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CULTURA | 09-07-2021 00:02

Santa María de Oro, el cura revolucionario

En la declaración de la Independencia, el fraile tuvo un rol clave. Sus contactos con San Martín y su parentesco con Sarmiento.

Fray Justo Santa María de Oro y Albarracín fue un religioso argentino, nacido el 30 de julio de 1772 en la Provincia de San Juan. Este cura, que dejó para la historia su frase “hay que consultar a los pueblos”, tuvo un rol clave en el proceso de la independencia.

El fray era hijo de Juan Miguel de Oro Bustamante y Cossio y Elena Albarracin Ladron de Guevara, y a los 17 años ingresó en el Convento de Santo Domingo dispuesto a abrazar la carrera eclesiástica. Profesó en el Convento de la Recoleta (Santiago de Chile) y luego pasó a dictar cátedra de Teología en la Universidad de San Felipe. En 1809 viajó a Europa con el objeto de interesar a las autoridades en la construcción de una escuela para estudios eclesiásticos, gestión que alcanzó un éxito total.

En 1814 su vida tomó un rumbo distinto. En un viaje a Mendoza conoció al general San Martín. Luego de trabar relación, el fraile ayudó a que el héroe de la revolución llegará con sus comunicados a todos los lugares necesarios para que se lograra la independencia. Sus contactos con sus hermanos de la Orden de los Dominicos de Chile, hicieron que San Martín pudiera enviar los correos secretos por medio de ellos. Fue un instrumento clave de comunicación para el libertador.

Por su cercanía con el mundo patrio, fue elegido diputado por la provincia de San Juan en el Congreso del  9 de julio de 1816. Sus célebres frases fueron: “Hay que consultar a los pueblos” y “se dará la batalla a favor de la soberanía del pueblo”.  Su impulso al fervor repúblicano fue clave para que haya este tipo de gobierno y no una monarquía.

Además, el fray era tío segundo de Domingo Faustino Sarmiento. Un especialista en la vida de Justo Santa María de Oro es Eduardo Carelli Russo, profesor de Historia de la Universidad Nacional de San Juan.

Noticias: ¿Usted nos puede explicar de los sucesos ocurridos en el Congreso de Tucumán en 1816?

Eduardo Carelli Russo: La declaración de la independencia se dio el 9 de julio y pocos días después, el 15 de julio, se llevó adelante el debate de la forma de gobierno. Ese día toma la palabra Fray Justo Santa María de Oro y sostuvo que para declarar una forma de gobierno lo que tenía que suceder era que se “debía consultar la voluntad de los pueblos que habían elegido a los congresales y que los pueblos decidan, cuál sería su forma de gobierno”. El sostenía que a lo sumo el Congreso lo que podía hacer es dar un reglamento provisional de gobierno. Pero bajo ningún punto de vista podía establecer una forma de gobierno.

Noticias: ¿Cuál era la forma de gobierno que en ese momento la mayoría sostenía?  

Carelli Russo: En ese momento la forma de gobierno que era más aceptada, por los principales representantes y líderes políticos como San Martín, Belgrano, el propio Rivadavia en Buenos Aires, era la de una monarquía atemperada, una monarquía constitucional parlamentaria. Y esta era un poco la idea que se tenía para que se estableciera como forma de gobierno en el Congreso de Tucumán. No solamente la declaración de la independencia. Un poco Fray Justo Santa María de Oro lo evitó, porque él explicó en el Congreso de Tucumán que evidentemente la mayoría prefería esta forma de gobierno, de monarquía temperada y que como él no estaba de acuerdo con que se dictara una forma de gobierno. Solicitó que se le permitiera retirarse a un monasterio, cercano a la ciudad de Tucumán, donde él estaba alojado. De hecho así lo hizo, se retiró del Congreso y afirmó que solo iba ir al Congreso si era obligado por éste a asistir.

Noticias: ¿Usted qué nos puede contar sobre la célebre frase del Fray Santa María de Oro “Hay que consultar a los pueblos”?

Carelli Russo: A partir de esta posición que tiene Fray Justo Santa María de Oro, los historiadores nos hemos dividido en dos corrientes. Una que dice que Fray Justo era republicano y por lo tanto se opuso a una forma de gobierno monárquica, ya sea temperada, parlamentaria o constitucional. Y otra corriente dice que Fray Justo se negó a definir forma de gobierno porque él entendía que no tenía el poder del pueblo para participar de ese tipo de decisión.

 

* Por Nadia Brizuela, alumna de la Escuela de Comunicación de Perfil.

 

 

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