Los meses mayo y junio son una gran opción para viajar a Misiones y gastar incluso la mitad que en el verano. El clima en estas fechas es uno de los mejores del año, con temperaturas primaverales si se lo compara con otros puntos del país.
Y los puntos turísticos más destacados, como las Cataratas de Iguazú, o las ruinas jesuíticas, suelen tener mucho menos público, por lógica de la temporada baja, lo que permite disfrutar al máximo del destino.
Las actividades y excursiones que en otras épocas se encuentran desbordadas resultan más distendidas en este clima, a la vez que se consiguen mejores tarifas en aéreos, traslados y hoteles.
Los aéreos arrancan en 6500 pesos volando con Jetsmart, y unos 8100 pesos con Flybondi, si se sacan con tiempo. El traslado desde el aeropuerto al hotel ronda los 1500 pesos en auto privado, lo mismo que la ida al parque, cuya entrada cuesta 600 pesos para adultos y $350 para menores.
Los recorridos por el parque en temporada baja se ven menos atiborrados, y hasta es posible ver más especies animales, que se refugian de la muchedumbre en temporada alta. Y las Cataratas están en todo su esplendor y caudal, tras las sequías que afectaron en verano y frenaron incluso los paseos en barco por el bajo caudal.
Para los foodies, es posible almorzar dentro del parque, en el restaurante Merkado, incluso disfrutar de un cocktail. Pero para la cena, los locales recomiendan la terraza de Loi Suites, que tiene un entorno selvático y una suntuosa piscina. Incluso existe la romántica opción de una cena en pareja al borde del agua (solo para dos esa noche), con iluminación espacial, camino regado de pétalos de rosa y opciones especiales del chef.
El hotel, inmerso en 300 hectáreas de la selva subtropical Iryapú de, invita a rodearse de naturaleza y perderse en la profundidad de la selva con el lujo y confort de un 5 estrellas: tiene uno de los mejores spas del destino, con precios desde los 6000 pesos en los masajes.
Y su entorno, en medio de la selva y a orillas del río, a metros de Brasil, lo hacen el favorito entre quienes buscan alojarse en medio de la selva: los distintos cuerpos del hotel (5 módulos que no superan la altura de los árboles) se comunican con puentes colgantes para cumplimentar la experiencia. Los precios van de los $ 25.000 a los $ 40.000 por noche en base doble (las habitaciones de alta gama tiene deck y jacuzzi exterior).
Muy cerca de Iguazú, a sólo 30Km del aeropuerto, un recorrido que lleva menos de cuarenta minutos, está Posada Puerto Bemberg, una joya en medio de la selva misionera, especial para aquellos que buscan tranquilidad, confort y exclusividad.
Un hotel boutique de tan solo 14 habitaciones, ubicado estratégicamente en la vera del Río Paraná, en Puerto Libertad, pero distante del pueblo unos 3 kilómetros por un camino pavimentado de piedras clavadas en la roja tierra local, y flanquedo por campos de yerba.
La casa de los Bemberg (que data de 1930 y está situada sobre las barrancas del mítico río Paraná), fundadores de la cervecería Quilmes e impulsores de la industria matera, se encuentra en el mismo predio.
Y puede alquilarse desde los 60 mil pesos diarios con sus 5 habitaciones y capacidad para 12 personas, lo mismo que una capilla de aires coloniales, un mirador con brasero para las tardes de mate y lectura, decenas de senderos y hasta una cascada propia con piscina natural.
Rodeado de verde, y armonizando con el entorno con una propuesta de turismo sustentable, Puerto Bemberg ofrece variadas actividades para disfrutar dentro y fuera del predio: caminatas, observación de aves y fauna autóctona, navegación en lancha para conocer el salto Yasí, y más.
Un lugar bucólico que invita a la lectura: cada habitación tiene su biblioteca, excelentemente curada con títulos de la literatura local, y un gran living común, con piano y biblioteca con más de 2500 títulos, invitan a ver pasar las horas mientras se degusta alguno de los vinos de cava, acompañados de picadas y propuestas regionales.
Más al sur, en Posadas, el Hotel Batista es el favorito entre la nueva propuesta hotelera en pleno corazón de la ciudad. Ubicado a 5 minutos del aeropuerto, las instalaciones cuentan con una ubicación inmejorable de camino hacia las ruinas de San Ignacio Miní.
El hotel cuenta con amplias habitaciones, restaurante, spa, bar y piscina con solárium, además de un icónico jardín vertical al aire libre, armonizado con vegetación regional para reflejar la flora autóctona de la bellísima Misiones.
por R.N.
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