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CULTURA | 09-05-2023 15:30

Hernán Díaz: entre el Pulitzer y una serie con Kate Winslet

El escritor argentino acaba de ser premiado por su novela “Fortuna”, escrita en inglés sobre el mundo financiero, que pronto será una serie de HBO.

Aunque es el escritor argentino del que todo el mundo habla, las dos novelas que publicó hasta ahora fueron escritas en inglés y hace muy poco pueden leerse en castellano. Es que Hernán Díaz (50) lleva 25 años viviendo y trabajando en Nueva York, ciudad en la que se doctoró y en la que da clases en la Universidad de Columbia.

Las novelas en cuestión; “A lo lejos”, de 2017, y “Fortuna” de 2022; han tenido toda clase de reconocimientos. Con la primera, Díaz fue finalista de los premios Pulitzer y PEN/Faulkner y, por la segunda, fue incluido en la lista de los mejores libros del año de The New York Times y The Washington Post.

Fortuna

“Fortuna” es el título que el escritor vino a presentar a la Feria del Libro, en un primer contacto como autor con el público de la Argentina. “Trust” (tal el nombre de la novela en inglés) será muy pronto una serie de HBO, protagonizada por Kate Winslet, en cuya producción Díaz se encuentra actualmente trabajando.

¿De qué trata este libro tan aplaudido en todo el mundo? Es la historia de un financista de Nueva York y transcurre en las primeras décadas del siglo pasado. Tan exitoso es este empresario, que el mercado norteamericano de valores baila a su ritmo y hasta se le atribuye la famosa crisis de 1929. Ultra millonario, vive apartado de la sociedad de su tiempo y su esposa es su único amor. Mildred, tal su nombre, es una imagen inasible desde el principio de la historia, cuyo misterio se revelará a lo largo del libro. La novela está compuesta por cuatro textos distintos, escritos por supuestos diferentes autores, que cuentan versiones desencontradas de la personalidad, la vida y los negocios de esta pareja de ricos.

La historia cruza tantos temas de interés (la ficción del dinero, el lugar de las mujeres en la sociedad, el pasado turbio de las fortunas, la relación entre el arte y la filantropía) que al terminar de leerla, las escenas siguen presentes en la imaginación de los lectores durante mucho tiempo. El tono y los climas alternan la intensidad poética con el cliché de las memorias elogiosas. La estructura tiene el ritmo de un juego literario vertiginoso.

Crisis de 1929

Con un acento “aguerridamente porteño” y muchísimo humor, Hernán Díaz dialogó con NOTICIAS, sobre su lengua, su novela y la importancia singular del dinero.

NOTICIAS: ¿Por qué escribe en inglés? ¿Nunca escribió en castellano?

Hernán Díaz: En español escribí cuando era chico. Pero desde que empecé a escribir en serio, en aras de la publicación, lo hago en inglés. Hace 25 años que vivo y trabajo en inglés.

NOTICIAS: Podemos decir que empezó tarde a publicar sus primeros libros. La mayoría de los autores los escriben a los 20 años.

Díaz: Yo tengo esos libros, pero nadie me los publicó. En el mercado literario norteamericano hay un protocolo muy estricto. Uno consigue un agente literario y ese agente es quien ubica tu trabajo. Pero, en general, los agentes literarios no te toman si no tenés ya algo publicado. Pero nadie te publica si no tenés un agente literario. Es un loop siniestro.

NOTICIAS: Pese a esas dificultades, a sus libros les fue muy bien. Tuvieron mucho éxito.

Díaz: Yo escribo con la mayor precisión, emoción y elegancia de la que soy capaz. Quiero que a los libros les vaya bien y por eso soy muy activo en la difusión. Pero esto es muy limitado. Creo que nadie puede hacer nada más. Hay una conjunción de factores en el éxito que me resulta difícil de explicar.

Bolsa de Nueva York

NOTICIAS: ¿Cuáles son las cosas que le importan en su literatura?

Díaz: En general, me interesa presentar lugares comunes muy fosilizados y erosionarlos. Usar el peso de estos lugares comunes para invertirlos. No me interesa la espontaneidad. Creo que muy poca gente puede sentarse e improvisar y ser increíble. Voy a ser obsceno y citarme a mísmo con palabras que escribe el personaje de Mildred en la novela: lo que más me interesa en el arte es emoción y elegancia. Eso es algo que yo busco como lector, como espectador y como escritor. Y son pulsiones antitéticas. La elegancia tiene que ver con el control, con la represión. La emoción es avasallante, no la controlás.

