Thursday 25 de April, 2024

EN LA MIRA DE NOTICIAS | 15-06-2020 11:51

Por qué Alberto Fernández no tendrá su Pacto de la Moncloa

El abrupto cambio de estilo presidencial marca un rumbo de confrontación inspirado en el cristinismo clásico. Oportunidad PRO.

Aunque Eduardo Duhalde le insista al Presidente sobre la necesidad urgente de un gran acuerdo nacional para rescatar a la Argentina, parece que ese camino se está bloqueando por la dinámica política que se aceleró en los últimos días. Los enredos del caso Vicentín y de la causa por el espionaje ilegal PRO, sumados a la avanzada judicial del cristinismo para escarmentar al panmacrismo restablecieron la grieta nacional. Chau Pacto de la Moncloa para Alberto Fernández. 

 

Atrás quedó aquel relato de campaña de Cristina Kirchner sobre la idea de un nuevo “contrato social” para unir al país y al peronismo: aquel llamamiento resultó un exitoso instrumento electoral, que ya cumplió su función. Fue lindo mientras duró. Como un alumno aplicado de su vicepresidenta, Alberto Fernández asumió con esa idea de pacto social bajo el brazo, que trató de poner en marcha con su gran mesa de mediáticos contra el hambre. Cuando parecía que la concertación albertista se moría, la resucitó el Coronavirus, que le dejó a Horacio Rodríguez Larreta servido en bandeja en la Quinta de Olivos. Pero esos tiempos también se están terminando, con una cuarentena cada vez más insostenible, justo en el peor momento de la escalada de contagios.

 

La desprolijidad de la coalición gobernante para lanzar la expropiación de la cerealera más la ansiedad del cristinismo duro por meter preso a Mauricio Macri y familia están logrando el milagro de restablecer la cohesión opositora tras la derrota, con la mirada ya puesta en las elecciones legislativas de 2021. La reaparición de Elisa Carrió junto a Macri es apenas la punta del iceberg de esa estrategia electoral que empieza a tejerse entre las partes deshilachadas de Juntos por el Cambio.

 

El alargamiento de la cuarentena, que hasta hace poco beneficiaba políticamente al kirchnerismo, hoy empieza a jugarle en contra, proyectando índices de recesión económica asegurados hasta fin de año, junto con la instalación de un nuevo índice de riesgo país que el Gobierno se autoinfligió sin darse cuenta: las cifras diarias de muertos e infectados por Covid-19. Así entrará el kirchnerismo al año de su primer test electoral en el poder. Con ese panorama, el tan reclamado Pacto de la Moncloa en versión argentina quedará para otro momento. Habrá que ver si esa oportunidad perdida de acordar con la oposición fortalece a Alberto Fernández o si lo condena para siempre -como su propio Día de la Marmota- a la patética manía cotidiana presidencial de aclarar en público que él no es un títere de Cristina.

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Silvio Santamarina

Silvio Santamarina

Columnista de Noticias y Radio Perfil.

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