Friday 18 de October, 2024

EMPRESAS | 06-08-2023 08:09

Qué aportes hace a una empresa la tercera generación

A pesar del mito de que los nietos funden las pymes familiares, hoy se ven muchos casos en los que por el contrario las renuevan, las activan, traen ideas frescas y tecnologías.

Es muy importante preparar bien la sucesión de una empresa familiar, y el principal reto es hacer la transición de un modelo verticalista, con un dueño único cabeza de compañía, a uno en el que sus hijos y nietos se van profesionalizando, adquiriendo conocimientos que ayuden a la dinámica de la organización, que se transforma en un “gobierno” de varias personas. 

Por eso, cuando las empresas apelan a un especialista para hacer este cambio generacional, se trabaja con cada uno de los miembros de la familia y luego con el grupo en su conjunto, desde el lado personal, pero también para el desarrollo del negocio. Siempre se trata de equilibrar los distintos intereses para buscar soluciones sostenibles en el tiempo. 

Argentina es un país complejo para una empresa a lo largo de los años. La supervivencia ya es un gran triunfo. Por eso, cuando los hijos toman el mando ya es un paso, ¿pero cuántas llegan a los nietos? “Hay muchos prejuicios con respecto a qué sucede cuando la empresa llega a la tercera generación. En nuestro caso, mi hermano y yo seguimos el emprendimiento de nuestro padre Rodolfo y el tío José, pero mi hijo Franco decidió dedicarse a su pasión, la gastronomía. Y, sin embargo, con el paso de los años descubrimos juntos todo lo que él desde su lugar nos aporta”, explica Norberto Schätz, de Schätz Artesanos. 

Empresas de tercera generación

Esta empresa nació hace 70 años. Son orfebres y trabajan en el mercado de lujo del país y la región con piezas únicas de herrajes, griferías, pomos de puertas, etc. Franco Schätz llegó hace pocos años a sumar herramientas que hicieron que la empresa pueda avanzar con éxito. 

“Lo que hace no tantos años era totalmente artesanal, hoy se hace en forma robótica. Esto genera no solo producciones en mayor escala, más grandes, sino también una vuelta de tuerca importante en el diseño. La tecnología hoy permite llevar nuestros modelos a otro nivel, a otra dimensión”, cuenta Franco, responsable no solo de que la familia incorpore estas nuevas tecnologías, sino también de otras formas de renovación como la comunicación de la empresa, desde las redes hasta las exposiciones y ferias, y de la expansión que se encuentran haciendo en este momento a Estados Unidos. 

Los problemas de continuidad y sucesión en las empresas familiares, empiezan a aparecer en la tercera generación: solo en el 45,7% de los casos la tercera generación persiste al mando de la empresa, y este porcentaje se reduce al 2,6% del total para la cuarta generación. Esto significa que los intereses de la empresa comienzan a anteponerse a los de la familia en el tránsito de la segunda a la tercera generación.

La Familia Zuccardi es una de las bodegas más prestigiosas del país. A partir del año 1999, la tercera generación de la familia comenzó a tener una participación activa en el desarrollo de la empresa familiar mediante el aporte de nuevos proyectos. Hoy, entrar a sus redes sociales es ver, ya no a José Alberto, sino siempre a Sebastián Zuccardi. Es el actual director enológico y hace 20 años impulsó a la familia al mercado de vinos espumantes. Luego, desarrolló la nueva etapa de la bodega con la expansión hacia el Valle de Uco “y en el 2008, siendo aún muy joven, ya me di cuenta que era necesario crear un área de Investigación y Desarrollo, dedicada al estudio del terroir y las diversas variables que inciden en la producción del vino”, explica. 

Empresas de tercera generación

Su hermana Julia, que de chica vio cómo su padre, absolutamente enamorado de su única niña, nombraba a una de las líneas más famosas de la bodega con su nombre, Santa Julia, tiene hoy a su cargo el área de hospitalidad.  “Estoy al frente de los restaurantes, que también son proyectos que tienen que ver con el enoturismo de Mendoza y particularmente del Valle de Uco, recibimos más de 50 mil visitantes por año”, cuenta Julia. 

Por último, Miguel, el menor de la nueva y tercera generación no solo sumó a la empresa sino que además le dio un vuelco absolutamente exitoso. “Hace 20 años atrás decidí apostar por un producto distinto, me fui de las vides, y entré en el mundo del aceite de oliva. Así surgió una línea de varietales que llevamos adelante en la almazara ubicada en Maipú, que fue inaugurada en el año 2009”, explica el Zuccardi menor. 

El tercer caso es el de un inmigrante español llamado Andrés Vicente. Cuando falleció hace trece años, ya sus tres hijos formaban parte del staff de la empresa. Fernando, el presidente de la compañía, ingeniero industrial, Marta, Licenciada en Economía, y Pablo, ingeniero mecánico. Lo que Andrés no llegó a ver fue a tres de sus nietos, recibidos, profesionales, trabajando en Fijaciones PY S.A. 

Empresas de tercera generación

“Lo primero que hicimos fue un protocolo familiar, una especie de manual para poner pautas y reglas para que esta tercera generación funcione. Es importante decir que la segunda generación no hubiera hecho las inversiones y los proyectos que está haciendo si no hubiéramos visto que esto tendría una continuidad”, cuenta Fernando Vicente, que acaba de inaugurar una planta modelo para nuestro país. 

Y también cuenta que “el empuje que esta tercera generación nos dio es inmenso. No solo frescura, profesionalismo, una mirada distinta, también nos dio perspectiva de crecimiento. Aportan y aportaron mucho, pero también está en nosotros darles ese lugar, abrir la posibilidad de que ellos participen activamente en las decisiones de la empresa. Es importante que sientan que son parte y decisores también”, culmina Vicente. 

Quizás la clave para que esto de que la tercera generación  funde las empresas sea solo un mito (o la mala experiencia de unas pocas) es siempre consensuar en forma alineada con la familia, evitar el conflicto y buscar la armonía dentro de la empresa. Al final, hay que buscar la mejor fórmula para que los diferentes miembros puedan alcanzar sus objetivos y que la empresa también tenga éxito.

 

* Especialista en programas de desarrollo directivo. 

por Franco Martilli *

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