NOTICIAS: ¿Pidió leer la traducción de la obra al español?

Díaz: Si. En las lenguas que hablo miro la traducción. Javier Calvo, el traductor en la edición de Anagrama, tiene una gran trayectoria. No se me ocurriría cambiar radicalmente cosas en su trabajo. Bajé un poco el volumen de lo castizo.

NOTICIAS: El libro tiene cuatro partes, que son cuatro textos muy diferentes entre sí. ¿Cómo logró estas diferencias de estilo?

Díaz: Sin recurrir a diferencias estilísticas burdas, quise que fueran cuatro sensibilidades muy distintas. Que lo que llama la atención al ojo de uno, resulte invisible al ojo del otro. Por ejemplo, mientras escribía, me di cuenta de que todos los personajes usaban las mismas cláusulas adverbiales y la misma puntuación. Ese rasgo era mío. No era de ellos. Entonces tuve que crear guías de estilo para cada personaje. El objetivo era que yo desapareciera.

Kate Winslet

NOTICIAS: ¿Cuál fue la idea inicial del libro? ¿Sobre qué quiso escribir?

Díaz: El dinero. Y después el libro se expandió hacia otras cuestiones. Dos temas fundamentales surgieron a partir del dinero. El primero es el lugar de la ficción en nuestras vidas y la línea evanescente que separa ficción y realidad. Por otro lado, para mí se tornó muy importante la cuestión de género. Las mujeres han sigo totalmente excluidas del mundo del capital. Cuando hago presentaciones en Estados Unidos suelo preguntar en qué año fue admitida la primera mujer en la Bolsa de Valores de Nueva York. El año fue 1975. Ese hecho solo, aislado, es tan elocuente de esta segregación absolutamente deliverada de la mitad de la población. Si uno piensa, como yo pienso, que todo poder político está cimentado sobre un poder material y económico, no resulta sorprendente cómo ha sido dividido el poder. Esto se transformó en algo muy central. No podía escribir un libro sobre el dinero sin escribir acerca de esta exclusión. Y es por eso también que la novela tiene esta estructura coral.

NOTICIAS: En un libro sobre el dinero, también uno puede descubrir que la plata es el gran relato.

Díaz: El dinero es esa ficción que permea todos los órdenes de la sociedad. No hay mucha diferencia entre el dinero real y el dinero de Monopoly. La diferencia es la fuerza del contrato. Cuán convincente es una ficción. Para decirlo en términos burdos y básicos, el dinero es un pedazo de papel y su poder de compra es ficticio y convencional, como un significante para la lengua. No hay una relación material con el significado. Y si esta ficción que es el dinero condiciona el modo en que vivimos nuestras vidas y nos relacionamos con los demás, por extensión, se me hizo necesario pensar cuál era el lugar de la ficción en general para todos.

NOTICIAS: La novela es también una historia sobre la vida de los ricos.

Díaz: Sí y el protagonista es un hombre rico haciendo el personaje de un hombre rico. Una ficción sobre otra ficción, como papeles de calco superpuestos. Lo que traté de evitar es lo que sucede en muchas novelas que critican el mundo de la riqueza. Empiezan con este punto de vista crítico, pero terminan embelesadas por el glamour de ese mundo. Es lo que sucede en las novelas de F. Scott Fitzgerald. Mi gran preocupación era no fetichizar el mundo de opulencia.

NOTICIAS: ¿No fueron siempre amadas por los norteamericanos estas figuras de ricos y poderosos?

Díaz: No necesariamente. También reciben una mirada muy crítica. No todo millonario es como un adalid del capitalismo y una figura heroica. Hay personajes como Henry Ford que están siendo muy cuestionados, por ejemplo, por su antisemitismo. Porque detrás de cada gran fortuna hay dolor. Un dolor que quiere ser tapado, reprimido e higienizado. El objetivo de cada fortuna es presentarse como algo aséptico. En el libro se habla de la limpieza del dinero. Eso es una falacia, porque la esclavitud está detrás de muchas de esas grandes fortunas.

 

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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