En mi programa “Cita con vos misma online”, que tiene como objetivo acompañar, motivar y transmitir los conocimientos más importantes para desarrollar proyectos de mujeres emprendedoras, la convicción juega un papel muy importante.
La primera parte del programa tiene el foco puesto en las emociones, ya que son las que definen nuestras acciones. Al momento de tomar una decisión, hay una emoción previa que determina esa acción. Por este motivo es tan importante conocer desde donde comenzamos a emprender. Es el camino más saludable desde mi mirada, para poder tener la fortaleza de transitar este camino que nos espera.
Lo que pensamos, lo que hablamos, lo que nos decimos y lo que hacemos con eso que nos decimos, forja en nosotros la actitud de cómo vamos a transitar el proyecto.
Reconocernos entonces en cada situación nueva que vamos transitando en este camino de emprender, nos da la posibilidad de descubrirnos y de gestionar nuestro autoconocimiento.
La convicción es la puerta de entrada a nuestro proyecto, es la que nos impulsará a comenzar, a limitar a aquellos que no confían en nuestra propia confianza (a lo cuales solo debemos darles el espacio para escuchar y luego ver qué hacemos con esa información) y a disfrutar de nuestros logros.
Trabajar entonces en la gestión de estar lo más alineados/as con la convicción de que sí quiero llevar adelante este emprendimiento y que sí voy a contribuir a la sociedad con mi gestión, debería tomar toda nuestra energía.
Emprendemos para mejorar nuestra calidad de vida, para transitar en lo posible nuestro propósito y como consecuencia, trabajar de lo que amamos hacer.
Lograr que nuestra convicción sea lo suficientemente poderosa, es la clave para comenzar a emprender, lograr sostener y acompañar nuestro proyecto durante la primera etapa y hacerlo escalar.
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por CEDOC
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