“La incongruencia entre las acciones de la empresa y sus declaraciones de valores es la principal causa de insatisfacción de las nuevas generaciones. Los jóvenes demandan congruencia entre los valores y las acciones reales de la empresa, termino denominado “walk the talk”. Si estas prácticas no van en sintonía con sus creencias personales, sienten que la organización no solo no los representa, sino que también les miente”, explicó Beatriz Arias, directora de la consultora Coeducation Consulting.
Las nuevas generaciones han demostrado permanentemente que, más allá del salario económico, su deseo es trabajar en empresas cuyas acciones estén alineadas con sus propias creencias. Pero, en caso contrario, estarían dispuestos incluso a renunciar si consideran que la organización no refleja sus principios fundamentales.
Para entender mejor el fenómeno, los especialistas destacan en diferenciar entre misión, propósito y valores. En ese aspecto, la misión es la razón de ser de una organización, pero hay algo que la subyace: el propósito trascendental y es este el que atrae, o no, a la denominada Generación de Cristal.
La “Generación de cristal” es un término bastante utilizado en redes sociales y en estudios sociológicos recientes. El concepto está asociado a la filósofa española Monserrat Nebrera, quien lo emplea para referirse a los jóvenes nacidos después del año 2000, quienes están en el último tramo de la adolescencia y comienzan a alcanzar la mayoría de edad.
Es por ese motivo que el propósito trascendental se vuelve algo destacable, ya que está relacionado con el impacto en las personas y en la sociedad. Aunque el término “cristal” está asociado a la fragilidad de algo que se puede romper fácilmente, el análisis filosófico realizado por Nebrera revela que estos jóvenes podrían tener rasgos de poca tolerancia a la hipocresía y críticos a ciertos estándares sociales.
Por otro lado, los valores son principios morales que definen comportamientos. En el último tiempo, las empresas han dejado de enfocarse en ese concepto que funciona como un gran pilar fundamental, para comenzar a definirse, más bien, a través de comportamientos concretos. Del lado de los empleados, lo que buscan los empleadores son conductas personales alineadas con el propósito empresarial.
En ese aspecto, el trabajo más importante que tienen que hacer hoy las organizaciones está en el desarrollo de líderes y en alinear sus propósitos con el de la empresa. Son ellos quiénes van a transmitir valores a sus equipos, y quiénes demuestren la congruencia entre el propósito y las acciones corporativas. Respeto, empatía, solidaridad, tolerancia son parámetros que las compañías deben comenzar a destacar.
Según los expertos, en estos tiempos, se incrementó la importancia por el cuidado del medioambiente y la sustentabilidad del planeta, la inclusión, diversidad e igualdad de derechos (con relación a las diferencias percibidas por género), son algunos de los nuevos valores que guiaran a las organizaciones a adaptarse y repensarse. Estos son pilares fundamentales para la nueva juventud, que hoy buscan vincularse con generar un cambio trascendental en la realidad, además de la búsqueda más personal de construir una carrera laboral.
“Definitivamente, si mis valores no se alinean con los de la empresa, es momento de renunciar y buscar nuevos horizontes en organizaciones que defiendan propósitos con los que pueda identificarme. En este sentido, la rotación es normal y lógica. Las generaciones anteriores tenían mucha menos información sobre lo que podían hacer, ahora, en cambio, están tentados por muchas opciones de carrera, trabajo, residencia y no piensan en cuestiones arraigadas. Entonces, con esa cabeza, es normal y recomendable que busquen otra compañía en la que trabajar”, señaló Maia Martinez Mornaghi, Partner de Coeducation Consulting.
Hoy, las empresas tienen la oportunidad de generar un sistema cultural que promueva y respalde los valores compartidos. Además de comunicar,claramente, el propósito trascendental de la corporación a través de sus líderes. Las empresas pueden promover la participación de los colaboradores en la definición y revisión de los principios corporativos. Esto va a contribuir a la fidelización de sus talentos y empleados, mientras se constituye un objetivo inspirador y sustentable para la organización.
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