CUATRO ESTRELLAS
La serie que narra la vida de Guillermo Coppola responde a una de las grandes preguntas de la Humanidad: ¿existen los personajes de la ficción? Bueno, Coppola es, sin la menor duda, otro nombre para Isidoro Cañones, tal cual lo refleja esta miniserie que cuenta con grandes aciertos (que Diego Maradona siempre esté fuera de campo, la enorme cantidad de referencias cinéfilas y pop tratadas con olor a parodia, etcétera) para pintar a un personaje que, en el fondo, es trágico.
La vida desenfrenada y desenfadada que interpreta de modo perfecto un desaforado Juan Minujín (preciso en su desafuero, digámoslo) no es más que un enorme vacío, llenado por una serie de personajes que, en algunos casos, permiten comprender el patetismo de cierta idea del “éxito” en nuestro país.
Los noventa nunca se vieron mejor, con la crueldad y la ternura justas.
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