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ECONOMíA | 01-06-2021 19:19

Renegociación de la deuda: ¿Cómo sigue la cuenta regresiva?

Argentina tiene 59 días para regularizar su mora con los acreedores del Club de Paris, pero previamente necesita reconvenir los vencimientos con el FMI.

A partir del primer día de junio, Argentina empezó a transitar el camino al default. Es que el lunes 31 de mayo vencía el plazo para que el acreedor pagar los US$ 2.400 millones convenidos en su oportunidad por el entonces ministro de Economía Axel Kicillof como la forma de cancelar el préstamo que los países miembros de tal selecto “club” (países acreedores de la Argentina desde hace más de medio siglo) tenían en mora desde que en algún momento había acudido al salvataje del deudor en eterna emergencia. Por ejemplo, en el fatídico “blindaje” de Machinea y de la Rúa, algunos gobiernos europeos aportaron a modo de préstamo puente.

Pero, a diferencia con lo que ocurre con algunas naciones paupérrimas, Argentina no está en los rankings del Banco Mundial en el fondo de la tabla. Fue descendiendo posiciones, pero aún sigue siendo un país de “ingresos medios”, por lo que, en esta visión, no merece condonación de capital o intereses, sino facilidades y tiempo para pagar. Y en eso están.

Reservas internacionales

A partir del 1° de junio, el país entró en mora, pero no disparan, todavía, las penalidades oportunamente acordadas por el actual Gobernador de Buenos Aires: si no media acuerdo alguno, aumentaría automáticamente del 3,5 al 4,5% anual de interés al doble pero aplicado retroactivamente al 2014 cuando se pactaron tales condiciones. En aquel momento, el kirchnerismo tomó la iniciativa de romper el bloqueo de los holdouts y comenzó a regularizar su situación financiera internacional. Pero todo quedó en la nada y finalmente el arreglo con los “buitres” lo terminaron cerrando la dupla Prat Gay y Caputo a principios de 2016.

Los analistas locales ya habían descontado que el pago no se realizaría, pero también le quitaron la trascendencia porque en sus dos recientes giras europeas, el ministro Martín Guzmán había sido advertido que no habría en esta instancia un “waiver” sin antes tener solucionado las cuentas con el FMI. Y allí, y no en el Club de Paris, está el problema. Aún con el maná caído del cielo de los US$ 4.200 millones en concepto de derechos especiales de giro (DEG) que el Fondo Monetario asignó a todos los países miembros que lo precisaban para la coyuntura pandémica, el aumento récord del ingreso de divisas por el crecimiento de las exportaciones y la compra de reservas, el Tesoro podría hacer frente a los compromisos internacionales sólo por este año.

Próximos vencimientos

Para 2022 la cuenta se pone en cero de nuevo, no habrá regalo del FMI y la cuenta es aún más abultada para saldar, con el calendario soplando en la nuca del equipo económico: entre las elecciones y los primeros vencimientos fuertes del año próximo no hay mas de tres meses. La moneda estará en el aire: liberación (de deudas) o dependencia (de los que nos prestan).

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Tristán Rodríguez Loredo

Tristán Rodríguez Loredo

Editor de Economía.

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