La edición del festival de Cosquín 2023, realizado en la Plaza Próspero Molina, tuvo a los bailarines Facundo y Ezequiel Posse como los protagonistas de una controversial polémica en las redes sociales, cuando los hermanos, oriundos de Buenos Aires, se besaron en su presentación folklórica en el legendario evento cordobés.
“No es acto para Cosquín. Lamentable. Mezclan todo. Se puede hacer algo sublime sin poner en tema si eres hetero, homo o lo que sea. ¿Qué están queriendo transmitir? No es el lugar, me parece", “Rompen todo, ahora también las tradiciones”, “Decadencia este Cosquín 2023. Si se levanta Atahualpa prende fuego el escenario”, fueron algunos de los comentarios vertidos en Twitter y otras redes sociales.
“La danza esa: clarisma la historia del gaucho que desea al otro. En silencio. Y de pronto se zafa. Es un clásico del onanismo putil. Todos somos putos. Los machos o somos violadores, o putos en estado latente. Me siento abrumado. Lo del pibe Dupuy, me cambio el bocho”, fue el cuestionable posteo en la red social Twitter de Alfredo Casero sobre la coreografía de los Posse y añadió en otro tuit:“¿La manga de conxhudas matamachos en tetas caídas no dijeron nada? Cero respeto. Mataniños eres tu. Mataniños eres tu. Vengan de a une”.
Los comentarios no hicieron más que evidenciar que, en materia de música autóctona, las rupturas relacionadas con el género no son plenamente aceptadas y las posturas conservadoras triunfan. A diferencia del tango, por ejemplo, donde la inclusión avanza y hasta existen estilos de baile como el tango queer.
La pareja de los hermanos Posse, ganadores del Pre-Cosquín, siempre se destacó en sus coreografías autóctonas por cierto desafío a lo establecido. “Nunca parece que nos alejamos lo suficiente de la zona de confort; vamos en la búsqueda de nuevas técnicas, para volver a nuestro campo y enriquecerlo", explicaron los artistas en las presentaciones realizadas en los anteriores años.
En el festival Cosquin del año pasado, la inclusión de la cantante trans de folklore Ferni de Gyldenfeldt también representó un desafío a la tradición del festival de música autóctona más famosos del país. “Se rompió el status quo que solamente contempla identidades de hombres y mujeres, y mi presencia fue disruptiva”, declaró la artista transgénero en ese momento.
En esa edición, cuando la artista se presentó para participar del Pre-Cosquín, se encontró con la imposibilidad de anotarse por su identidad y expresión de género. Hizo el correspondiente reclamo en el INADI, con el resultado de la modificación de las categorías de voces “femenina” y “masculina”, creando el rubro “solista vocal”.
La cantante transgénero pudo entonces participar de la competencia musical. Fue elegida como representante de la sede de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y tuvo la oportunidad de cantar frente al gran público en la final del certamen en pleno suelo cordobés.
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