Friday 29 de March, 2024

EMPRESAS | 25-09-2021 12:15

Cómo convertir una empresa en unicornio

Cómo hacen las tecnológicas para alcanzar un valor de US$ 1.000 millones de capitalización y no fracasar en el intento.

Nacen de un impulso, se desarrollan a través de una idea y se afirman en un proyecto en concreto. Las empresas no aparecen de la nada, cumplen un proceso lógico. Pero para convertirse en un unicornio, hace falta algo más que la intuición e inspiración. “Ante todo, no hay que proponerse serlo”, aclara Carolina Dams, directora Académica y de Innovación del IAE Business School y profesora de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral.

El último caso que muestra la vitrina del mercado local es Tiendanube, que surgió de un grupo de cinco amigos cuando eran estudiantes (ITBA y UBA) y soñaban con hacer algo “muy grande”. “En cuarto año, la facultad te pedía hacer una práctica laboral obligatoria para obtener el título, como si fuera una materia más. A nosotros no nos entusiasmaba ir a una empresa grande, entonces le preguntamos a la directora si podíamos crear una compañía. Y, además, si a esa compañía le llegaba a ir bien, si podíamos obtener nuestro título al considerarla una práctica laboral”, recuerda Santiago Sosa, CEO y co-fundador de Tiendanube. La respuesta de la profesora fue sí y entonces arrancó lo que luego se convertiría en el último unicornio nacido en Argentina.

Así fue como en 2008 empezaron a trabajar en un modelo de negocios que finalmente no prosperó. “Nos juntamos con algunos estudiantes más grandes y concretamos la idea de hacer un sitio electrónico. Ahí surgió un marketplace que en un principio funcionó bien dentro de la facultad para el intercambio de libros y objetos. Luego, lo ampliamos para que las Pymes pudieran vender sus productos; el sitio juntaba a marcas con compradores, y las ayudaba a vender. Pero no tuvo éxito, porque lo que pedían las marcas era más personalización”, amplía.

Arranque. A partir de ahí surgió la idea madre de Tiendanube, y fueron los clientes quienes les marcaron qué camino debían recorrer. En 2011, crearon el modelo de negocio en el que pusieron la tecnología en manos de las Pymes y de los emprendedores. “De esa forma, llegamos a lo que somos, una plataforma de e-commerce que pone a disposición un ecosistema abierto y colaborativo a emprendedores, pequeñas y grandes marcas, para que desarrollen su propio negocio”, completa Sosa.

El mercado local cuenta actualmente con 11 unicornios, lo que posiciona a la Argentina entre los países de la región con mayor cantidad de este tipo de empresas. “La cultura emprendedora es algo que se ve haciendo. Es común que un emprendedor tenga en su familia a alguien que también inició su negocio. Sólo basta pensar en las Pymes que hay en la Argentina. El argentino tiene eso en su ADN. Nuestro país, con todos los problemas que tiene, hace que el emprendedor sea más hábil, no pierda tiempo para sortear complicaciones para ser empresario”, sostiene Dams.

¿Por qué se produce este fenómeno? “Es fundamental tener mercado, una tesis buena y un gran equipo. Pero llegar a ser un unicornio no debería ser la meta principal de un emprendimiento. Hay empresas de todos los tamaños y categorías que logran expandirse, ser sustentables y rentables. El objetivo final debe ser cumplir un sueño y mostrarle al mundo lo que cada uno es capaz de hacer”, explica Sosa.

Desde Ualá, otro de los que llegaron a esa categoría, consideran que “existen ciertos enfoques que hacen que una empresa se destaque y consiga una mejor valoración por parte de quienes tienen la posibilidad de elegir apoyar a uno u otro proyecto. Por ello, es clave tener un plan de negocios ambicioso con proyección internacional. De esta forma, con el talento de nuestros equipos de trabajo, podemos ser líderes con productos digitales y en el sector de la economía del conocimiento para toda América Latina”.

La visión de los creadores de Ualá es contundente. Ellos creen que queda mucho camino por recorrer y que, para una pequeña empresa en plena etapa de desarrollo de su ecosistema de negocios, el objetivo está en mantenerse cerca de lo que sucede en la sociedad, entender sus necesidades y demandas y así crear soluciones innovadoras.

Sectores. Para Alberto Echegaray director de Trustlink.io y Pascal Capital, el primer paso de una empresa para dar el salto y empezar a convertirse en un unicornio pasa por “entender los espacios más importantes en donde se están desarrollando”.  Por ejemplo, la de financieras tecnológicas (“fintech” y las “crypto”). Allí, la tecnología automatiza y mejora la distribución y el uso de servicios financieros globales. El segundo espacio incluye a los startups de comercio electrónico y de industrias de marketplace. La inteligencia artificial y robótica conforman un 10% de estos proyectos, mientras lo siguen empresas de genética (CASPR, edición genética en distintas especialidades) y, por último, los startups vinculados al espacio (satélites, comunicaciones y transporte)”, apunta.

Claro que no todos concretan su objetivo. ¿En qué se equivocan? ¿Cuáles son los errores más comunes? Lo responde Dams: “muy pocos se pusieron como objetivo serlo. Es un arranque errado pensar que serás unicornio. Enfocar en algo que no te llevará a serlo. Cualquier receta para ser unicornio está condenada al fracaso”.

Echegaray suma su visión: “uno de los errores más comunes es recibir más fondos de lo que necesita la empresa para un crecimiento real. Esto presiona a los ejecutivos a tener que crear nuevas unidades de negocio y tener que dar resultados con ingresos significativos en periodos muy cortos de tiempo. Muchos de estos nuevos proyectos presionados por el capital no llegan a ser relevantes para la empresa y terminan en gastos innecesarios junto a proyectos que no funcionaron. Para convertirse en unicornio, los emprendedores deben pensar como un camello, un animal que representa adaptabilidad, perseverancia, resiliencia y es capaz de sobrevivir en el desierto”. Claves del “desafío unicornio”.

Marcelo Alfano

por Marcelo Alfano

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