*** (Tres estrellas)
Los franceses llaman “succès d´estime” a esas obras que son muy apreciadas aunque no son masivas. Bueno, eso es La hija oscura, un film del que todos hablan y que trata de una mujer que se va de vacaciones a una isla griega y allí, por un encuentro fortuito y una muñeca robada, reexamina el momento en que decidió abandonar a sus hijas pequeñas, veinte años antes.
Aunque tiene momentos muy buenos, también hay elementos que funcionan de manera “simbólica” más en el guión que en la imagen (toda la trama de la muñeca deriva en el absurdo). Pero el verdadero tema es la incomodidad, ser alguien que ha vivido algo a contramano de lo que se supone (solo se supone) “natural”.
Más allá de algunos vicios formales (el uso abusivo de la cámara demasiado cerca para crear “inmersión” e “identificación”), el trabajo de Olivia Colman permite que se transmita cabalmente la idea central.
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