En un reciente paper elaborado por la Massachusetts Institute of Technology (MIT), el economista argentino Ivan Wering advierte sobre las condiciones actuales de la economía argentina y señala porque la dolarización propuesta, entre otros, por el precandidato a presidente de la Libertad Avanza, Javier Milei, no son las adecuadas para el desarrollo del país.
En el escrito “Dollarization dynamics”, el economista y sus dos coautores, Tomás Caravello y Pedro Martínez-Bruera, plantean casos previos de dolarización que llevaron adelante países como Ecuador y Zimbawe, además del caso desdolarización que encaró Panamá. Teniendo en cuenta esas experiencias, el paper analiza los riesgos y problemas que implica llevar adelante este tipo de propuestas en un contexto de falta de crédito y escasez de dólares en las reservas del Banco Central.
El informe señala que, más allá del concepto simple de cambiar pesos a dólares al tipo de cambio que daría en ese hipotético momento, habría que pensar en las cuestiones de fondo que este paso conllevaría. Según el análisis, una medida de este tipo en un contexto de escasez de dólares puede llevar a un “shock”, que implica una caída del consumo, una moneda que se precia como consecuencia del cambio de signo, lo que repercutiría en una brusca baja de los salarios. También, se estima una caída inicial de los precios que es seguida de una apreciación gradual y una inflación positiva.
Es por ese motivo que los autores describen que una dolarización en el actual contexto de falta de divisas llevaría a la economía a una recesión en una primera instancia. Manteniendo las rigideces nominales, la economía entraría primero en una recesión, incluso si se permite que los precios y los salarios se ajusten de forma flexible en función del impacto. Más allá que puede venir una repentina recuperación de la actividad, el destino inevitable resulta ser el estado estacionario. Es decir, un enfriamiento de la economía sin crecimiento alguno.
Finalmente, el paper de Werning advierte, por supuesto, que, más allá de los efectos de la macro, muchas veces dejados de lado, están también los costos habituales: como la pérdida de independencia de la política monetaria. “El costo de perder una política monetaria independiente es esencialmente el de un régimen de cambio fijo o unión monetaria”, confirmó Werning.
Sobre la base de un “un modelo macromonetario de economía abierta” se concluyó que una dolarización con escasez de dólares provoca un “sudden stop”, un concepto inspirado en un artículo del difunto Rudi Dornbusch (MIT) y Alejandro Werner sobre México. Allí contaba que “no es la velocidad lo que mata, es la parada repentina”.“Las consecuencias son que, si los precios y los salarios son completamente flexibles, necesitamos una fuerte devaluación real, una caída en el precio de los bienes no transables y los salarios en términos de dólares. Luego, los precios y los salarios subirán a su estado estacionario”, vaticinó Werning y agregó: “Entonces la recesión inicial es peor, por supuesto, pero aún tendremos inflación”.
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