Siempre tuvieron su comunidad. Eran los locos que hacían sus rutinas antes de que salga el sol, los que entrenaban hasta los fines de semana y los que compartían sus platos saludables incluso en vacaciones. Los “influencers fit” llevan varios años sumando seguidores y alentando sobre los beneficios del ejercicio. Pero en estas últimas dos semanas explotaron. Con el total de la población en casa por la cuarentena obligada, moverse se volvió una necesidad básica. Una que sirve para gastar energía en tiempos en los que casi no se circula, pero sobre todo para depurar angustias. A continuación, seis exponentes para tomar nota.
Profesionales. Mucho más tangible que virtual, Daniel Tangona lleva décadas entrenando famosos y no tanto. Sin embargo, hace algunos años también se subió a la movida de las redes, donde cuenta sobre sus entrenamientos de alumnos y también da consejos motivacionales. Por estos días ese contenido sigue más fuerte que nunca, entendiendo que la necesidad de certezas y búsqueda interior se incrementa en tiempos de incertidumbre, pero además renovó sus propuestas de ejercicio con humor: en sus últimos posteos se lo puede ver tanto entrenando a su atlética mujer como enseñando a limpiar la casa con mucha energía.
“Las consultas por redes aumentaron mucho. Empezaron a valorar eso que siempre les repetí de que la salud es mucho más que una cola parada, y que entrenar no es solo para mostrar tu cuerpo en enero en la playa”, razona, el eterno promotor de que “hay que estar fuerte para lo que viene”. Por otra parte, con la migración de sus clases a plataformas online se encontró con la sorpresa de que la hora rinde mucho más, y tiene alumnos que lo consideran un método válido más allá de la cuarentena. “Hasta doy clases a otras partes del mundo, como Europa y Estados Unidos”, relata Tangona.
Para Fiorela Fraccaro, entrenadora y parte del equipo de Funcional Gym, son tiempos de reconversión. Y lo piensa tanto por ella como por sus alumnos, que al quedarse huérfanos de espacio físico enseguida recurrieron a las redes, tanto de la empresa como la suya propia. “Personalmente estoy tranquila. Alimentándome bien, ordenada y entrenando un ratito todos los días. Entre mis seguidores hay de todo. Me escriben más de 200 personas por día que encuentran en mis videos una compañía y se distraen”, cuenta. Para ellos y los que quieran sumarse ofrece rutinas con progresiones de ejercicios que ocupan alrededor de 30 minutos, siempre bajo la línea del entrenamiento funcional, aquel que usa sobre todo la propia fuerza en pos de mejorar el equilibrio, la coordinación, la agilidad y la resistencia, así como tonificar.
Reinas fit. Una de las influencers fit más reconocidas es Agustina D’Andraia, con tal empuje que logró torcer el enfoque de su carrera de periodista y convencer a sus jefes de crear “Para Ti Fit”, de la cual es editora, además de haber escrito “Diario de una chica fit” y “Legalmente fit” (Atlántida).
Con casi tres semanas de encierro encima, dado que volvió de un viaje y debió aislarse en prevención, compró elementos de fitness y se armó una suerte de gimnasio en la casa de su novio. Desde ahí asegura que entrena igual o más que en tiempos de libertad, compartiendo sus rutinas y recetas saludables, y haciendo vivos en Instagram cada tarde. “Soy fiel a lo que dije siempre de que ser fit no es una cuestión de privilegio, sino que todos podemos hacerlo con lo que tenemos a mano. Hoy doy hasta opciones para gente mayor o principiantes usando elementos de la casa”, apunta. A la vez, destaca que queda claro que el dinero no es un diferencial para entrenar o no, y que el tiempo ya no es excusa. “Nadie discute que hacer ejercicio es bueno para la salud, pero cuando te quitan una posibilidad, lo valorás más que nunca”. Y así, la interacción en redes se incrementó muchísimo, y asimismo asegura que lo hizo la calidad de su contenido, con más tiempo para dedicarle, y con una motivación que cala más hondo en momentos de sensibilidad social. “El gran desafío es pensar cómo mantener este nivel de compromiso”, razona.
