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PERSONAJES | 11-02-2015 07:50

Rodrigo Lussich: “Se llega siendo un distinto, sin clonar”

El conductor de “Infama” y del programa radial “Y más” explica su éxito. Nicolás Repetto, el maltrato de Gelblung, Canosa y Rial.

Anochecer de un día agitado, soledad de departamento, otra serie de HD abre sus adictivos brazos para recibir al hombre estresado que intentará detener el tiempo hasta mañana, cuando todo vuelva a comenzar. Pero no resulta. No es en estado de relajación como se construye Rodrigo Lussich, aunque mamá le aconseje bajar un cambio de la manera más natural posible: “¿Por qué no te fumás un porro?”. El conductor de “Infama” (de lunes a viernes por América), “Y más” (domingos por Radio 10) y director de la página de espectáculos Ratingcero.com, junto con Adrián Pallares dice: “Me lo han aconsejado toda la vida por lo acelerado que soy. Pero no puedo. Es más fuerte que yo. Soy un tipo cero adicción y aunque hoy es casi un cigarrillo común, no lo puedo pasar por la garganta. Y he visto fumar porro desde que tengo cinco años”.

Con 42 años, nunca votó. Ni en la Argentina, donde vive desde los catorce, ni en Uruguay donde nació, como segundo hijo de Charo y Gustavo, una pareja de alternativos, líricos, outsiders, de hippies como se podía serlo en los ´70. “Mi crianza fue muy vertiginosa. Tenía una lucha interna entre lo que se me proponía: viajar, hacer dedo, andar con una familia y con otra ensamblada, casas llenas de músicos y artistas donde se respiraba un aire fabuloso de libertad y cultura, pero era un quilombo porque yo no sabía bien cuál era cuál; y por otro lado, la casa de mis abuelos, donde yo quería irme porque ahí encontraba un orden.

Noticias: Tanto esfuerzo el de sus padres por salir del sistema y usted tanto por entrar.

Rodrigo Lussich: Sí. Hasta el día de hoy: mi papá vive en Florianópolis con su pareja y mi mamá con la suya en Pilar. Se separaron cuando yo era chico pero siguieron amigos. Nunca renegué de esa parte de mi vida. Después me encargué de pertenecer a alguna minoría siendo gay, porque de alguna manera la sangre tira. Me alegro de no haber nacido en cuna de oro de ningún tipo, porque esa vida de busca que tuvo mi familia me permite jugar con muchos más recursos. Si hay algo que me han inculcado mis viejos es la libertad y siempre busqué hacer la mía y defenderla, más allá de que guste o no.

Ni la militancia política, ni deportes y hobbies, ni reuniones con mucha gente. Lussich guarda su mundo para pocos, vive solo, dice no tener pareja salvo las relaciones promiscuas que mantiene con, entre otras, “House of Cards” y “Game of Thrones” y huye de cualquier invitación corporativa. Su única confesada pasión es entretener en la televisión y la radio, animar, conducir, ser un showman. “El cielo es el límite. Me acuerdo de una frase de la película `Billy Elliot´ cuando el chico defiende lo que hace, ser bailarín, y dice: `No sé. Yo siento que vuelo´. Bueno, yo siento que vuelo de verdad cuando trabajo”, dice el flamante reemplazante de Santiago del Moro en “Infama” y nuevo rey del gineceo integrado por las experimentadas Marcela Feudale y Cora Debarbieri, más Noelia Marzol, Daniela Katz y Lili Monsegou.

Noticias: ¿Busca diferenciarse de Del Moro?

Lussich: Va más allá de recortarse de Santiago, aunque eso tenga cierta lógica. Pero el fin es ser yo. Me gusta jugar la impronta del showman, salvando las distancias de los grandes showmen.

Noticias: ¿Tiene algún modelo? ¿Quién le gusta?

Lussich: Más allá de Tinelli, quien tiene mucha impronta de showman es Nicolás Repetto. Es un referente como animador porque tiene esa cosa histriónica de sumarle perlitas a lo clásico.

Noticias: Entre tantos conductores, ¿encontró su estilo?

Lussich: No me gusta el chimento acartonado, contado como si fuera la noticia del año. No creo que tengan punto de encuentro la solemnidad con el chimento, hay que vestirlo con todos los recursos que tengas a mano, disfrazarte, pintarte, un dígalo con mímica, una representación. Me interesa mucho que la gente se divierta viendo el programa. Creo que se llega siendo un distinto, sin clonar, perdiendo el miedo al ridículo y a ser quien sos. No tengo duda de eso, no hay manera de que no funcione, después encontrarás el lugar, el programa, el público, el horario, miles de cuestiones. Pero si salís con la convicción de que lo que hacés es lo tuyo, no te para nadie.

Noticias: ¿Cuál es su formación?

Lussich: Tengo formación de oficio, no estudié periodismo. Laburo desde los catorce años en medios, desde una radio en Pilar con mis compañeros de colegio. Conduje “Fiestas populares” en Canal 7, donde recorrí todo el país; fui movilero de Radio 10, durante cinco años; en el 2003, entré a América con Carmen Barbieri y seguí en “Los profesionales de siempre” con Viviana Canosa, “Dale la tarde” con Mariano Iúdica y varios más hasta “el show de las bombas”, mi sección en “AM” (Telefe).

