En la provincia de Buenos Aires tenían casi todo estudiado. Una comisión de diputados y senadores, con apoyo del massismo, discutía una reforma electoral. Y el núcleo PRO redactaba con ritmo los argumentos con los que María Eugenia Vidal tenía que batallar en la mesa chica nacional para desdoblar las elecciones. Pero algo pasó el mediodía del viernes 25 de enero en la Quinta de Olivos. La gobernadora se fue pensativa del almuerzo privado con Mauricio Macri. Y cuatro días después, ordenó a su equipo desactivar el plan.
“Ese viernes, Mauricio le dijo a María Eugenia que su posición con el tema era 50 y 50. Y que si era para beneficio de todos, que lo discutiera en profundidad con Marcos Peña, Jaime Durán Barba y Horacio Rodríguez Larreta”, explican a NOTICIAS muy cerca de Vidal. Otra versión, menos amigable para la gobernadora, asegura que Macri la citó para bajarle el pulgar e invitarla a festejar o llorar juntos en las urnas. Como premio consuelo, el Presidente le habilitó un giro de 19 mil millones de pesos que Vidal reclamaba como actualización del Fondo del Conurbano. Un plus para pasar el invierno. Y el mal trago.
Sorpresa. El anunció llegó inesperadamente en la mañana del martes 29 de enero, un mes antes de lo que el PRO había dicho que se resolvería. El vocero fue el jefe de Gabinete de Vidal, Federico Salvai. Primero, mandó un whatsapp al grupo que integran los ministros de la Provincia, donde los más positivos respondieron con frases como “mucha fuerza, vamos a ganar”.
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Después, Salvai abrió las puertas de su casa (donde vive con su esposa, la ministra Carolina Stanley) para recibir al “dream team” PRO. Peña, Durán Barba y Larreta llegaron alrededor del mediodía y entonces la que habló fue Vidal: “Yo no tengo problema de competir en cualquier momento y contra quien sea. Así que no quiero que esto se lea como que estoy especulando, ni que la gente vaya a votar más veces. Prefiero que este tema se discuta en otro momento”.
Quien contó el episodio a NOTICIAS aseguró que no hubo debate y que todos estuvieron de acuerdo. Suena creíble: Peña y Durán Barba nunca apoyaron la idea y sentían que era una manera de dejarlo “solo” a Macri en octubre. Incluso, el ecuatoriano salió a medir en una encuesta la percepción de la gente sobre desdoblar o no. Los resultados de la medición no trascendieron, pero cerca de Vidal reconocieron que “la opinión de Durán Barba fue fuerte y ella quiso cortar con el tema lo antes posible”.
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Los que no estuvieron tan de acuerdo, pero igual tuvieron que acatar, fueron los intendentes de Cambiemos que en las últimas semanas se ilusionaron con la idea de cortarse de Macri y evitar enfrentar una posible boleta liderada por Cristina Kirchner. “Había una convicción muy fuerte de que era bueno desdoblar para la provincia, para Mauricio y para consolidar el resultado electoral, pero no había tiempo de implementarlo”, explican en La Plata.
Pulseada. Mientras Vidal terminaba de procesar las consecuencias de su decisión, un triunfante Peña preparaba las valijas para comenzar su descanso en la Patagonia. “¿El jefe de Gabinete pidió adelantar el anuncio antes de comenzar sus vacaciones?”, preguntó NOTICIAS a la Jefatura de ministros en uno de los varios intentos por conseguir la palabra del funcionario. “Es una decisión de Provincia”, fue la única respuesta oficial.
Por fuera de la Casa Rosada, un hombre cercano a Peña arriesgó una lectura light sobre el tema del verano: “Charlamos con Marcos la semana pasada y no estaba preocupado por el desdoblamiento. El tema no fue tan importante hacia adentro como se planteó hacia afuera. Se dejó correr”, lanzó entretenido. Y trató de explicar el tenso vínculo que mantiene el preferido de Macri y Durán Barba con la gobernadora: “Marcos y María Eugenia tienen una relación de muchos años. Tienen sus rispideces momentáneas, no son constantes. Hay temas que cada tanto los enfrentan, pero después lo arreglan”.
Del lado de Vidal prefieren no hablar de ganadores y perdedores de una supuesta pulseada. “María Eugenia en ningún momento pulseó. Si hubiera pulseado no se hubiera resuelto ahora, hubiera sido más adelante”, asegura uno de sus dirigentes de mayor confianza. ¿Atinó a pulsear y no la dejaron?
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Escenario. El cálculo que hacen en el equipo de campaña de Vidal es que el costo de cambiar las reglas del juego electoral era demasiado alto y no garantizaba un resultado favorable. Los mismos que a comienzos de 2019 decían por lo bajo que desdoblar era conseguir un contundente triunfo que potenciaría a Macri, hoy sostienen que “no había necesidad de hacer nada de eso”.
“La posibilidad de que María Eugenia y Mauricio sean reelectos en una elección unificada está intacta”, dice un optimista funcionario provincial a NOTICAS. “Además María Eugenia no estaba dispuesta a aceptar ser gobernadora con Cristina Kirchner presidenta”, acota otra fuente calificada del interior bonaerense.
En el vidalismo creen que Cristina mantiene un 37% de intención de voto y arrastra con ese porcentaje a cualquier candidato a gobernador. Esos números los tranquilizan: “Para ganar la provincia tenés que tener el 40%”, explican, confiados en que Vidal sí lo tendrá.
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Algunos PRO revelan que “el más competitivo es Martín Insaurralde”, por sobre Axel Kicillof y Verónica Magario. En eso coinciden con los intendentes de PJ, que ven en su par de Lomas de Zamora la doble ventaja de retener gran parte del voto duro K y a su vez conquistar a los peronistas menos pingüinos.
En este nuevo-viejo escenario, Vidal aún conserva un plus. Si los optimistas pronósticos económicos no se cumplen y la imagen del 1 sigue en picada, podría abrirse camino hacia la Casa Rosada.
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