Los procesos de cambio de mando van dejando huellas sutiles en el clima cultural de un país. Algo de eso está pasando en la Argentina, que se dirige a una elección donde parece que el resultado ya estaría cantado, lo cual necesariamente va reacomodando las expectativas de sus protagonistas.
Como muestra basta un botón, decían las abuelas. Con solo espiar ligeramente las cuentas de Instagram de Fabiola Yañez y Juliana Awada, las mujeres de los candidatos presidenciales que se disputan el 2020, empiezan a notarse vientos de cambio.
La mutación del perfil de redes de Fabiola Yañez se aceleró notablemente desde el triunfo de Alberto Fernández en las PASO. Desde sus primeros posteos del año 2015, el Instagram de la actriz y conductora mostraba principalmente escenas glamorosas en paisajes europeos de ensueño, cenas románticas en exclusivos restaurantes y selfies de entrecasa en Puerto Madero, con el logo de la manzanita poniéndole el sello aspiracional a las fotos casuales. Aunque nada permitía imaginar en aquellos años macristas que el novio de Fabiola podría convertirse en el futuro presidente de los argentinos, ella hizo intuitivamente sus deberes de Primera Dama tomando un curso de inglés en Londres.
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Pero el hilo glam de la actriz en Instagram empezó a mutar en una secuencia de fotos más terrenales, acompañando al candidato presidencial del peronismo en su periplo proselitista, e incluso bañándole el perro Dylan, estrella de la campaña albertista. Y en las últimas horas, la cuenta de Fabiola dio el giro narrativo decisivo hacia la tarea pública, con una documentada visita solidaria en jeans a un comedor infantil en Quilmes. A partir de ahora, las fotos internacionales quedarán acotadas a las giras institucionales de Alberto.
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En un mundo paralelo dentro de Instagram, Juliana postea esta semana una escena inversa a la de Fabiola. La actual Primera Dama se mostró en estos días refugiada en la intimidad del hogar, abrazada a Mauricio y la pequeña Antonia, con el epígrafe “Siempre juntos”, que aclara y oscurece: por un lado, denota la lealtad conyugal en tiempos de crisis y despoder; pero por otro, la palabra “juntos” forma parte del discurso PRO, que sigue presentando batalla con la boleta Juntos por el Cambio.
Una, rubia estridente. La otra, castaña chic. Una, actriz y novia. La otra, ama de casa y esposa. Una, peronista. La otra… al revés. Dos modelos de Primera Dama, con distinto rating en Instagram: la cuenta de Fabiola apenas pasa los 17 mil seguidores, mientras la de Juliana llega al millón y medio. El 27 de octubre, habrá que volver a medirlas.
*Editor ejecutivo de NOTICIAS.
por Silvio Santamarina*
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