Noticias: ¿Cómo se pasa de panelista a la conducción de un programa?

Lussich: En primer lugar, por ser un distinto. Podés ser muy perseverante, tener muchas ganas, una cuota de suerte y haber tocado las puertas correctas pero si al aire no pasa nada, no pasa nada y eso lo sabemos todos los que trabajamos en los medios.

Noticias: ¿Cómo es el juego de los egos entre el conductor y los panelistas?

Lussich: El panel está para aportar y yo como panelista, muchas veces me he sentido muy al pedo. Si el conductor piensa que el que se luce es él y que el panel tiene que estar de adorno, se equivoca. Estoy aprendiendo a abrir el juego porque yo pongo primera, segunda, tercera y quinta, y quizá no me doy cuenta; pero no por una cuestión de guerra de egos, sino por la motoneta que llevo encima, hasta que bajo un cambio y abro a la participación de ellas, que enriquece. En ese sentido, el mejor es Tinelli: desde el último al primero se lucen y el que se luce a la larga es él.

Noticias: ¿Una gran oportunidad puede jugar en contra? Pensaba en Nicolás Magaldi, el chico parecido a Tinelli, por ejemplo.

Lussich: Soy un convencido que el camino es de postas y hay que hacerlo completo. Que te descubran de repente de la noche a la mañana como una nueva promesa y te lancen tipo bólido allá arriba es un riesgo. También es un riesgo ponerme a mí a conducir, pero creo que es importante haber hecho todo el caminito para que uno se pueda bancar lo bien o mal que le vaya. En este medio nada es para siempre y el número de hoy mañana no existe. Es la inmediatez absoluta y si no hiciste ese camino previo, la verdad te puede desestabilizar mucho, para bien o para mal. Mejor que no esperen nada de vos y que sorprendas, a que esperen mucho y no pase nada.

Noticias: Si bien no le interesa en especial la política, ¿qué opina de la presidenta Cristina Kirchner?

Lussich: Me gustaba la personalidad y las decisiones cuando era senadora y la seguía como cronista de Radio 10; me atrapó. Hoy no estoy de acuerdo en un montón de cosas. Creo que la perpetuidad en el poder los hace perder el eje y los vuelve casi mesiánicos. Me puedo identificar con una persona, como me pasó con ella en algún momento, pero después el sistema los pierde.

Noticias: Dijo que “el chimento es la excusa para el entretenimiento”. ¿Qué pasa si mañana se convierte en el entretenimiento de otros? ¿Bebería su propia medicina?

Lussich: Y, habrá que hamacarse, ¿no? No siento ser atractivo para que alguien me busque, pero estamos en un momento donde los conductores han subido su nivel de exposición y terminan siendo más llamadores de noticias que la misma gente de la que hablan.

Noticias: ¿Con qué tema no se metería?

Lussich: La salud. Y no me metería con gente que no juegue el juego, meter en el barro a quien no se quiere embarrar o no se ha embarrado nunca.

Noticias: En radio trabajó con Chiche Gelblung. ¿Me pareció o él lo maltrataba un poquito?

Lussich: Chiche es muy de laburar así con su gente y me he sentido bastante bien tratado para como él trata, en general, a los columnistas. Él jugaba con que mis sumarios y mis títulos eran malos; al principio me enojaba pero después entendí que era un juego y se lo pude dar vuelta. Si hay alguien a quien le pude doblar el brazo es a Chiche Gelblung. Me siento muy orgulloso porque la gente que trabaja con él suele quedarse mal o se ha ido frustrada.

Noticias: También trabajó con Canosa. ¿Cómo le fue?

Lussich: Estuve muy enamorado platónicamente de ella. Estaba embelesado y en ese embelesamiento, si me tiraba a un pozo, me tiraba. Una buena experiencia para saber lo que no hay que hacer con un conductor. Y aprender que cada uno hace su juego. Hoy te pueden dar laburo y mañana, chau. Es una mujer que ha laburado para obtener su lugar y está bien. Y todos hemos sido funcionales a eso en algún momento, pero ha tenido un vencimiento. Cuando sentí que ese amor tenía un trasfondo de funcionalidad no genuina, me fui.

Noticias: ¿Y Jorge Rial?

Lussich: Es el referente del espectáculo. Todos hemos denostado en algún momento su estilo, pero hace quince años que hace un programa. Después de Tinelli, Susana y Mirtha es el tipo con más continuidad en la tele. Ha pasado todas las épocas y hoy está en su mejor momento.

Noticias: ¿Un éxito en televisión no se toca?

Lussich: Fijate Mirtha y Susana, intocables, han vencido sus formatos pero a la vez, es esa repetición la que las define. Capaz que la gente no quiere que hagan otra cosa. Lo mismo Tinelli, que hace el “Bailando...” durante tantos años porque creo que en la repetición se juega la identificación. Debe ser muy grande el riesgo de correrse. Yo lo haría. Pero puede ser que “el éxito no se toca”. Si a mí me funciona cantar, les voy a cantar hasta el último de mis días.

por Leni González

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