La pobreza finalizó en 2019 afectando al 35,5% de la población, según difundió hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). Son datos del segundo semestre del año pasado y suponen un alza respecto del 32% medido en el mismo periodo de 2018.
El 35,5%, que implica unos 16 millones de pobres, sentencia el final del gobierno de Mauricio Macri, que había pedido que se juzgara su actuación según la evolución de este índice. Él había recibido el poder a fines de 2015 cuando el 26,9% de los argentinos era pobre, de acuerdo con el cálculo que elaboraron en la Universidad de San Martín los expertos Daniel Schteingart, Guido Zack y Federico Favata. No hay punto de comparación dentro del Indec, pues en aquel tiempo estaba sometido a la manipulación del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Pero a partir de aquel cálculo de la casa de estudios bonaerense puede advertirse que la falta de ingresos para cubrir la canasta básica creció en 8,4 puntos porcentuales en cuatro años. Unos 3,8 millones de personas se empobrecieron en cuatro años. Atrás quedó la promesa de pobreza cero. Y la crisis del coronavirus amenaza con agravar el drama.
El alza terminó siendo menor al que había calculado la Universidad Católica Argentina (UCA) en los últimos días del gobierno de Macri. Entonces, la UCA había hablado de 40% en el segundo semestre de 2019.
La indigencia, es decir, la cantidad de pobres que ni siquiera cubran la canasta básica alimentaria, subió del 6,7% a fines de 2018 al 8% a fines de 2019. Unos 3,6 millones de argentinos carece de los ingresos suficientes para comer lo necesario. Todo un dato en un país productor de alimentos para 400 millones de personas.
Los peores indicadores de pobreza se registraron en el Gran Buenos Aires (40,5%), Formosa (41,6%), Posadas (41,3%), Salta (45,5%), Santiago del Estero (45,2%) y Concordia (Entre Ríos, 51,1%). Aquí, adjuntamos un video de la TV alemana sobre los niños wichis que mueren por desnutrición en Salta.
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