Hace no mucho tiempo, hablar de Inteligencia Emocional en relación a los entornos laborales era poco frecuente. Por tanto, también eran sumamente escasos los recursos que se invertían en trabajar el desarrollo de esta habilidad porque se consideraba “accesoria”.
La inteligencia emocional es hoy un factor clave en relación a la empleabilidad y el desempeño y desarrollo profesional.
En un mundo laboral en constante cambio, que presenta nuevos desafíos y nuevas formas de entender los roles y las relaciones interpersonales, su impacto se ha ampliado y profundizado. Hoy se sabe que permite gestionar períodos de crisis, tomar decisiones estratégicamente, motivar positivamente al equipo, y la lista continúa.
En tiempos de grandes avances tecnológicos, donde parece que ChatGPT puede con todo, hay algo que sigue siendo inherentemente humano: las EMOCIONES. Mientras existan personas en el mundo y mientras nuestro trabajo se vincule de una u otra manera con otras personas, necesitamos hacer zoom sobre esta habilidad clave.
Enterate en esta nota cómo comprender el concepto de Inteligencia Emocional y cuáles son los 5 aspectos centrales por los que tendrías que ocuparte de desarrollarla.
"Siento que exploto con cualquier cosa, pero no sé cómo manejarlo en el trabajo."
"Cuando algo no sale como espero, me cuesta reponerme y seguir adelante con el resto de las tareas."
"Ante una situación de presión en el trabajo, entro en pánico y no puedo pensar con claridad."
"Me cuesta separar los problemas del trabajo de mi vida personal, termino llegando a casa frustrado, ansioso, enojado y eso afecta mis relaciones familiares."
Comencemos definiendo la Inteligencia Emocional de una forma simple: es la habilidad de entender lo que sentimos, manejarlo sin que nos desborde y usarlo a nuestro favor en la vida diaria. También implica saber interpretar las emociones de los demás para comunicarnos mejor y construir relaciones más sanas y efectivas.
Desde una mirada científica, la inteligencia emocional no es estrictamente una “inteligencia” sino un conjunto de habilidades relacionadas con las emociones que incluye: capacidad de percibir, comprender, regular y utilizar las emociones de manera adaptativa, tanto en uno mismo como en los demás, para facilitar el pensamiento, la toma de decisiones y la interacción social. En resumen, son un conjunto de habilidades cognitivas y emocionales que influyen en la adaptación al entorno.
La habilidad emocional es relevante para todas las personas y en todos los ámbitos pero nos enfocaremos en identificar cinco aspectos clave que la vuelven un imprescindible en el mundo laboral actual.
1. Inteligencia Emocional y Adaptabilidad
La capacidad de reconocer y gestionar las propias emociones es esencial para transitar entornos de trabajo volátiles, donde la incertidumbre y el cambio son la norma. Si entendemos que las emociones son respuestas a eventos (que pueden ser internos o externos), podremos dimensionar la cantidad e intensidad de emociones de todo tipo que experimenta una persona (y también los equipos) en un entorno laboral de estas características. Qué tan exitosamente logre la persona identificar, regular y utilizar sus emociones será uno de los factores más relevantes a la hora de adaptarse creativamente a los nuevos escenarios y desafíos. Por otro lado, la Inteligencia Emocional permite anticiparse a los cambios con estrategias efectivas, a partir de, por ejemplo, “leer” correctamente emociones de las otras personas y considerarlo para la toma de decisiones.
2. Inteligencia Emocional y Trabajo Remoto e Híbrido
Frecuentemente encontramos encuestas y publicaciones sobre los pro y los contra del trabajo remoto. Considero que quedarnos en esa dicotomía no permite clarificar ni tomar mejores decisiones. La invitación es a pensar qué hacemos con la hiperconectividad y la falta de contacto físico que genera la sobrecarga digital. El estrés por hiperconectividad existe, la angustia frente a la sensación de aislamiento, también. Por otro lado, es sabido que las relaciones sociales son parte estructural de la vida humana. Desarrollar habilidades emocionales permite a la persona regularse ante situaciones semejantes y encontrar el punto de equilibrio a partir de poder identificar las propias necesidades emocionales.
Asociado a este aspecto, la neurociencia ha aportado muchísima evidencia sobre técnicas de regulación emocional que contribuyen a mantener el bienestar psicológico y la productividad en el trabajo remoto.
3. Inteligencia Emocional y Toma de Decisiones
Las emociones influyen en cada decisión que tomamos, desde la selección de proyectos hasta la negociación de un salario, porque siempre persiguen el fin de mejorar nuestra capacidad de afrontamiento de los distintos eventos que se nos presentan, a veces con éxito y otras no. Lograr comprender cómo se dan estos procesos permite a la persona tomar decisiones más racionales y estratégicas, evitando caer en sesgos emocionales.
4. Inteligencia Emocional y el Liderazgo del Futuro
Los líderes con una inteligencia emocional desarrollada fomentan equipos de trabajo más cohesionados, innovadores y comprometidos, lo que impacta directamente en la productividad y el clima organizacional. Líderes que saben gestionar sus emociones y sostener la gestión emocional de otros son quienes logran mayor adherencia de su equipo a sus propuestas, sugerencias e invitaciones. La autoconciencia, la autorregulación y la empatía se convirtieron ya en competencias clave para los líderes de este nuevo presente laboral, capaces de gestionar talento en entornos multiculturales y altamente digitalizados.
5. Inteligencia Emocional y Fatiga Laboral
Hace 6 años la OMS incluyó el Síndrome de Burnout como un trastorno mental en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), entendiendo la prevalencia cada vez mayor que tiene en nuestra sociedad. Cuando el estrés se cronifica y no logra ser gestionado con éxito, la persona “se quema”. Las consecuencias de esto son muchas y de gravedad. El desarrollo de la Inteligencia Emocional, permite prevenir el Burnout a partir de otorgar herramientas claras para identificar señales tempranas de agotamiento y aplicar estrategias de autorregulación.
La inteligencia emocional no es solo una ventaja competitiva, sino una necesidad en el entorno laboral actual. Recordá que siempre podés desarrollar tus habilidades para tener una mejor calidad de trabajo y de vida.
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por CEDOC
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