Thursday 2 de May, 2024

SOCIEDAD | 25-07-2023 06:12

Quién es Alejandro Kim: Corea, peronismo y campaña

El candidato a legislador porteño de Guillermo Moreno explota en redes. Inmigrantes, discriminación y comerciantes en la agenda.

"Yo soy amante, como buen peronista, del choripán. Para mí es una cosa sublime. ¿Qué pasa? Le agregamos algo totalmente superior: kimchi. ¿Sabés lo que es el kimchi? Para los que no conocen, es el plato tradicional coreano, que es una hoja de hokusai fermentada y es picante. Vos le agregás kimchi al chori y es el mejor plato del universo”. Alejandro Kim explica con gracia cómo se prepara lo que él bautizó como “chorikimchipan” y que resultó ser un acierto y una rareza de esta campaña. El candidato a legislador porteño de “Principios y valores”, el partido de Guillermo Moreno, asomó la cabeza en redes sociales y logró -al menos en el pequeño universo 
virtual- convertirse en el personaje del momento. 

Su spot de campaña se lanzó con una frase que sintetiza el contenido de todas sus publicaciones: “Llegó el momento de los migrantes”. Kim es hijo de un matrimonio coreano que se instaló en la Argentina en 1976, pero no habla solo de sus paisanos.“En la Ciudad de Buenos Aires están todas las colectividades. Están los bolivianos, los paraguayos, los chinos… y su presencia es lo que nos enriquece”, dice en un diálogo con NOTICIAS. 

En el video donde explica qué es el “chorikimchipan” su interlocutor es Gustavo Morón, referente de la comunidad boliviana en Buenos Aires, que lo invita a probar yasgua, una salsa picante típica de Bolivia. Sin embargo, las fusiones gastronómicas no es lo único que hermana a Kim con otros migrantes. La discriminación, las barreras culturales y los obstáculos legales atraviesan la experiencia de cualquier familia que se instala en otro país.

En una campaña en la que el asunto de los inmigrantes aparece como amenaza o como añoranza -algo ficticia- de esa Argentina que recibió a italianos y españoles, Kim le habla a los que todavía son recién llegados. Está seguro de que ahí hay un sector que no tiene a quién votar: “Estamos hablando de un 15% del electorado porteño que es extranjero y esta es la primera vez que tienen la posibilidad de votar a autoridades locales”, repite.

En primera persona 

Kim nació un año después de que sus padres se instalaran en Argentina. “No te digo que tuve una infancia infeliz, porque fui muy feliz, pero costó. Fue duro”, cuenta. En los ‘80, en Argentina, la colectividad coreana apenas estaba llegando.

La primera ola inmigratoria de coreanos en Argentina fue en 1965, cuando trece familias llegaron con el objetivo de trabajar la tierra en Río Negro, luego de un acuerdo diplomático entre ambos países. La segunda se dio en los ‘70 -los años en los que llegaron los padres de Kim- y se registra que llegaron cerca de 3 mil personas. La tercera ola, en los ‘80, fue la más importante en cantidad: la Dirección Nacional de Migraciones otorgó permisos a más de 11 mil familias.

El objetivo de los acuerdos bilaterales entre Argentina y Corea era que los inmigrantes, que traían experiencia agrícola, se instalaran en las zonas menos pobladas del país. Sin embargo, la falta de infraestructura económica, de empleo y las diferentes condiciones del suelo los empujaron a reinstalarse en los centros urbanos. La gran mayoría se volcó a la industria textil y la mayoría de los que se instalaron en Buenos Aires lo hizo en el barrio de Flores.

“Cuando era chico siempre tenía que aclarar que era argentino. De chico me ha costado peleas, me decían que me volviera a mi país. Fue duro. Imaginate un nene de ocho o nueve años al que le dicen ‘chinito’, que se siente diferente o que lo cargan porque en su casa comen cosas distintas. No está bueno. Pero me permitió desarrollar herramientas para superarlo y lo superé ampliamente”, cuenta

Desde chico trabajó en el local de ropa familiar en Avellaneda y Nazca y cuando terminó el colegio se inscribió en Derecho en la Universidad de Palermo. “Me hubiera encantado estudiar en la UBA, pero me levantaba a las cinco y media de la mañana para ir al negocio y desde ahí me iba a las cinco y media de la tarde a cursar. Necesitaba una facultad que tuviera horarios fijos”, cuenta.

Por esos años, un amigo lo acercó al peronismo. Antes, dice, la conversación política no era una prioridad: “Cuando te tenés que preocupar por llenar la olla no estás pendiente de la política. Le pasa a cualquiera, pero más a los inmigrantes que están llegando y dando sus primeros pasos”.

En la actualidad vive con su esposa y sus dos hijos en Caballito, a donde se mudó por seguridad. Sin embargo, mantiene su estudio en Flores, donde se especializa en la atención de inmigrantes y comerciantes. “He tenido que salir a defenderlos penalmente, pero sobre todo con trámites administrativos ridículos. El que no lo sufre, no lo entiende. Si sos comerciante, obtener tu habilitación te puede llevar meses o años y todo es burocracia pura. Si estás en regla, siempre tenés un problema porque los inspectores traen un tema nuevo cada día sin criterio", dice. 

Durante tres períodos fue vicepresidente de la Cámara de Empresarios Coreanos en Argentina, desde donde consiguió facilitar algo de la vida de su colectividad con la tramitación de documentos o consiguiendo que se pudiera rendir el examen de conducir en coreano.

Guillermo Moreno

Antes de lanzarse como precandidato había pasado por la secretaría de Legal y Técnica. Trabajó como nexo entre Argentina y Corea del Sur desde diciembre del 2019. “Colaboré con la implementación de la aplicación Cuidar. La había desarrollado un soldado raso que estaba prestando servicios militares en Corea y tomamos el modelo”, cuenta

A principios de este año, dice, “me di cuenta que ya había dado todo lo que tenía que dar y volví al estudio”. Poco tiempo después, Moreno -a quien conoció por un amigo en común- le ofreció estar en la lista porteña. Kim subraya que para él “la política no es algo nuevo, pero lo que está pasando ahora sí es nuevo”. Se refiere a la exposición y a las entrevistas. Los videos que pegaron primero en Tik Tok después circularon con fuerza en Twitter y en la última semana su nombre saltó el cerco virtual. No se ofende con el concepto de “personaje pintoresco”. Al contrario, lo aprovecha.

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Giselle Leclercq

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