Muy pocos días después de la muerte de María Kodama -fallecida el pasado 24 de marzo-, su abogado y apoderado en vida, Fernando Soto, convocó a una reunión con la prensa para anunciar que no se ha encontrado testamento de ningún tipo (ni ante escribano ni hológrafo), hasta ahora, que indique cuál fue la voluntad de la viuda de Jorge Luis Borges en relación al destino de los bienes propios y los que heredó del escritor. Por lo cual, Soto presentó ante la justicia un pedido de inicio de la sucesión, con el objetivo de preservar el patrimonio de los escritores.
Entre esos bienes, obviamente, se encuentran los derechos totales sobre su obra.
Los bienes a heredar
“La sra. María Kodama era propietaria de bienes muebles, bienes inmuebles y, como heredera universal del escritor Jorge Luis Borges, era la titular de los derechos de autor de toda su Obra literaria, además de ser la propietaria de todas las medallas, condecoraciones y distinciones recibidas por el escritor a lo largo de su carrera, de manuscritos originales de su Obra, de dibujos de su autoría y de su biblioteca personal (intervenida por el propio Borges), entre otros muchos bienes de altísimo valor cultural, histórico y patrimonial”, detalla Soto en su escrito
Junto con el detalle de los premios que recibiera en vida el escritor, se describen los galadones físicos que acompañaron la distinción, muchos de ellos de gran valor económico.
Además de los derechos intelectuales de la obra de Borges, que Kodama recibió por testamento del escritor, ella misma fue autora de varios libros, algunosde ellos escritos junto con el autor de “El Aleph”.
Los bienes inmuebles son dos departamentos contiguos donde residía en la calle Rodríguez Peña, más un departamento en la calle French, todos en la Capital Federal. También el inmueble que funcionaba como sede de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges, en Anchorena 1660, en Buenos Aires.
A esto se debería sumar, seguramente, dinero en efectivo en cuentas bancarias y objetos de gran valor como primeras ediciones y manuscritos del escritor.
El objetivo
El destino de la Fundación Internacional Jorge Luis Borges es incierto, porque esta era sostenida completamente por María Kodama, que la había fundado en 1988. Incluso la mayoría de los bienes que se exhiben en sus instalaciones eran propiedad de la escritora, que nunca las cedió a la institución.
Según explica Fernando Soto, la intención de la presentación de su solicitud de inicio de la sucesión es preservar el patrimonio de María Kodama, de inmenso valor cultural para los argentinos. Y también concientizar al público en general, de la necesidad de conocer las instancias de una sucesión que nos compete a todos.
Con respecto a los herederos, se conoce la existencia de un hermano de María Kodama, pero el testimonio de sus amigos indica que ella no tenía contacto con él.
El juez (el escrito se presentó en el Juzgado 94, Secretaría 11, ante la jueza subrogante María Verónica Ramírez) determinará los pasos a seguir. En caso de quedar vacante la herencia, pasará a manos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que, según la ley, podría liquidar las propiedades y aún los derechos de la obra del escritor, para volcarlos a un Fondo de la Educación.
No deja de ser paradójico que la herencia de los grandes escritores argentinos (Adolfo Bioy Casares y Julio Cortázar, por ejemplo) terminen en largos procesos que comprometen la difusión de su obra.
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