“Trabajar toda la noche para preparar presentaciones en PowerPoint. Ingresar números en hojas de cálculo de Excel. Afinar el lenguaje en documentos financieros esotéricos que quizá ninguna otra alma lea nunca. Desde hace mucho tiempo, estas tareas fatigosas han sido un rito de iniciación en la banca de inversión, una industria en la cima de la pirámide corporativa que cada año atrae a miles de jóvenes por el prestigio y dinero que promete. O que prometía, hasta ahora”, destacó Rob Copeland, autor de “El Fondo: Ray Dalio, Bridgewater Associates y el desenmarañamiento de una leyenda de Wall Street”, en su columna de The New York Times.
El periodista económico, especializado en dar a conocer los rumores y los corredores de Wall Street, se refirió a los avances de las IA en la labor diaria en el ambiente financiero de ese sector de la ciudad neoyorquina. “La inteligencia artificial generativa (IA) ya llegó a Wall Street. Y los bancos de inversión, habituados desde hace mucho a los cambios culturales, se están convirtiendo a paso acelerado en la primera prueba de que esta nueva tecnología no solo complementa, sino que podría remplazar grupos enteros de trabajadores”, detalló el reportero al medio.
Según el artículo, los empleos que corren un riesgo más inmediato son los de los analistas del nivel más bajo en el sector de banca de inversión, que dedican muchísimas horas a aprender los componentes fundamentales de las finanzas corporativas, como las tremendas complejidades de las fusiones, las ofertas públicas y las operaciones con bonos. Ahora, la IA puede realizar gran parte de ese trabajo, mucho más rápido.
“La estructura de estos empleos se ha mantenido casi inmutable por lo menos desde hace una década”, señaló Julia Dhar, directora del Laboratorio de Ciencias de la Conducta de la consultora BCG, que orienta a bancos importantes en su experimentación con la IA. Sin embargo, esto cambiaria por los nuevos softwares, que se instala en los bancos, que no solo transformarían el arco de una trayectoria profesional en Wall Street, sino que, en esencia, se elimina la necesidad de contratar miles de nuevos egresados universitarios.
Goldman Sachs, Morgan Stanley y otros bancos de inversiones debaten cuánto pueden reducir el grupo de analistas nuevos, según varias personas que participan en las conversaciones directivas, dio a conocer el periódico estadounidense. La propuesta más contundente es la eliminación de hasta dos terceras partes del número de contrataciones de analistas de menor categoría y reducir el sueldo de aquellos que sí contraten, en vista de que no tendrán que realizar un trabajo tan desgastante como antes.
Christoph Rabenseifner, director de estrategias para tecnología, datos e innovación en Deutsche Bank, destacó: “Es sencillamente remplazar a los analistas de menor categoría con una herramienta de IA”, aunque añadió que no dejará de ser necesaria la intervención humana. Accenture, la gigantesca firma de consultoría y recursos humanos, calculó que la IA podría remplazar o complementar casi tres cuartas partes de las horas de trabajo de los empleados bancarios en toda la industria.
Esta semana, el director ejecutivo de JPMorgan Chase, Jamie Dimon, escribió en su carta anual a los accionistas que la IA “podría reducir ciertas categorías de empleo o cargos” e identificó a la tecnología como uno de los problemas más importantes que enfrenta el mayor banco de los Estados Unidos. El directivo equiparó sus consecuencias a las que tuvieron “la imprenta, la máquina de vapor, la electricidad, la computación y el internet, entre otros”.
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