La literatura y la filosofía nunca han sido inmunes al influjo de los gatos. “Tu lomo condesciende a la morosa/caricia de mi mano. Has admitido, /desde la eternidad que ya es olvido,/ el amor de la mano recelosa./ En otro tiempo estás. Eres el dueño/ de un ámbito cerrado como un sueño”, escribió Jorge Luis Borges en su poema “A un gato”. Y no es el único que le dedicó a un felino textos de admiración o cariño.
El sello Blackie Books acaba de publicar una fantástica antología de literatura dedicada a los gatos. Se llama “El gran libro de los gatos. Los mejores relatos, ensayos y poemas de la literatura felina universal”. La edición es de Jorge de Cascante y está ilustrado por Alexandre Reverdin. Los textos están divididos en categorías como: Gatos buenos, Gatos que cruzan la calle, Gatos que todo lo saben, Gatos que no he vuelto a ver, etc.
La lista de autores que incluye y que han escrito desde cuentos hasta breves entradas en un diario, es impresionante: Italo Calvino, Julio Cortázar, Elsa Morante, Emily Dickinson, Federico García Lorca, Roald Dahl, Cabrera Infante, Saki, Edgar Allan Poe, Oscar Wilde, Charles Baudelaire y muchos otros. Para atesorar y consultar de vez en cuando.
También hace muy poco, el sello Sexto Piso publicó “Filosofía felina. Los gatos y el sentido de la vida” del filósofo y politólogo John Gray. Curiosamente, Gray afirma que “Los gatos no necesitan filosofía (…) la felicidad es ese estado en el que se instalan por defecto cuando desaparecen las amenazas de tipo práctico a su bienestar”. El libro esgrime razones muy fundamentadas por las cuales los humanos no podemos pretender someter a los felinos. Todo lo contrario, debemos aprender de ellos cuál es la mejor manera de alcanzar ¿la felicidad?. No, seguramente, no; pero sí al menos cierta calma racional para juzgar la realidad. Un volumen delicioso que compara con justicia estas tribus tan disímiles: la humana y la animal.
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