“Hoy, a pesar de las dificultades, las empresas evalúan diferentes iniciativas para hacer frente al impacto de la crisis en el mercado laboral. Algunas compañías, por ejemplo, han adelantado el pago de los bonos anuales de 2023 que por una cuestión de proceso se pagan normalmente en marzo, a los meses de enero y febrero, para minimizar los impactos inflacionarios”, destacó Alejandro Cerviño, recruiting head de CoEducation.
Según un estudio de la consultora, de acuerdo al relevamiento efectuado en distintas compañías, tan solo el 1% de las empresas planea dar un aumento por única vez, mientras que el 70% planea otorgar entre 4 y 6 aumentos anuales. Esto se debe a un fenómeno que vincula los despidos masivos en varias empresas, y en organismos estatales, con la falta de mano de obra calificada que les interese mantener su puesto laboral, reasignándosele otras tareas en su área.
“Las empresas están empezando a recortar personal. Hay industrias muy afectadas por la baja de consumo y que están implementando planes de despidos o suspensiones. Hay muchas personas que ya están buscando trabajo. Algunas como la construcción y la textil están muy golpeadas, por los costos que subieron. Sin embargo, hay otras industrias donde todavía se busca talento como tecnología, minería, oil and gas, el agro sigue funcionando bien y sobre todo asesoría financiera, fintech, ahí hay mucha oferta”, afirmó Maia Martínez Mornaghi, partner de CoEducation, consultora que brinda servicios de Recursos Humanos.
Los analistas explicaron que el impacto en el talento ha sido doble: por un lado, aquellos que aún conservan sus empleos, se enfrentan a una mayor carga de trabajo, compensando la pérdida de personal y adaptándose a las nuevas exigencias de las empresas. Mientras que, quienes buscan nuevas oportunidades laborales, se encuentran con un mercado competitivo y exigente, donde las vacantes son cada vez más escasas.
“Estas crisis hacen que la gente se replantee para donde quiere ir. Sí quiere ser independiente, irse a vivir a otro país o abrirse al mundo. Pero todavía no pasó el tiempo suficiente para ver qué pasa en el mundo del talento. Las compañías están más filosas porque necesitan que los talentos acompañen esta crisis, por eso demandan más y necesitan que las personas empiecen a hacer el doble de trabajo por la pérdida de talento. Los que quedan ocupando sus posiciones son mucho más demandados” , agregaron.
Las repercusiones de esta situación se extienden a todos los actores del mercado laboral. Las empresas se ven obligadas a tomar decisiones difíciles para adaptarse a la coyuntura económica, mientras que los talentos luchan por mantener sus empleos o encontrar nuevas oportunidades. Asimismo, para las nuevas generaciones, que se adentran en el mundo en un contexto tan desafiante, enfrentan una realidad compleja y llena de incertidumbre. Su inserción se ve obstaculizada por la escasez de vacantes y las altas exigencias.
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