El primer ministro británico Boris Johnson subió a su cuenta de Twitter una captura de la reunión de ministros que realizaron a través de la aplicación de videoconferencias Zoom. El primer ministro, aislado por haber dado positivo de coronavirus, celebró el hecho de haber realizado la primera reunión de gabinete virtual de la historia del país. Sin embargo, detrás de eso se escondían algunos peligros. En la captura de pantalla que Johnson publicó podía verse el ID (identificación) de la videollamada, por lo tanto cualquiera podría haberse metido en la charla.
Sin saberlo, Johnson no sólo dejó al descubierto la conversación virtual que tuvo con sus funcionarios sino que, además, desnudó los problemas de seguridad que entrañan estas aplicaciones web. Es que en tiempos de cuarentena y reclusión, las aplicaciones han tenido un boom. De hecho, el presidente Alberto Fernández también las utilizó para comunicarse con los gobernadores. En especial dos que fueron las que más crecieron durante los últimos meses. Por un lado, la ya mencionada Zoom, que sólo en marzo sumó 2,2 millones de usuarios nuevos, más que en todo 2019. Y por el otro, TikTok, la aplicación que permite grabar pequeños videos graciosos que es furor entre los famosos y el público joven.
Pero mientras esas dos apps novedosas suman nuevos usuarios todos los días, los riesgos que traen consigo no son tenidos en cuenta. Vulnerabilidad de datos personales, poca privacidad, robo de identidad y hasta delincuentes sexuales buscando víctimas dentro de las apps.
nseguridad. De acuerdo con una investigación realizada por la compañía especializada Motherboard, Zoom envía datos de los usuarios a Facebook sin aviso de eso en su política de privacidad. En las bases y condiciones esto debería estar consignado, sin embargo, no es el caso. Así, la aplicación comparte con Facebook datos como cada cuánto se abre la app, qué dispositivo se usa, qué operadora da servicio, la zona horaria en que se encuentra el usuario y su ubicación. También se crea una “etiqueta de identificación” que Facebook utiliza para posteriormente realizar publicidad direccionada a cada usuario. Incluso, “cualquier sitio web podría forzar a un usuario a una llamada con la cámara web activa aún sin el permiso de este”, detalló el experto en informática, Jonathan Leitschuh, quien realizó la investigación.
TikTok tampoco está exenta de problemas similares. Un estudio realizado por la multinacional de ciberseguridad Checkpoint reveló que la aplicación presenta “múltiples vulnerabilidades críticas”. Estas brechas de seguridad permitirían manipular el contenido publicado, alterar la privacidad del usuario y acceder a datos personales de las cuentas. Además, al igual que muchas otras aplicaciones, una vez instalada, TikTok tiene la posibilidad de acceder a la información del dispositivo y a la ubicación del mismo.
Riesgos. Pero más allá del uso que estas apps hagan de los datos que recolectan, sus propias dinámicas de uso también las vuelven un riesgo. El caso de las reuniones virtuales de Zoom es el paradigma de esto ya que, por defecto, las videollamadas no cuentan con una contraseña para ingresar y así cualquiera puede sumarse.
En TikTok el principal riesgo va por otro lado. Con más de 500 millones de usuarios en todo el mundo de los cuales más de la mitad tienen menos de 24 años, la aplicación apuesta por el público joven. Pero al contrario de otras redes sociales, en TikTok cualquier usuario puede ver el contenido de otro sin necesidad de ser su amigo, como en Instagram o Facebook. Lo mismo sucede con los mensajes privados.
Esta dinámica de funcionamiento hizo que proliferaran los casos de “Child Grooming”, es decir adultos que se ponen en contacto con jóvenes para entablar una relación y poder abusar de ellos. El diario británico “The Sun” dio a conocer que allí ya hay casos documentados y que incluso niños de hasta ocho años de edad eran perseguidos, manipulados y acosados por pederastas.
Aunque necesarias y útiles para sobrellevar el período de cuarentena, las apps de moda tienen un lado B que las vuelve peligrosas.
Houseparty también sospechada
Houseparty es otra aplicación que permite realizar videollamadas grupales que están en auge a raíz de la cuarentena. Pero al igual que Zoom y TikTok también fue blanco de críticas. En las redes sociales, muchos usuarios denunciaron que luego de usarla sus cuentas de Netlfix y Spotify fueron hackeadas. Desde EpicGames, la empresa propietaria de la app, explicaron que este rumor no era más que una campaña sucia para desprestigiar a la aplicación. Para probar su punto, los propietarios lanzaron una inédita campaña. Según explicaron, pusieron una recompensa de un millón de dólares para el primer usuario que pueda aportar pruebas fehacientes del origen de la maniobra de descrédito. Sin embargo, a pesar de explicar que son víctimas, desde la empresa no supieron decir quién estaría detrás de esto.
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