Las horas libres de la cuarentena se volvieron la mejor herramienta para quienes son ávidos usuarios en las redes sociales. De un lado y de otro –producción de contenido y consumo–, bucear por las diferentes plataformas y “scrollear” en los perfiles de los famosos se volvió una actividad primordial. Para algunas figuras del espectáculo, sin embargo, esto significó un problema. En los últimos días, la atención dejó de estar puesta sólo en el coronavirus y la acapararon dos nombres: Thelma Fardin y Evangelina Anderson. La actriz y la modelo, respectivamente, se volvieron tendencia en Twitter por mentiras que habían publicado en las redes, y que fueron desenmascaradas.
No fue el único cruce entre gente del mundo digital y celebrities de la TV que terminó en escándalo por supuestos engaños. El martes 31 de marzo fue tendencia el hashtag “Fantino rata” porque en el programa que conduce Alejandro Fantino usaron una entrevista a Estanislao Fernández hecha por el youtuber Pablo Agustín, sin darle los créditos y haciéndola pasar como suya: cortaron de la imagen la cara del youtuber. Atentos, en Twitter, se dieron cuenta del robo y en un instante el tema era de los más hablados, motivo por el cual Fantino y su producción tuvieron que pedir disculpas.
Netflix para tuiteros. Como en la plataforma de series y películas por streaming, a Pablo Galan –conocido como “@polmccarne” en Twitter– le piden investigaciones on demand. Ese fue el “oficio” que se ganó después de haber descubierto que Evangelina Anderson hacía falsas donaciones. Vio que ella iba a recibir a una familia en su casa porque estaba varada y quiso compartirlo, con la intención de celebrar ese buen gesto. Un seguidor le contestó que a la misma persona a la que iba a alojar le había regalado unas zapatillas muy caras. A Galan le llamó la atención tanta bondad y empezó a indagar. Terminó descubriendo que el usuario que le había hecho el pedido a Anderson era falso –esa persona no existía en la vida real– y que, posiblemente fuera la misma modelo la que lo fabricó: los teléfonos y mails asociados a ambas cuentas coincidían con el de Anderson, contactos que Galan pudo conseguir.
La modelo hizo un descargo para darle un cierre al tema: “No puedo creer hasta dónde llegaron por una respuesta que le di a alguien que me pedía ayuda y que nunca más se contactó conmigo. No quería darle entidad a todo esto, pero veo que hay gente con mucho tiempo libre y ganas de seguir. Claramente tengo una vida de la cual ocuparme y no estoy para preocuparme de estas tonterías”, escribió. Frente a su respuesta, varios bromearon: “Y sí, claro que tenemos tiempo. Estamos en cuarentena, esto es lo más importante que nos pasó en días”.
Tiempo más tarde otra mentira salió a luz: Thelma Fardin subía fotos de otras personas y las publicaba como si fueran de ella. Al ser deschavada, la actriz reconoció su error pero criticó a los usuarios de las redes sociales: “Si subo una foto que me gusta soy ladrona, si escribo una frase o un libro no pude ser yo, porque ¿cómo voy a tener la capacidad intelectual? Me entristece pensar que en su cuarentena, en vez de hacer una introspección, siguen escupiendo violencia. En vez de agradecer lo privilegiados que son por poder pavear en las redes y no tener que pensar si van a poder comer mañana, eligen invertir el tiempo en agredirme", compartió.
A pesar de que su robo no lo había descubierto Galan, en el mundillo de Twitter querían adjudicarle la investigación: “Ahora cada vez que hay un caso de cualquier cosa, o cuando fue lo de Thelma, la gente me pedía que investigue yo. Yo puse: está bien que les gusten mis investigaciones pero pueden disfrutar de investigaciones ajenas, porque esa la había hecho otra persona”, cuenta Galan a NOTICIAS.
Ahora, su casilla de mensajes privados está repleta de sugerencias de material y de posibles “víctimas”.
Aunque no con tanta intensidad, se habló también de otro hallazgo: supuestamente un periodista, Nacho Montes de Oca, habría inventado una falsa novia –a la que le hizo una cuenta de Twitter– y mentiría con algunas otras cosas, que se compartieron en una secuencia de tuits.
En tiempos de aislamiento y encierro con compañía digital, los famosos tienen que tener más cuidado a la hora de inventar o plagiar contenido: el nuevo entretenimiento parece ser revelar los fraudes que ellos cometen. “Deschavaron a Evangelina Anderson por usar una cuenta fake que la adula y a Thelma Fardin por chorear fotos de fotógrafas y modelos haciéndolas pasar por suyas. Si extienden la cuarentena nos quedamos sin influencers”, escribió un usuario de Twitter.
Para algunos, sin embargo, estas falsas apariencias son un motivo de preocupación: “Thelma Fardin y Evangelina Anderson son los ejemplos más ilustrativos de la demencia que llevan consigo las redes sociales. No son casos aislados, son extremos de hasta dónde puede llegar la gente queriendo aparentar algo que no es”, escribió una usuaria de Twitter.
Detective digital. Durante el tiempo en el que Evangelina Anderson y Thelma Fardin fueron tendencia, el coronavirus pareció pasar desapercibido por un rato.
“Los programas de chimentos venían hablando del coronavirus, y ya nadie quería escuchar del tema. Lo de Eva, por ejemplo, fue un descanso que pudimos tener en medio de la pandemia. Para mí fue como un escándalo en plena cuarentena”, señala Galan. Desde que se volvió furor en Twitter por desenmascarar famosos, lo toma casi como un trabajo. “No es fácil encontrar el tema de los usuarios truchos. Ayer estuve todo el día viendo qué podía averiguar de personajes que por ahí podían llegar a tener algo, por ejemplo, Cinthia Fernández o Martín Baclini. De Luli Salazar no pude encontrar nada, de Wanda Nara tampoco todavía. Es un trabajo que estoy haciendo ad honorem básicamente, porque me lleva días encontrar las cosas y escribirlas, pero me gusta que entretenga a la gente y me entretiene a mí también”, cuenta a NOTICIAS. Fanático de la farándula, agudizó sus herramientas para encontrar engaños y poner en jaque a las estrellas. Y mientras algunos hacen maratón de series para pasar el rato dentro de sus casas, otros esperan ansiosos el próximo hallazgo del cazador de famosos.
Comentarios