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CULTURA | 15-11-2019 11:03

Rodrigo Fresán: "Argentina está en constante estado de licuación"

El autor, radicado en Barcelona desde 1999, visitó el país para presentar el final de una trilogía ambiciosa y desafiante."Para leer libros que son como tomarte Coca Cola, prefiero tomarme una Coca Cola", señala a NOTICIAS.

La literatura sigue siendo un lugar de resistencia a los tiempos líquidos del siglo XXI. O al menos una parte de ella. Así lo demuestra la reciente publicación de las más de 700 páginas que conformaLa parte recordada (Literatura Random House, 2019) de Rodrigo Fresán. Con este libro, el autor argentino radicado en Barcelona desde 1999, concluye la trilogía conformada por La parte inventada (2014) y La parte soñada (2017), un total que roza las 2000 páginas sobre los mecanismos mentales que enfrenta un escritor ante la hoja (o pantalla) en blanco.

Luego de un 2018 exitoso en términos de reconocimiento, en el que le fueron concedidos en Francia el Roger Callois y en Estados Unidos el Best Translated Book Award a la mejor novela extranjera por las traducciones de La parte inventada, Fresán visitó a la Argentina tras su breve y fugaz visita en marzo para el festival LEER de San Isidro en marzo de este año. Esta trilogía de libros, que le llevó más de diez años de trabajo y lidiar con una serie de obsesiones, conforma un trabajo profundo sobre el impacto que tienen las referencias a la hora de toda creación artística, así como también los recuerdos personales.

"El mismo proceso, a pesar de ser arduo, fue muy placentero. Yo la paso muy bien escribiendo. De hecho, el el durante es donde más me divierto", señala Fresán en diálogo con NOTICIAS. En esa dirección, el autor de Historia Argentina, el best seller de los 90's que a su vez fue su primer libro, destaca el rol del editor en la obra de un escritor. En su caso, fue Claudio López Lamadrid quien lo incitó a la aventura de un proyecto tan ambicioso y a contracorriente de la inmediatez de la actualidad. "Ahora ya no quedan editores de autor y eso es algo que me produce cierto desconsuelo", reflexiona Fresán tras el fallecimiento de Lamadrid a principios de 2019.

"Mi teoría es que a partir de que Donald Trump gana la presidencia de Estados Unidos es un vale todo para la locura absoluta". 

Otro tema que parece llamarle la atención es el auge de la autoficción, un fenómeno que cobró impulso en los últimos años con el fenómeno de la hiperconectividad. "El principal impacto de las redes sociales sobre la literatura es de mega boom exagerado de la literatura del yo y la autoficción. Esa idea de que todo el mundo tiene una historia para contar y es la suya personal. Hay una fascinación de la persona por sí misma", destaca a esta revista en modo pausado, como si cada palabra fuera pensada varios segundos antes de ser dicha. A pesar de no estar interesado en la realidad como temática para su literatura, no puede dejar de ver lo que sucede en el mundo:  "Mi teoría es que a partir de que Donald Trump gana la presidencia de Estados Unidos es un vale todo para la locura absoluta". 

Noticias: ¿Cómo ve al país durante sus visitas tras los 4 años de macrismo?
Rodrigo Fresán: Yo vine el año pasado por el FILBA y en marzo de este año para el Festival LEER en San Isidro, lo cual fue una experiencia bastante extraña, porque no pasé por Buenos Aires, hice Ezeiza - San Isidro. No tengo mucha percepción, de todas maneras hablar 4 años de Macri u 8 años de Cristina, me parece que la Argentina es la Argentina siempre. Todos los sucesivos protagónicos esporádicos son circunstanciales, porque hay una cuestión de fondo.

Noticias: En esa dirección, ¿cómo se percibe lo que sucede en la región desde Europa?
Fresán: Mi teoría es que a partir de que Donald Trump gana la presidencia de Estados Unidos es un vale todo para la locura absoluta. Se pierde todo tipo de pretensión de cierta coherencia argumental y puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Europa tampoco está en un momento particularmente estable, está en un periodo de desintegración ideológica y territorial. Creo que en Europa en este momento están muy preocupados por Europa.

