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CULTURA | 04-12-2019 12:19

Luis Chitarroni: volver a Latinoamérica

El curso que el crítico dictó en Malba rescata del olvido a los escritores del "boom". Borges, la joven literatura y el fin del libro.

Luis Chitarroni es uno de los críticos literarios más influyentes de la Argentina, capaz de llevar a la consideración de todos a autores olvidados o desconocidos o de cambiar los parámetros de lectura para abordar a un consagrado de la literatura.

Esa capacidad de leer creativamente la producción argentina y extranjera, lo convirtió en un actor esencial del campo editorial. Con una larga trayectoria en el rubro, desde la editorial “La bestia equilátera”, hoy se dedica a convertir en bestsellers a nombres casi desaparecidos del horizonte literario como Muriel Spark, Kurt Vonnegut, Michael McDowell o su último gran éxito, Elizabeth Taylor, autora de “Prohibido morir aquí”.

Escritor de ensayos y ficción, sus libros más conocidos son “El carapálida” y “Peripecias del no: diario de una novela inconclusa”. También es un notable docente. Y Malba Literatura es el espacio que aloja algunos de sus cursos. “Breve historia argentina de la literatura latinoamericana (a partir de Borges)”, es el libro que compendia su último seminario (Colección Cuadernos-Malba Literatura). Sobre las opiniones y lecturas vertidas en este texto giró el diálogo que mantuvo con NOTICIAS. “Fue una obra en conjunto con los alumnos, con su curiosidad y atención. Cuando eso no está, todo es un fracaso”, explicó a propósito de sus clases.

Noticias: En este curso usted trae a escena a la literatura latinoamericana, que estaba desaparecida de las lecturas de la Argentina.
Luis Chitarroni: Eso es lo que quería. Crecí leyendo autores latinoamericanos. Éste es casi un libro de memorias de lecturas de la década del '70, de los autores del boom, que eran una especie de farándula. Porque había una relevancia del escritor que ahora no está. Y eran famosas las parejas: Julio Cortázar y Carol Dunlop, Octavio Paz y Marie-Jo (María José Tramini),su mujer de entonces; Guillermo Cabrera Infante y Miriam Gómez. Todos eran personajes de un mundo que a lo mejor imaginábamos mejor de lo que era. Porque ni se producían tantas fiestas esplendorosas, ni se reunían tanto, ni estaban tan de acuerdo como creíamos. Durante el curso, me llamó la atención que los alumnos no hubieran oído hablar casi de Guillermo Cabrera Infante o de José Lezama Lima. Yo lo atribuí primero al hecho de que acá se había ocultado mucha información de Cuba. Pero estos dos escritores no estaban a favor de la revolución. Sobre ellos ha pesado una especie de castigo, te diría, capitalista. Cabrera infante se fue. Él había apoyado la revolución, pero logra después que se desembaracen de él y lo manden a Bélgica. Cuando vuelve escribe un libro terrible que se llama “Mapa copiado por un espía” y es sobre su estadía en Cuba cuando sabe que la revolución no va a tener otro remedio que ser soviética. Le tenía un odio casi personal a Fidel Castro. Mis alumnos tampoco conocían a Alejo Carpentier que es más estable en la prosa. Tal vez también, pienso en Lezama Lima, no sean buenos tiempos para el barroco. Hay tiempos para cada estilización literaria. El estilo de hoy es más directo. Nos hacen creer que se parece a la sinceridad. A la espontaneidad. Que también es discutible que sea un valor. Barthes decía que no era su don valorar la espontaneidad.

Noticias: ¿Esta ausencia de lecturas latinoamericanas podría deberse a que todos se están leyendo entre sí? 
Chitarroni: Valery dice algo significativo respecto de esto: estamos en una época en la que nadie es capaz de admitir que lee algo que no pueda escribir él mismo. Como si todos leyeran lo mismo que pueden escribir. Lo cual no estaría nada mal, sería un momento de homologación democrático. El escritor no tiene una supremacía por estar dotado.

