Llega en una nube, y la nube –de gente– incluye maquilladora, peinador, asistente, vestuarista, responsable de prensa y seguramente alguien más cuya función no alcanzamos a recordar. Alessandra va por el mundo así: con zumbido, con runrún, con toque de trompetas que anuncia la llegada de Venus encarnada a las tierras de los módicos mortales, y con su corte de los milagros. Con gente que le alcanza teléfonos, agendas, vestidos o, como ahora, un suculento café con medialunas. Estuvo haciendo notas y fotos toda la mañana y tiene hambre. Come con apetito y por lo visto –cirugía bariátrica mediante– sin consecuencias. Porque si bien es bastante alta y dueña de un físico poderoso, parece otra. Es otra, y otra tan distinta de aquella que entrevisté hace siete años, que hasta parece siete años menor. Siete vidas menor.
Noticias: Perdóneme que se lo diga, pero siento que la última vez que nos vimos hablé con su hermana mayor…
Alessandra Rampolla: ¿Tú crees? Lo que pasa es que bajé de peso y muy a menudo pasa que cuando una persona está excedida no consigue ropa juvenil. Tenemos un serio problema con las casas de moda: discriminan a la gente que es gordita, que siempre está vestida de una manera más aseñorada. Y me quejo porque no me parece que esté bien. Yo siempre le he prestado mucha atención a mi look, solo que desde la cirugía tengo más opciones de ropa. La cirugía bariátrica me la realizaron en el 2008, pero aquí las primeras fotos se vieron en el 2009.
Noticias: ¡Y qué fotos! Estaba totalmente gatubelina.
Rampolla: Es que la gente piensa que yo lancé esas fotos (imita a una presentadora de televisión) “bara bostrarme”…Y no, nada que ver. Había hecho esas fotos para ilustrar mi columna en una revista peruana. Como vi lo buenas que estaban, las subí super casual a la web, alguien las encontró allí y de repente, se armó todo un escándalo. Entiendo que debe haber sido un shock tremendo. ¡Pero tampoco iba a hacer una conferencia de prensa para contar que me iba a hacer una cirugía bariátrica! Tomé una decisión personal de hacer un cambio muy grande, me operé y el post fue todo un proceso.
Noticias: Explíquese, por favor.
Rampolla: Tuve que cambiar y acostumbrarme a un montón de cosas. Por ejemplo, con sobrepeso estaba más letárgica. Aunque siempre fui
workaholic, antes me movía menos. Pero bajé y rindo más, genero más cuando estoy físicamente más hábil. Ese fue el cambio más dramático que experimenté con la cirugía.
Noticias: ¿Y ese fue el cambio más grande? ¿No mejoró su nivel de levante, acaso?
Rampolla: Y… no. Te lo juro por lo más santo. Levante ya tenía de antes. ¡Tampoco es que me sufrí mis años de gordita! (risas). Pero esto del nuevo cuerpo para algunas personas explotó y para otras, apagó. Te invito a ver mi página web y vas a ver cómo todos los días de mi vida se me quejan muchas personas y me dicen: “¡Cómo es que bajaste de peso, estabas tanto más linda antes!”. Es que no todos los países son la Argentina, donde están obsesionados con la “flaquencia” (sic). Acá la linda es la que va al gimnasio, pero mi espectro de lo bello nada tiene que ver con el tamaño del cuerpo. Yo he visto gorditos super sexies y, de hecho, a mí| no me gusta el hombre que esté muy marcado. No sé, no me seduce ni me atrae. Y además, vamos, la relación de pareja no se sostiene sólo con sexo.
Noticias: Qué bueno que sea usted la que lo diga.
Rampolla: Es que es así. Tienes que tener un contexto de muchas otras cosas para que entonces pueda florecer el sexo. Así que en “Juntos y revueltos”, mi último libro, invito a los lectores a armar la relación de pareja con la que soñaron siempre, y no conformarse con la que todo el mundo tiene. Porque en nuestra sociedad hay una serie de expectativas con respecto al matrimonio y a la pareja de largo tiempo, que son muy negativas. Asumimos que si llegamos a estar en pareja a largo plazo, la cosa se va a cagar… Y yo creo que no es así. Propongo, pues, que uno se enfoque en encontrar a su persona favorita en todo el mundo, y si es tu persona favorita, que fomentes esa conexión con ella.
Noticias: Convengamos que, hasta como planteo, es sumamente complicado.
Rampolla: Es sumamente complicado, pero nada que valga la pena y que sea realmente bueno no es complicado. Ahí está el reto: una vez que tú sientes que encontraste una persona que te encanta, con quien te sientes realmente bien y a gusto, más allá del tema sexual, y están de acuerdo en formar una relación de pareja a largo plazo, eso se puede trabajar.
Producción: Esteban Vedia. Agradecemos a Atempo, hotel boutique (www.atemposuites.com)
Para leer la nota completa, adquiera online la edición 1906 de la revista NOTICIAS.
por Fernanda Sandez
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