Desde que el Gobierno nacional estableciera un límite de 600 pasajeros diarios en los vuelos desde el exterior, como medida de prevención ante la cepa delta de Covid-19, la medida generó que alrededor de 40 mil argentinos tengan dificultades para retornar al país. A raíz de esto, tanto la Asociación Transporte Aéreo Internacional (IATA) como la Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA) solicitaron infructuosamente reuniones con el Gobierno para discutir estas medidas. Si bien la habilitación de los vuelos depende de Nación, dentro de las aerolíneas los criterios de prioridad para la asignación de los mismos son poco claros, en un drama que se sigue prolongando.
En este contexto, la IATA acusó al Gobierno de “dejar tiradas” por el mundo a 1400 personas por día, mientras que fracasó una reunión entre el gobierno y el sector de las aerolíneas. Desde JURCA, su director Felipe Baravalle, quien comenta que ni siquiera fueron convocados a dicho encuentro, detalla las problemáticas de las aerolíneas. Señala que, al reducir el cupo de pasajeros de 2000 (como estaba previamente habilitado) a 600, se pasó de vuelos completos a vuelos parciales de una forma intempestiva, sin darle tiempo a las aerolíneas de hacer cualquier tipo de reprogramación.
En consecuencia, Baravalle señala que la medida termina cargando sobre las aerolíneas la responsabilidad de quién puede viajar y quién no, dentro del cupo autorizado por el Estado, incluso para aquellos pasajeros que viajaron por razones médicas. A lo que Baravalle agrega: “No puedo estar como línea aérea decidiendo sobre la salud de la gente”. A esto se suma que, al haber solo dos o tres vuelos diarios provenientes del exterior, semiocupados, muchos argentinos podrían tardar incluso más de cinco meses en retornar al país. Más allá que las aerolíneas ejercen, de hecho, la decisión de cuáles de sus pasajeros entran en los vuelos con cupo parcial autorizados, lo cierto es que no hay un criterio general acordado.
De esta manera, la decisión depende de cada aerolínea. Por ejemplo, Boliviana de Aviación que prioriza, entre sus vuelos autorizados, a los pasajeros que viajaron por razones médicas. Por su parte, en Aerolíneas Argentinas ofrecen formularios online para cambio de fechas de viaje por las restricciones, sin dar ninguna especificación sobre el criterio de prioridad en los cupos. Mientras que en aerolíneas grandes como Iberia ofrecen un bono por el importe del pasaje, a ser gestionado por el pasajero. Así, la actual medida que deja en manos de las aerolíneas los criterios de prioridad para repatriar pasajeros genera más problemas que soluciones.
Comentarios