A partir del anuncio de la AFA de oficializar la profesionalización del fútbol femenino, la atención se puso en las mujeres que van detrás de la pelota. La jugada de Macarena Sánchez, que demandó a la AFA y al Club UAI Urquiza por desvincularla en el medio del Torneo de Primera División y reclamó su incorporación como futbolista profesional, visibilizó a un colectivo que hace años lucha por las canchas y condiciones laborales dignas. Las mujeres disputan los cánticos tradicionales, cambian enemistad por rivalidad sana y pretenden transformar el fútbol en un espacio libre de discriminación.
En un contexto donde el feminismo atraviesa casi todas las áreas de la sociedad, el fútbol no es la excepción. Ahora ellas ya no se conforman con ser sólo profesionales sino que avanzaron en otros terrenos: se convirtieron en entrenadoras, relatoras, jefas de hinchadas, testeadoras de camisetas y hasta lograron incluir el lenguaje inclusivo en los comunicados oficiales. Los clubes de primera división, en un mundo machista como pocos, están revolucionados con los cambios. Las diez gambetas de las mujeres que ya las hicieron avanzar en ataque.
“El fútbol tiene que ser una herramienta para otra cosa, no solamente lo deportivo, sino también para la educación, la inclusión y un cambio de paradigma que incluya perspectiva de género”, dijo Macarena Sánchez, en diálogo con NOTICIAS. En los próximos días, mujeres comenzarán a firmar sus primeros contratos profesionales, gracias al reclamo de la jugadora santafesina, que se convirtió en un ícono del fútbol femenino. Es convocada por diferentes clubes con contratos millonarios. Sin embargo, enfatiza que la AFA respondió a su reclamo por la presión que ya se venía ejerciendo desde todo el colectivo.
En Boca se decidió sacar a las emblemáticas “Boquitas” del pasillo de honor en los partidos de fútbol profesional, para invitar a personajes representantivos para el club. Y durante la jornada del 8M, se convocó a mujeres de diferentes peñas para acompañar a los jugadores, en un día que no olvidarán jamás: en la Bombonera, se realizaron talleres y charlas de género, prevención e igualdad. Y al día siguiente, “Las gladiadoras” -el equipo de fútbol femenino- tuvieron su debut en la cancha como preliminar de la primera división.
(Leer también: Fútbol femenino: La Selección que ignora la AFA)
“Este es un mundo de hombres y el fútbol está concebido para ellos, pero nosotras estamos demostrando que lo sentimos y lo vivimos igual”, sostuvo María Isabel Pérez, quien es integrante de la Comisión de Cultura del xeneize y Presidenta de la organización Mujeres Asociadas a Clubes de Fútbol Argentino (MacFut). La futbolera comenta que se avanza, paso a paso, a formar una comisión de género.
El género. Aunque todavía no existen en todos los clubes, Estudiantes, Rosario Central, Banfield, Vélez y Gimnasia ya tienen un área destinada a género. Estas comisiones son las encargadas de gestionar iniciativas como “Los estadios con voz de mujer”, que hace cuatro años se impulsa para llevar a mujeres relatoras a comentar los partidos. En el 8M de este año, Soledad Larghi tuvo la oportunidad de ser la voz del Monumental en el partido contra Independiente.
La propuesta se renueva cada año, mientras se van sumando nuevas voces y equipos. Eso ocurrió en Banfield donde, el año pasado, “Chechu” Bonelli fue la voz del estadio. El mismo año, en un golazo para las mujeres, el club designó a Lucía Barbuto como la primera presidenta mujer. “Podemos inyectarle a la industria un nuevo dinamismo”, dijo Barbuto, en diálogo con NOTICIAS, y contó que las transformaciones llegaron, incluso, a cada baño del estadio, donde se instalaron cambiadores para niños en sanitarios de hombres y de mujeres.