Noticias: El ascenso de VOX en España es parte de ese proceso, ¿no?
Fresán: Es un síntoma europeo. España era el único país en el que la ultraderecha no tenía representación parlamentaria y ahora tiene más de 50 diputados, van rápido.

Rodrigo Fresan

Noticias: Pasando a un plano más literario, ¿cómo se siente después de terminar esta trilogía que le llevó más de 10 años de trabajo?
Fresán: Es una misión cumplida, una sensación de plenitud, satisfacción, alivio y soltar el aire. El mismo proceso, a pesar de ser arduo, fue muy placentero. Yo la paso muy bien escribiendo. De hecho, el el durante es donde más me divierto. La publicación del libro es casi anticlimática. La sensación, además, es de haber hecho algo interesante. 

"La literatura argentina es más la literatura de lectores. Siempre digo que la patria de los escritores argentinos está más en sus bibliotecas que en su país"

Noticias: En muchas ocasiones, y en el libro mismo, remarcás el rol del editor en aventurarse a hacer este proyecto de la trilogía de más de 2000 páginas en total. 
Fresán: En principio, la idea era que La parte inventada empezara y terminara en sí mismo. Pero a mí me costó mucho sacudirme tanto al personaje como a la voz narradora para dar cuenta de sus idas y vueltas. En su momento lo consulté con Claudio López Lamadrid y como en tantas otras ocasiones me dijo "adelante". Es una suerte de héroe no tan secreto del libro, es claramente responsable. Él cumple una de las funciones más definitivas a las que puede acceder un editor, que es hacerte escribir libros que de otro modo no hubieras hecho. 

Noticias: ¿Quedan editores de ese estilo en la actualidad?
Fresán: Muy pocos. Es una escuela de editor que viene de la escuela anglosajona. El caso paradigmático, el santo patrono de todos ellos es Max Perkins, que trabajaba con F. Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway o Thomas Wolfe. Ahora ya no quedan editores de autor y eso es algo que me produce cierto desconsuelo. No es lo mismo ser un editor de libro: una obra puede funcionar muy bien, pero los lectores no van a seguir esa obra. En Argentina está el caso de Francisco "Paco" Porrúa, que en un momento fue marido de mi madre, editor de Cien Años de Soledad o Rayuela, pero son casos excepcionales.

La trilogía de libros que le llevó diez años de trabajo a Rodrigo Fresán.

Noticias: Justo nombrabas dos autores claves del boom latinoamericano. Desde los comienzos, su obra se posicionó desde la crítica como una especie de "posboom", ¿cómo ve ese fenómeno?
Fresán: Eso no fue una intención mía, yo no tengo ningún problema con el boom. Creo que los escritores argentinos en general no tienen ningún problema con el boom. Puedo ser "posboom" por una cuestión cronológica, pero si algunos autores tuvieron problemas con ese fenómeno es la generación de Piglia, Aira o Fogwill, la anterior a la nuestra.

Noticias: A nivel temático, la literatura del boom está bastante situada en territorios puntuales, con personajes muy latinoamericanos, algo que en sus libros no parece ser muy importante.
Fresán: La literatura argentina es más la literatura de lectores. Siempre digo que la patria de los escritores argentinos está más en sus bibliotecas que en su país, una patria diseñada a partir de lecturas Tampoco existe la idea de la gran novela argentina y de hecho, las grandes novelas son bastante raras.

"Para leer libros que son como tomarte Coca Cola, prefiero tomarme una Coca Cola".

Noticias: Incluso Borges, el gran escritor nacional, no escribía novelas.
Fresán: Además estaba en contra de la novela, le parecía un género tarado. 

