El Presidente lo repite una y otra vez: se propone levantar el país como lo hizo cuando asistía a Néstor Kirchner desde 2003 hasta su renuncia, cinco años más tarde. Una de las claves de la recuperación que incluía “tasas chinas” de crecimiento fue el aumento del valor de las exportaciones agropecuarias, sobre todo la soja que no incidía en “la mesa de los argentinos”. Casi cuadruplicó los valores deprimidos que le tocaron a la Alianza, rozando los US$ 700 la tonelada y creando un caldo de cultivo para las retenciones móviles de la resolución 125.
Hoy, con la soja arriba de los US$ 430 y el cambio favorable de la coyuntura económica internacional para los productores de materias primas, el “yuyito” vuelve a ser una tabla de salvación para una economía que no genera tantas divisas como la obsesión por el dólar demanda.
por R.N.
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