La artista, curadora y gestora cultural argentina Ximena Caminos es una firme creyente en el poder transformador del arte. Para ella, el arte no solo transmite belleza: también puede preservarla. Radicada en Miami Beach desde hace más de una década, su trabajo más reciente —The ReefLine— es un testimonio de cómo creatividad, ciencia y activismo pueden converger en una misión común: proteger el planeta.
The ReefLine es un proyecto pionero que combina arte contemporáneo, conservación marina y diseño sostenible. Su objetivo es restaurar un tramo esencial del Florida Reef Tract —el tercer sistema de arrecifes de coral más grande del mundo—, fomentar la biodiversidad marina, proteger la línea costera ante la erosión y el aumento del nivel del mar, y educar al público sobre la conservación oceánica a través de un parque submarino de esculturas ecológicas.
Este museo subacuático se extenderá a lo largo de 11 kilómetros frente a la costa de Miami, a solo 300 metros de la orilla, donde será visible desde tierra firme. Además de ser una atracción para buceadores y amantes del snorkel, funcionará como un arrecife artificial que revivirá un ecosistema que antes estaba asfixiado.
Una sinfonía de arte, ciencia y arquitectura
El proyecto es liderado por Caminos, quien coordina un equipo interdisciplinario que incluye biólogos marinos, ingenieros costeros y artistas internacionales. El estudio de arquitectura OMA, dirigido por Shohei Shigematsu, está a cargo del diseño integral del parque.
La primera fase del proyecto, programada para comenzar en la primavera de 2025, incluye la instalación de Concrete Coral, una obra de Leandro Erlich. Se trata de una recreación sumergida de su instalación Order of Importance (2019), un atasco de tráfico formado por 22 automóviles de concreto, listos para ser colonizados por la vida marina. Es una metáfora poderosa de cómo transformar los efectos negativos del desarrollo humano en nuevas oportunidades de vida.
Otras piezas destacadas incluyen Miami Reef Star de Carlos Betancourt y Alberto Latorre, una escultura de 90 pies compuesta por módulos estelares impresos en 3D que sirven como hábitats marinos híbridos; Heart of Okeanos, de Petroc Sesti, una escultura que emula el corazón de una ballena azul; y módulos geométricos diseñados por OMA que funcionarán como rompeolas vivos y conectores entre las diferentes instalaciones artísticas.
Tecnologías avanzadas como el concreto sostenible CarbonXinc y el dispositivo Coral Lok, que acelera la regeneración coralina, forman parte del proyecto. Así, The ReefLine no solo ofrece una experiencia artística sin precedentes, sino también una solución tangible para la restauración ecológica.
“El objetivo es realizar una especie de ‘acupuntura marina’ para mitigar los efectos del cambio climático mientras se educa a la comunidad sobre la importancia de preservar los océanos”, explica Caminos. El proyecto, financiado con 5 millones de dólares por la Ciudad de Miami Beach, es desarrollado por la organización BlueLab Preservation Society.
Un premio azul para el arte comprometido
En junio de 2025, durante la prestigiosa Hydra Week en Grecia —un evento que reunió a figuras como Jeff Koons, Maurizio Cattelan y Lisa Phillips— Caminos anunció el lanzamiento del Blue Arts Award, una iniciativa que convoca a artistas de todo el mundo a crear esculturas submarinas que funcionen como arrecifes artificiales.
“La desaparición de las esponjas marinas en Hydra es una advertencia silenciosa de lo que podemos perder. Creo en el poder del arte para despertar conciencias e inspirar acciones que protejan nuestros mares”, afirmó Caminos durante el lanzamiento.
Con el asesoramiento estratégico de András Szántó, el jurado del premio estará compuesto por curadores de renombre internacional. Los quince nominadores invitarán a artistas cuyo trabajo explore la justicia climática y ecológica. En diciembre de 2025, durante la Miami Art Week, se anunciarán hasta cinco finalistas. Cada uno recibirá un honorario de USD 2.000 y participará de un programa inmersivo en Miami Beach con actividades de investigación, talleres sobre coral y visitas científicas. El ganador recibirá USD 25.000 y hasta USD 300.000 para producir e instalar su obra en 2027 como parte de la Fase 3 de The ReefLine.
“Con el Blue Arts Award invitamos a artistas a soñar en la escala del océano. Esta iniciativa profundiza nuestra misión de entrelazar cultura y conservación: dar vida a esculturas que nos conmuevan y, al mismo tiempo, regeneren ecosistemas marinos”, afirma Ximena Caminos, en un contexto donde el cambio climático exige respuestas urgentes y demostrar que el arte puede ser más que contemplación: puede ser acción. The ReefLine es prueba de ello, y representa una nueva forma de pensar el vínculo entre creatividad, naturaleza y futuro.
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