Desde el principio de la pandemia, uno de los síntomas más llamativos del Covid-19 fue la pérdida repentina del olfato y el gusto. Según estudios recientes, el 41% de los contagiados reportó no poder sentir olores. Y el 18% sufrió anosmia (pérdida total de ese sentido). La situación se relaciona con la infección del SARS-CoV-2 a ciertas células de la nariz que le dan "soporte" a las neuronas especializadas en el olfato. Sin estas, las neuronas del sistema olfativo quedan vulnerables y con pocos nutrientes.
De las personas afectadas por este síntomas, el 72 % se recuperó a los 30 días en forma total o parcial. Pero cierto grupo, no logró mejoras. O lo hizo muy paulatinamente, a lo largo de meses. En ciertos casos, incluso, con un registro diferentes a los olores conocidos, fenómeno denominado "parosmia".
La situación es grave para quienes no recuperan este sentido ya que, aparte de la calidad de vida asociada al olor y al gusto, también enfrenta mayor riesgo de ingerir comida en mal estado o no sentir el olor a humo en caso de incendios. Por ahora es poco lo que la medicina puede hacer por estas personas, aunque hay ciertas terapias de rehabilitación en estudio.
por R.N.
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