre más de 140 etiquetas, de distintos estilos, regiones, y segmentos de precios, exhibidos en 18 wine dispensers que mediante el uso de una chip card, permiten seleccionar el vino deseado, en algunas de las 3 medidas propuestas: 35, 75 ó 150 ml”, explica Gabriela Vinocur.
¿Por dónde empezar? “Si vamos a probar diferentes cepas, se sugiere comenzar tomando los vinos más jóvenes y frutados para después avanzar hacia los complejos o añejos”, aconseja Baena. Los anfitriones también recomiendan: “Sugiero arrancar por un Sauvignon Blanc 2014 de Bodega XXVII, seguir con un Merlot 2014 de Bodega Arístides, para terminar con un Reserva Syrah 2014 de FunckenHausen”. En ese orden se realiza el viaje bacanal que propone Hartuk, de Hache Almacén.
Este restó/bar/vinoteca ubicado sobre la calle Carranza, en Palermo se caracteriza por su ambiente cálido, de pocas mesas (la mayoría comunitarias) y un público tan joven y fresco como los vinos del lugar. “Hache te invita a conocer proyectos enogastronómicos de pequeños productores, donde la calidad de producción está íntimamente vinculada a la pasión con la que se elabora cada producto. Ofrecemos un happy hour de vinos por copa de 18 a 21hs, que tiene hasta 8 etiquetas, para que la gente pueda conocer cada uno de los proyectos que forman parte de nuestra vinoteca”, explica Hartuk. “Los vinos que ofrecemos son en su gran mayoría de bodegas emergentes y seleccionados cuidadosamente por sus dueños”, agrega Santiago Lombardi, de Shout Bar. Esta es una propuesta que reúne gastronomía, vino (más de 16 etiquetas pueden consumirse en el formato “por copa”), coctelería y café. En su caso, la sugerencia es un flight de Malbec o de variedades blancas, que incluye tres copas de 60 ml, el equivalente a una copa de tinto generosa.
“Lo interesante de nuestra propuesta es que la gente recorra cada wine dispenser y descubra las etiquetas que seleccionamos. No contamos con carta, ni destacados, sino con etiquetas que vamos descubriendo de toda la argentina y de otros países. Por ejemplo tenemos un Nebbiolo argentino, un Sauvignon Blanc de Chapadmalal, un Blend de Jujuy, un malbec de Tucumán, un Pinot Noir de San juan, un Blanco seco de Hungría”, enumera Vinocur.
Aunque si lo que se busca es un viaje alrededor de las variedades blancas, en Puerto Madero, el Wine Store de Bodegas La Riojana garantiza su éxito con su torrontés. “Nuestro torrontés se caracteriza por ser un vino sumamente frutado y fresco, con notas cítricas y dejos de membrillo. Para esta época de más calor, el torrontés es un vino súper recomendado porque se deja tomar muy fácilmente”, comenta Paula Jareño, sommelier del lugar.
El Wine Store de La Riojana ofrece toda la variedad de vinos de la marca y varias propuestas de picadas para acompañar los distintos cortes. “Para una copa de torrontés sugerimos una piacada de quesos simples, jamón cocido y aceitunas sin especias”, agrega la sommelier. La selección de quesos y fiambres también es el acompañamiento recomedado de Hache: “Mi sugerencia es que lo tomen con lo que más le guste. Nosotros ofrecemos una tabla de quesos y fiambres con productos que traemos de Tandil que verdaderamente se las traen”.
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