“Este será el año definitivo para Twitter”, asegura Wired en su última edición. Según la revista especializada, la red social del pajarito deberá revertir de manera urgente la caída de su rentabilidad o el 2017 será el año de su extinción. Sus acciones perdieron un 30% de su valor durante el 2016, y su rendimiento viene en caída desde fines del 2014, cuando era de 124%. En el tercer cuatrimestre del 2016 esa brecha se acerca al 9%.
CEO. El regreso de Jack Dorsey (su cofundador) como CEO permanente hace un año había traído esperanzas de un repunte en la compañía. Sin embargo, solo trajo recortes. Se cerró Vine, su app de videos cortos, y se despidió a unos 300 trabajadores, cerca del 8% de su fuerza laboral. Los despidos sumaron inestabilidad a una empresa que ya tambaleaba, e importantes ejecutivos empezaron a abandonar el barco: Adam Bain, el cerebro financiero de la empresa; Adam Messinger, Jefe de Tecnología; Kevin Weil, Presidente de Producto; Josh McFarland, Vicepresidente de Producto; Katie Jacobs Stanton, Vicepresidente de Global Media; Alex Roetter, Vicepresidente de Ingeniería;; Brian Schipper Vicepresidente de Recursos Humanos; y Natalie Kerris, Vicepresident of Communications.
A pesar de sus 317 millones de usuarios activos, Twitter hoy ni siquiera consigue comprador. Con un valor de mercado de unos 12.760 millones de dólares y pérdidas cercanas a los 400 millones de dólares al año, la red social fue considerado muy cara para los posibles oferentes: Disney, Google y Salesforce, que habían mostrado interés, desistieron.
La debacle se hace más notoria esta semana con la noticia de que el único interesado en poner plata por la compañía con base en San Francisco, es el sitio de pornografía Pornhub (con una propuesta que permitiría a Twitter obtener dinero que ya considera perdido). Pero lo más extraño será que las personas que subieron videos a la app, ahora pertenecerán y serán relacionados a una empresa de pornografía, lo que probablemente devendría en una hégira de usuarios.
Vine. Todo lo que sube tiene que bajar. Al principio nadie entendía Twitter. Y al poco tiempo parecía indispensable. Pero la lección es que nada es realmente indispensable. Y Twitter podría seguir el mismo camino que su subproducto Vine.
La app de video se enfrentó a Snapchat y a Instagram, y a pesar de haber recibido mucho apoyo, no ha pudo competir. Facebook, que ingresó desde su nacimiento a cada nuevo nicho que aparece en redes sociales, adquiriendo empresas o clonando conceptos, le bloqueó su expansión con Snapchat (app para compartir fotografías y videos que se autodestruyen) y su integración con Instagram. Y Vine no terminaba de posicionarse cuando Twitter comenzó a promocionar Periscope, que permite la transmisión de video en vivo (y que Facebook empardó en pocos meses). En 2015 la app dejó de ser popular, desapareció de los listados de las 100 más descargadas tanto en la plataforma de Apple como en la de Android, y el 2016 selló su cierre definitivo. .
Los anunciantes fueron el factor determinante. La publicidad avanzaba lenta y no era fácil de contratar para los pequeños anunciantes. Como le sucede a Twitter en comparación con Facebook. Esto hizo además que los influencers se mudaran a Instagram o Youtube: les facilitan el trabajo con más herramientas, y les ofrecen mejores posibilidades de monetizar.
Weibo. Incluso la china Weibo parece estar aprovechándose del declive de Twitter. De hecho, el gigante de las redes sociales del país asiático, superó a Twitter en capitalización bursátil por primera vez en las últimas semanas de diciembre.
La principal razón es que desde verano de 2015, el crecimiento de usuarios a nivel global de Twitter se ha estancado, y la caída en la bolsa en una constante. En las primeras semanas de diciembre perdieron otro 5% para ubicarse en su valor más bajo desde su debut bursátil en 2013: 17.08 dólares por acción. Pero podría ser peor. Tras la salida de su CTO, Trip Chowdhry, director de Global Equities aseguró que las acciones estaban todavía caras, y que no valían siquiera US$10.
“Si Twitter no hace cambios drásticos, su muerte será lenta, pero segura”, asegura Roger Kay, presidente de Endpoint Associates, firma que analiza el mercado tech. “Twitter entró en un cic lo negativo del que es difícil salir. Todo parece indicar que chocará antes de encontrar la cura”, vaticina Rodney Hull, analista del holding SunTrust Robinson Humphrey.
“Nuestra estrategia de cambio está dando resultadso, estamos teniendo más impacto positivo con nuestras acciones, y estamos ejecutando mejor y más rápido”, se defiende Jack Dorsey en un comunicado de los últimos días. El CEO instó además a los usuarios a decirle lo que no les gustaba de la plataforma y debían corregir. “Transparencia para reportar abusos, mejorar la habilidad para editar tweets, una manera fácil de seguir temas, y mejoras en la manera de establecer conversaciones fueron las más votadas. Los escuchamos. No vamos a embarcarnos en todas, pero ya empezaremos a trabajar en un par de puntos”, contestó unos días después. Dorsey confía en que aún hay tiempo para dar pelea al cierre, y que Twitter cuenta con figuras muy relevantes en su haber que impedirán que la red desaparezca.
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