Traducida al castellano por la editorial española Pre-Textos, los libros de Louise Glück, flamante Premio Nobel de Literatura 2020, podrán conseguirse en pocos días en las librerías del país, según declaró Waldhuter, la distribuidora en la Argentina de los libros de Pre-Textos. "Averno", "Las siete edades", "El iris salvaje" (libro por el que Glück ganó el Premio Pulitzer), "Vita Nova", "Ararat" y "Padreras" serán los títulos que tendremos la posibilidad de leer en papel.
“Inconfundible voz poética que con austera belleza hace universal la existencia individual”, así describió el Comité encargado de elegir el Premio Nobel de Literatura, en la Academia Sueca, la poesía de la laureada escritora norteamericana.
Para adelantar la lectura, reproducimos tres poemas de las ediciones de Pre-textos.
Lago en el cráter
Entre el bien y el mal hubo una guerra.
Decidimos que el cuerpo fuese el bien.
Eso hizo que el mal fuese la muerte,
que el alma se volviera
completamente en contra de la muerte.
Como un soldado que desea
servir a un gran señor, el alma
desea cerrar filas con el cuerpo.
Se puso en contra de la oscuridad,
en contra de las formas de la muerte
que reconocía.
De dónde viene la voz
que dice: y si la guerra
fuese el mal, que dice
y si fue el cuerpo el que nos hizo esto,
nos hizo tener miedo del amor.
Averno (Pre-Textos)
El vestido
Se me secó el alma.
Como un alma arrojada al fuego,
pero no del todo,
no hasta la aniquilación. Sedienta,
siguió adelante. Crispada,
no por la soledad sino por la desconfianza,
el resultado de la violencia.
El espíritu, invitado a abandonar el cuerpo,
a quedar expuesto un momento,
temblando, como antes
de tu entrega a lo divino;
el espíritu fue seducido, debido a su soledad,
por la promesa de la gracia.
¿Cómo vas a volver a confiar
en el amor de otro ser?
Mi alma se marchitó y se encogió.
El cuerpo se convirtió en un vestido demasiado
grande
para ella.
Y cuando recuperé la esperanza,
era una esperanza completamente distinta.
Vita Nova (Pre-Textos)
Las siete edades
En mi primer sueño el mundo parecía
lo salado, lo amargo, lo prohibido, lo dulce
En mi segundo sueño descendía,
era humana, no veía nada de nada
bestia como soy
debía tocarlo, contenerlo
me escondí en la arboleda,
trabajé en los campos hasta que quedaron yermos
un tiempo
que nunca volverá-
el trigo seco en gravillas, cajones
de higos y aceitunas
Hasta amé alguna vez, a mi manera
repugnante, humana
y como todo el mundo llamé a ese logro
libertad erótica,
por absurdo que parezca
El trigo cosechado, almacenado; seca
la última fruta: el tiempo
que se acumula, sin usar,
¿también termina?
Las siete edades (Pre-Textos)
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