Noticias: Borges parece seguir ocupando un lugar en la literatura argentina que no tiene reemplazo. ¿Lo ve así?
Chitarroni: Creo que finalmente ese lugar de Borges se ocupará por uno o por muchos. Yo soy viejo y todavía le adjudico ese rango que tenía cuando lo veía como figura pública. Hoy mi hijo no encuentra tantos motivos para admirar a ese señor que balbucea con una voz cavernosa. La poesía de Borges es la que más ha sufrido una especie de caducidad. Ha quedado muy retórico. Antes para mí lo retórico era Leopoldo Lugones u Olegario Andrade, por mencionar solo algunos. Cuando te leían eso en el colegio, no tenías ninguna relación de afinidad. Uno quería leer a Jack Kerouac. Algo del orden de la aventura existencial o vital y no de la retórica. 

Noticias: ¿Quiénes son en la literatura argentina los olvidados, los que hoy nadie lee? ¿Juan Carlos Onetti por ejemplo?
Chitarroni: Onetti fue muchos menos olvidado que Lezama Lima. Con todo, ha perdurado y hay algunos escritores argentinos donde uno puede encontrarlo, por ejemplo, en Ricardo Piglia o Luis Gusmán. Además, como en toda literatura, en la Argentina hay mucho escritor menor interesante. Por ejemplo, pese a escribir formalmente mal, es interesante Benito Lynch o Santiago Dabove. No es interesante Manuel Peyrou, que era un buen discípulo de Borges que repetía conceptos borgeanos. Y está olvidada una escritora extraordinaria que es Silvina Ocampo. Está tan olvidada como su gran amigo J. Rodolfo Wilcock. 

Noticias: César Aira ocupa un lugar central parecido al de Borges.
Chitarroni: Yo diría que no es un buen momento de Aira. Soy un gran admirador de él, pero no creo que en este momento esté donde estaba hace 5 años. Está todo muy disperso.

Noticias: Hoy hay una gran cantidad de gente joven escribiendo
Chitarroni: Y se leen entre sí. Ese sentido de eternidad que le damos a la literatura también está puesto en juego.

Noticias: Quiero llevarlo a su rol de editor. ¿Cómo interpreta la crisis que vive el libro?
Chitarroni: Es un momento de reemplazo del libro por modos de lectura alternativos. Uno sospecha que también el libro era un invento, en su momento novedoso, que sigue llamando la atención. Pero podría suceder que desaparezca finalmente, sin provocar tantos daños a la cultura. Y hasta con algunos beneficios. Hay algo autoritario en el hecho de querer imponer los que creemos que son valores del libro.

Malba Literatura

         

Malba Literatura. El departamento de Literatura de Malba es uno de los mejores espacios que brinda una institución abierta al público en general, para los interesados en esta disciplina. Dentro de sus programas hay cursos y seminarios, presentaciones de libros, conferencias y entrevistas públicas que involucran a escritores y críticos locales y del exterior.

Un parte importante del material que se genera en los cursos se divulga en la Colección Cuadernos. Dentro de este sello ya se han publicado “Juan José Saer: seamos realistas (a pesar de todo)” de Aníbal Jarkowski y “Breve historia argentina de la literatura latinoamericana (a partir de Borges)” de Luis Chitarroni. El próximo título será “Introducción a la literatura japonesa del siglo XX” de Anna Kazumi Stahl.

Otra de las actividades importantes que realiza Malba Literatura es la Residencia de Escritores Malba (REM), que le da a autores extranjeros la posibilidad de vivir 5 semanas en Buenos Aires, como parte de su desarrollo artístico y profesional. Cuenta con un jurado internacional que se renueva todos los años. 

La Fiesta de Lectura a museo cerrado (“Silent Reading Party”) es otro de los eventos que se organizan en todas las estaciones del año. Los lectores pueden acceder libremente a las distintas salas dispuestas para la lectura y tomar libros de arte, literatura e ilustración a través de la Biblioteca. El martes 11 de febrero de 2020 se celebrará la 10° edición.                                                     

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Adriana Lorusso

Adriana Lorusso

Editora de Cultura y columnista de Radio Perfil.

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