Noticias: ¿Cómo se lleva con el miedo a no escribir?
Fresán: Nunca me pasó y no creo que me vaya a pasar. Tengo 9 libretas con mis 9 posibles libros. Es como tener dinero en el banco que no uso, porque mis últimos 4 libros no salieron de esas libretas. Nunca en la historia de la literatura se escribió tanto sobre no escribir como en esta trilogía de libros, pero a mí no me pasó. Tengo el problema contrario en todo caso, se me ocurren muchas cosas. Mi proceso de escritura es más de estar domesticando.

Noticias: ¿Y cómo lo domestica?
Fresán: A duras penas. Me inventé una forma de control que es no controlarlo. Mis libros suelen ser más inclusivos que exclusivos, cabe todo, incluso una vez terminados siguen asimilando información. Tratar de cambiar eso sería cómo modificar mi estilo.

Noticias: ¿La idea de productividad puede chocar con la escritura o trabarla?
Fresán: No en mi caso, aunque en la escritura de La parte inventada tuve un momento de pensar que tenía "Too much of nothing", como dice la canción de Bob Dylan. Estoy muy resignado a eso: mi proceso de escritura es como empezar a pintar un cuadro abstracto y luego convertirlo en algo figurativo.

Noticias: ¿Qué rol tienen en su obra las influencias artísticas y los recuerdos? Hay una idea de hipervínculo constante, ¿no?
Fresán: , soy un maníaco referencial totalmente asumido y orgulloso de serlo. Uno de mis primeros momentos de gran influencia fue en el año 67 con mi padre llegando a mi casa con la portada de Sgt. Peppers, recién aparecido y yo preguntándome quiénes eran. Es parte de mi estilo, invitar a todos a la fiesta. A diferencia de otros escritores, yo soy muy agradecido, mis largas listas al final de los libros suelen ser muy criticadas.

Noticias: Esa pulsión a las referencias también demanda un esfuerzo del lector. En una nota anterior hacía mención a la necesidad de exigirle tanto al lector como al escritor.
Fresán: Sí, hay una anécdota que a mí me gusta mucho de Vladimir Nabokov que en un momento le envía un cuento a su editora en The New Yorker. Ella le contestaba que estaba muy bueno, pero que iba a ser trabajoso para el lector promedio, a lo que Nabokov contestaba que no le parecía mal que le cueste un poco de trabajo leerlo a alguien si a él le costó escribirlo. Mis mejores experiencias como lector son las trabajosas, a mí me gusta eso. Para leer libros que son como tomarte Coca Cola, prefiero tomarme una Coca Cola.

Argentina está en constante estado de licuación. Mi recuerdo de Argentina es mucho anterior, de los años 60's, no de 1999 cuando me fui a Barcelona. No hago mucho trabajo de reflexión sobre la Argentina.
 

Noticias: ¿Y cuál sería su lector ideal?
Fresán: Siempre digo que mi lector ideal es alguien muy parecido a mí, un poco más inteligente que yo. Calculo que el lector de 50 sombras de Grey no se va a interesar por mis libros, o quizás sí, hay gente rara en todas partes. Ser lector es una ocupación muy interesante, a veces me gustaría ser un lector puro, que no tiene intensiones de ser escritor. Nunca conocí la felicidad pura de leer a secas, debe ser genial. 

Noticias: ¿Qué desafíos tiene la literatura ante tanto estímulo textual en las múltiples pantallas?
Fresán: A mí me tocó vivir la época en la que entrabas al subte y había personas leyendo y no mirando teléfonos. No sé si era un mundo mejor, pero era un mundo más interesante. Supongo que el desafío es distraerte de eso y reafirmar que hay otra forma de escribir y de leer sin una carita o un corazón al final. A mí me sorprende, y me pasa cada vez más seguido, cuando alguien me dice "Yo no leo". Me impresiona eso de pasar por la vida privándote de algo tan bueno y que sigue siendo bastante económico y asequible: hay bibliotecas públicas, se pueden robar libros de librerías. Leer y escribir, en definitiva, son dos de las cosas que más nos separan del resto de los animales. 

