El testigo E no existe en el expediente. Nunca declaró ante sede judicial, nunca tuvo contacto conmigo ni con nadie de este juzgado. Desconozco quién es el testigo E", dijo el juez Gustavo Lleral, y sus dichos prendieron la mecha. Es que la negativa del magistrado sobre el que se presentó como un testimonio clave para el hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado, dio por tierra con las versiones publicadas por varios medios y periodistas. Y que sonaron más a operación que a información, profundizando la grieta Gendarmería vs. Mapuches justo antes de las elecciones legislativas.
Mientras duraba el estupor por el hallazgo del cadáver y aún no había confirmación oficial sobre si efectivamente se trataba de Maldonado, algunos medios lanzaron una versión que traía un nuevo personaje a escena: el testigo E. Claudio Andrade, en una saga de artículos en Clarín, fue el primero en hablar sobre este testigo encubierto que, según él, habría facilitado la localización del cuerpo después de 78 días. Dijo que esta persona fue quien llamó al juzgado exhortando a los funcionarios judiciales a que rastrillaran nuevamente el río Chubut, el 17 de octubre. Y también que, si bien en una primera declaración había culpado a Gendarmería de haberse llevado al artesano, luego dio vuelta su testimonio, señalando a los mapuches y argumentando que Maldonado, en realidad, se había ahogado. Estas novedades actuaron como un bálsamo para el Gobierno, ya que lo desligaron de su responsabilidad sobre los gendarmes a pocas horas de las elecciones. En esa línea, un integrante de la mesa chica del macrismo había confirmado a NOTICIAS sobre el testigo E. "Un mapuche se quebró para cobrar la recompensa", dijo. Sin embargo, nada de esto fue corroborado por la Justicia. Este testigo nunca fue parte del expediente, según admitió el propio Lleral.
Campanas. En realidad, existe un testigo E que está mencionado en una presentación que la Asociación por los Derechos Humanos (APDH) de Córdoba realizó ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Según este informe, el declarante asegura que cruzaba el río con Maldonado cuando el artesano desistió de seguir adelante, volvió y fue capturado por Gendarmería que lo cargó en un Unimog. El testimonio fue tomado por los abogados Carlos González Quintana y Fernando Cabaleiro quienes bautizaron a este informante con ese nombre para preservar su anonimato, aunque nunca prestó declaración en la Justicia "por temor a represalias".
"Sólo lo hizo ante abogados de la Pu Lof, a mediados de septiembre, en el marco de la denuncia contra el Estado Argentino ante la CIDH que, por cierto, no es una instancia judicial", aseguran a NOTICIAS quienes llevaron este reclamo al tribunal internacional. Y agregan: "Es imposible que pueda haber cambiado su testimonio judicial porque nunca habló con ningún magistrado. Iba a hacerlo el día que Otranto realizó un operativo con 400 gendarmes en el Pu Lof, pero con todo ese despliegue se echó atrás".
Aunque no tenga carácter judicial, todas las fuentes cercanas a la causa coinciden en que, al menos en su declaración ante la CIDH, el testigo E y sus dichos son reales. De hecho, según consignan los propios abogados que llevan adelante esta denuncia, su testimonio es "el más importante" para sostener la carátula de desaparición forzada.
Sin embargo, tras el hallazo del cuerpo, Clarín sacó otra versión del testigo E -que ahora fue desmentida por el juez- y que lo convirtió en una pieza fundamental para el hallazgo del cuerpo. El diario asegura que el testigo entró en una crisis de conciencia y modificó sus dichos iniciales.
De acuerdo a lo publicado por Clarín, el juez Lleral le tomó declaración, el 2 de octubre, en una camioneta del Pu Lof, lo que fue desestimado categóricamente por el magistrado: "Si hubiese tenido un dato certero, no habría puesto en riesgo a los bomberos ni a los prefectos, lo habría ido a buscar directamente", aseguró Lleral, quien además negó que haya buscado cobrar la recompensa de dos millones de pesos por aportar datos, otra de las teorías esbozadas desde los medios.
"Es una burda operación. Todo mentira. Usan sólo una parte de la declaración y omiten lo que compromete a Gendarmería. A partir de ahí fabulan", confirmaron a NOTICIAS desde el entorno de los denunciantes. Y agregaron:: "Todo esto se dio a conocer un día antes de las elecciones, después de todas las barbaridades que dijo el Gobierno. Da que pensar".
De hecho, los abogados denunciantes ante la CIDH cargaron las tintas contra el gobierno por el estado público que tomó el testigo E. "Denunciamos con mucha preocupación que las autoridades nacionales filtraron al medio de comunicación Clarín las presentaciones realizadas", aseguraron en un comunicado los letrados, antes de concluir qu pone en serio y grave riesgo a la persona involucradas". En diálogo con NOTICIAS, allegados a los denunciantes aseguraron que estaban seguros que "es evidente que accedieron a este documento a través del gobierno nacional".
González Quintana, además, presentó una denuncia contra el periodista Claudio Andrade por una presunta amenaza telefónica.
Utilidad. "Incluso salieron a decir que participó del rastrillaje, semioculto para que no lo reconozcan, pero no fue así. O que aprovechó una grieta en el movimiento mapuche para hablar, para inventar una interna", aseguró una persona presente en el operativo que halló el cuerpo de Maldonado. Desde una de las querellas no descartan que este testigo haya tenido contactos extraoficiales con Lleral.
El testigo pasó así de ser uno de los pilares para fundamentar la desaparición forzada a ser quien deslindó a Gendarmería de cualquier tipo de responsabilidad. Y todo eso sin ser parte del expediente.
El testimonio de una de las últimas personas que vio a Maldonado con vida queda entonces teñido de duda. Por un lado una declaración ante organismos de derechos humanos, sin valor judicial, y por el otro trascendidos periodísticos desmentidos por el juez de la causa. Según revelaron fuentes cercanas a la investigación, el nombre del tan mentado testigo E sería Lucas y se trataría de un joven de menos de 20 años. La periodista de La Nación, Loreley Gaffoglio, explicó que la semana previa al hallazgo del cuerpo Lleral había recogido un testimonio reservado que fue clave para realizar el rastrillaje y dió el nombre del que sería el joven que corrió hasta el río junto con el artesano, aquel 1º de agosto. Habrá que esperar a ver si estos dichos se incorporan al expediente y producen un vuelco en la causa que hoy parece encaminada a confirmar una muerte no violenta.
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