Otra figura que logró convertir su historia en libro es Triana Maida, autora de “Ser Fitness: un estilo de vida en busca del equilibrio” (Planeta). A partir de una experiencia en Miami, adonde trabajó como modelo, cambió su alimentación y estilo de entrenamiento, y descubrió el mensaje que quería transmitir en sus redes. Mediante recetas saludables y rutinas de ejercicios se convirtió pronto en una influencer fit muy requerida. Hoy además madre de una bebita, estos tiempos de pandemia la encontraron sumándola a sus rutinas desde casa, así como cocinando mucho y compartiéndolo en su cuenta. “La gente está mucho tiempo en redes y espera que le brindemos no sólo información en general, sino también herramientas para pasar el rato, como recetas, rutinas de ejercicios y vivos”, sostiene, agregando que entiende también este momento como una gran oportunidad para conectar más con sus seguidores.
Los atletas. Y aunque en menor cantidad, también hay hombres en el mundo de los influencers fit. Matías Palleiro es uno, aunque reniega del rótulo. “No sé si considerarme influencer fit. Todo se dio bastante orgánico y natural, porque siempre fui apasionado del deporte y el entrenamiento”, relata. En ese camino, en 2018 y tras dejar el rugby empezó un método para entrenarse a distancia con su coach, y al compartirlo en redes comenzó a despertar interés. Por eso también, su rutina de estos días no ha cambiado tanto, aunque sí adaptó la planificación y los ejercicios con elementos cotidianos.
Desde Quequén, donde lo encontró la cuarentena, sube rutinas de mayor y menor dificultad y recibe sugerencias sobre qué les interesa trabajar y qué facilidades tienen para hacerlo sus seguidores.
“Si bien creo que hace un tiempo que se tomó mayor conciencia del cuidado del cuerpo, este aislamiento sirvió para que quienes realizan poco ejercicio aumenten sus estímulos semanales, y que aquellos que no hacían comiencen a entrenar, ya que sirve para llenar el tiempo libre y despejar la cabeza”, opina.
Al otro lado del río, en Uruguay, Santiago Comba también se erige como influencer fit. Con un camino en las redes que fue creciendo al compás de su carrera como atleta (fue el primer uruguayo en ir a los CrossFit Games, el “mundial” de crossfit), en estos tiempos de aislamiento alteró su rutina por completo. Dueño de un gimnasio, se llevó a casa varios materiales y suspendió las salidas a correr y nadar, concentrándose en aquello que sí puede hacer en un entorno casero, compartiendo esas rutinas en Instagram y asesorando a quienes le envían las propias.
Consultado sobre si ve más conciencia en la sociedad a raíz de esta epidemia, no duda: “El coronavirus es la muestra de que las personas con sedentarismo o algún problema de salud como diabetes u obesidad corren mayor riesgo. El deporte te prepara para luchar contra estas cosas”.
Yoga y meditación:
No todo es transpirar y generar endorfinas en cuarentena. Otras clases que generan gran convocatoria son aquellas de yoga y meditación. En tiempos de incertidumbre, son muchos los que recurren a referentes del tema en redes para acceder a un poco de paz interior y poder transitar mejor este proceso.
En el mundo, una de las cuentas de YouTube más exitosas es Yoga with Adriene, con 6,57 millones de suscriptores. Con años de videos subidos a la plataforma, ofrece variantes para todos los niveles y gustos en pos de conectarse con el cuerpo de la mejor manera posible.
En la Argentina se destacan referentes como Agustina Echegoyen (@agustinaechegoyen, con 22.500 seguidores), que se define como yogi, coach y surf master, y que coordina retiros femeninos llamados Mujeres Conscientes. También hace lo propio Dafne Schilling (@dafneschilling) que ya es seguida por más de 88.700 personas, que en estos tiempos inéditos encuentran solaz en su método que combina yoga, baile y meditación.
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