Noticias: En ese sentido, ¿se puede pensar como un gesto desafiante lanzar esta trilogía extensa en una época en la que la atención está en disputa?
Fresán: Yo no puedo pensar en eso, yo puedo pensar en escribir el mejor libro posible e intentar hacerlo. El tamaño de los libros fue algo a tener consideración, pero no fue lo importante. No podían ser de otra manera.

Noticias: ¿Cómo se lleva con el éxito? Más teniendo en cuenta que desde su primer libro, Historia Argentina, tuvo un muy buen recibimiento.
Fresán: En el momento en el que salió el primer libro fue genial, no porque solo haya sido gratificante. Recuerdo haberme ido a dormir una noche sin ser nadie y a la mañana siguiente ser "famoso". El libro entró como número 1 en ventas y todavía hay muchas personas intentando explicar ese fenómeno.

Noticias: ¿Cuál es su hipótesis?
Fresán: Yo creo que fue el título. La editorial estaba bastante insegura, por que podía ser un poco confuso, pero fue la confusión la que lo benefició. Muchas personas me contaron que había embajadas que compraban de a 50 libros para regalárselos a sus invitados. No hubo una idea engañosa, porque el libro no se podía llamar de otra forma, es irreprochable. Haber rendido con esa asignatura con el primer libro fue aliviador. Mi segundo libro fue catastrófico en ese sentido, pero yo mismo hice una autodemolición. 

Noticias: ¿Tuvo algún temor de que la expresión "mi inexistente país de origen" para referirse a la Argentina fuera tomada de manera antipática?
Fresán: No recuerdo que haya producido ningún tipo de malestar a nadie. De todas maneras, no deja de ser verdad (risas). Argentina está en constante estado de licuación. Mi recuerdo de Argentina es mucho anterior, de los años 60's, no de 1999 cuando me fui a Barcelona. No hago mucho trabajo de reflexión sobre la Argentina.

Noticias: ¿Por qué?
Fresán: No soy ese tipo de escritor. La realidad no es algo que me interese especialmente a la hora de escribir.

la literatura siempre ha gozado de buena salud más allá de cualquier momento histórico, lo cual también puede ser un problema.
 

Noticias: ¿Cuál es su panorama de la literatura argentina? En los últimos tiempos hubo mucha aceptación por las escritoras mujeres, como Mariana Enríquez, Selva Almada o Samantha Schweblin.
Fresán: En el caso de Mariana leí la novela que ganó el Premio Herralde y es un libro genial. A mí me interesan los buenos libros, no me impongo leer libros de escritoras argentinas, o autores jóvenes. Toda la circunstancia del DNI del libro me parece secundaria. Sí me parece que la literatura siempre ha gozado de buena salud más allá de cualquier momento histórico, lo cual también puede ser un problema.

Noticias: ¿Por qué sería un problema?
Fresán: Para la difusión internacional, se dificulta la traducción por ejemplo.

Noticias: ¿Cómo puede posicionarse un escritor sudamericano?
Fresán: Depende de cuestiones totalmente azarosas. Una reseña, un comentario, una recomendación, muchas veces por cuestiones extra literarias. El trabajo del escritor es escribir el mejor libro posible, el resto no debería preocuparse. Trabajar para el éxito es un trabajo que no va a dar mucho fruto, porque es el azar el que define.

Noticias: Por último, ¿cómo afectaron las redes sociales a la literatura?
Fresán: Si Twitter genera la "gran novela Twitter" y es genial, hay que sacarse el sombrero. Pero estamos esperando todavía. El principal impacto de las redes sociales sobre la literatura es de mega boom exagerado de la literatura del yo y la autoficción. Esa idea de que todo el mundo tiene una historia para contar y es la suya personal. Hay una fascinación de la persona por sí misma y, a la vez, hay un efecto impreciso: tener 25.000 likes en una cosa publicada en internet no significa tener 25.000 lectores, aunque se suele a pensar que es lo mismo.  

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Gustavo Yuste

Gustavo Yuste

Periodista de Cultura

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