La dirigente fue homenajeada en un acto en AFA, donde articularon MacFut y organismos de derechos humanos. En la fecha, se destacó a otras mujeres como Mónica Santino, entrenadora del equipo de fútbol de la Villa 31; María Silvia Jimenez, primera y única mujer del Comité Ejecutivo de la AFA; Salomé Di lorio, representante de las mujeres árbitro y Lucila Sandoval, arquera pionera del fútbol femenino en Argentina.
(Leer también: El feminismo tiene la misión de construir nuevas formas de ejercer poder)
Sandoval es de la tercera generación de jugadoras e impulsa la campaña para reconocer al 21 de agosto como Día de las Futbolistas. En la jornada “En el estadio y en el potrero, mujeres en el fútbol”, organizada por el Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), destacó la importancia del tercer tiempo (convivencia después del partido) y de fomentar un fútbol sin enemigos: “En el femenino no tiene que haber fanatismos, fue, es y será sano”.
En aquellos primeros partidos, no se imaginaba que mujeres pudieran ocupar puestos dirigenciales. En febrero, Constanza Guerra fue nombrada la primera entrenadora del equipo femenino de Belgrano. “Tengo el objetivo de que las chicas viajen, de llevarlas a diferentes lugares del país para realizar amistosos y encuentros, para difundir el fútbol femenino”, afirmó a NOTICIAS.
Hace una semana, Gimnasia y Esgrima de La Plata decidió hacer darle la oportunidad a sus jugadoras de presentar la camiseta oficial del club. Nunca antes las mujeres habían podido presentarla. En la misma línea, Rosario Central lanzó una remera con consignas feministas para apoyar a merenderos apadrinados por el área social del club: “Vivas nos queremos” y “Si tocan a una, nos tocan a todas”.
Estas mujeres buscan que las niñas, al igual que pasa con los varones, puedan ver el fútbol como un proyecto de vida. “Tenemos que pensar estos logros de manera colectiva, como una ampliación del horizonte para todas las mujeres”, afirmó Paula Alberastegui, subsecretaria de género y diversidad de Estudiantes de la Plata. El club fue pionero en tratar el tema, y lanzó un spot para “nivelar la cancha”.
(Leer también: Por un ministerio de Mujeres, Diversidades y Disidencias)
A futuro. En los avances que se van proyectando, influyen asociaciones que nuclean a diferentes clubes. La Coordinadora de Hinchas trabaja para defender esta área y Florencia Duarte, responsable de género, explicó que la consigna que se utiliza es el de incorporar espacios feministas, debates sobre derechos humanos y diversidad sexual. La revolución llegó incluso a los cánticos: “Muchas dejamos de cantar canciones sexistas en la cancha porque ya no queremos cargar a la hinchada rival, agrediendo a minorías sexuales o calificando el bajo rendimiento como femenino”.
Contó que existe un cancionero feminista, que se hizo escuchar en la última marcha del 8M, donde futbolistas de todos los equipos, grandes y chicos, unieron sus camisetas e incluso jugaron un partido en la 9 de julio. Durante la movilización, cantaron: “Y dale alegría, alegría a mi corazón, una cancha disidente es mi obsesión, que entren todos los cuerpos, gritemos gol, un caño al patriarcado y la opresión. Ya vas a ver, el fútbol va a ser de todes o no va ser, y sí chabón, llevamos en los botines… revolución”.
(Leer también: Filosofía: la ideóloga del antifeminismo)
La historia del fútbol femenino lleva muchos años y Paula Ojeda, directora del área de violencia de Género en Vélez, opina que el logro en la AFA visibilizó el tema, pero que la histórica resistencia de la sociedad se relaciona con los estereotipos que llevan a la desigualdad de género. En el club que representa, recientemente se logró anexar al estatuto social un protocolo de acción institucional ante situaciones de violencia de género, discriminación y abuso sexual.
El libro “Pelota de papel 3”, lanzado este mes, da cuenta de muchas de las historias transitados en estos clubes. Completamente escrito y editado por mujeres, es la marca de un movimiento que abre la cancha para visibilizar la igualdad en el fútbol. En el año de la Copa Mundial Femenina en París, las mujeres ya llegan con varios trofeos en su haber que les permiten convertirse en un equipo ganador.
Comentarios