Una salida elegante a la represión de tu voz interior

La adolescencia es ese momento donde se producen muchísimos cambios en la vida de una persona joven, no sólo a nivel físico y hormonal, sino también a nivel cognitivo, de creencias, nuevas inquietudes, nuevos problemas. “Es un momento delicado en el que los cambios son demasiado vertiginosos para acomodarlos a los esquemas que han ido creándose hasta el momento, por lo que hay un gran movimiento emocional dentro de la persona, toda una montaña rusa de sentimientos y miedos. Todo este torbellino de experiencias y emociones intensas crea muchas veces la necesidad de plasmar esto en algún sitio, de sacarlo fuera, y no todo se puede compartir”, aclara María Laura Tramanone, acompañante en Biodescodificación, Experta en Psiconeuroinmunología y Coach Ontológico Profesional.

- ¿Cuál es el rol de las redes en todo este entramado emocional y cuál sería una forma óptima de tramitar todos estos cambios que se presentan?

Las nuevas tecnologías también han creado una vía de escape para sacar fuera eso que aún no saben muy bien cómo expresar, con el riesgo que eso conlleva al compartir en exceso lo que debería ser más íntimo. Los diarios íntimos o simplemente plasmar en hojas a través de la escritura lo que pasa en nuestro interior, es una práctica que algunos adolescentes suelen tomar como recurso. Normalmente esta práctica se va abandonando al madurar, por las nuevas obligaciones, el ritmo de vida, la falta de tiempo o, simplemente, porque se piensa que es algo más característico de adolescentes, y simplemente dejamos de hacerlo.

- ¿De qué manera ayuda la escritura?

La escritura expresiva da forma a nuestra visión del mundo y de nosotros mismos. Algunos investigadores han demostrado que escribiendo y editando nuestras propias historias, se puede cambiar la percepción que se tiene de nosotros mismos y determinar los obstáculos, que se detectarán al releer lo escrito, y que se interponen en el camino hacia nuestro bienestar personal. Con el tiempo y la ayuda de decenas de investigaciones, hoy se sabe que la escritura expresiva provoca una serie de efectos en cascada sobre la salud física y mental, reordenando el pensamiento: estimula la protección inmunológica, relaja y mejora la calidad del sueño, ayuda a controlar la presión arterial, entre otros muchos beneficios.

Da igual redactar mejor o peor, eso aquí no importa en absoluto, lo importante es que se pueda sacar fuera lo que hay dentro, permitir que la emoción haga su curva y experimentar en uno mismo todos los beneficios. Es hora de escribir una bonita historia.

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