Wednesday 24 de April, 2024

SOCIEDAD | 07-02-2022 14:39

Guillermo Seita: "Mucha gente vinculada a Menem estaba relacionada a Alfredo Yabrán"

La ex mano derecha de Cavallo habla por primera vez el atentado que sufrió de parte de Gustavo Prellezo, el asesino de Cabezas, ordenado por el empresario menemista.

José Luis Cabezas y Guillermo Seita tienen una historia unida a fuego. Aunque suena a frase hecha, a cliché, en el caso del fotógrafo de la revista NOTICIAS y el operador todoterreno -que hoy asesora a varios políticos premium, como Larreta y Schiaretti-, es tristemente cierta. Al entonces jefe de gabinete de Domingo Cavallo, enemigo público de Alfredo Yabrán, le incendiaron la casa que tenía en Pinamar, en lo que fue el último de los tres atentados contra su vida orquestados por el oscuro empresario. El que encendió la mecha, en una madrugada de octubre de 1996, fue Gustavo Prellezo. Tres meses después este policía corrupto remataría de dos tiros a Cabezas, y luego quemaría su auto. Los bidones y la nafta que usó para ese crimen fueron exactamente los mismos que había utilizado para reducir a cenizas al hogar de Seita.

De hecho, dice Seita que la unión entre ambos fuegos fue una prueba importante para que el juez José Luis Macchi ordenara la detención de Yabrán el 15 de mayo de 1998, cinco días antes del suicidio del “Cartero”. De hecho, una de las preguntas que le repetiría Mariano Grondona a Cavallo -en una entrevista, a raíz de la órden de captura, que costó un dineral por la antena satelital que se necesitó para la conexión entre el canal y Estados Unidos, donde estaba el ex ministro- era “¿dónde está Seita?”. Hay que entender que para varios integrantes del círculo rojo, y también para Yabrán, era el protagonista de esta nota quien había convencido a Cavallo de ir contra el empresario mafioso.

Seita, como él mismo dice, tenía en los noventa “mucho poder”, y reconoce haber sido parte del equipo que investigó a Yabrán, aunque no el principal promotor: había sido jefe de gabinete de Cavallo en su etapa como Canciller, luego en Economía y después sería nombrado como Secretario de Medios para organizar la campaña de Menem 1995. Era un crecimiento vertiginoso que encontró su fin luego de una carta que le dejó el yabranismo en su casa a fines de 1995 -“si quisieramos no estarías leyendo esto”-, de una bomba que explotó en su portón, a metros de donde dormía, y en el incendio en Pinamar, además de los roces que iban en crecimiento con sus pares en el gobierno menemista. “Ramón Hernández (ndR: secretario de absoluta confianza de Menem) me dijo varias veces: 'Guille, ¿por qué no aflojamos un poco con esto de Yabrán? Y no fue el único que intercedía”, cuenta ahora, para graficar la complicidad de parte de esa administración con el asesino de Cabezas, aunque se cuida en no involucrar directamente al entonces Presidente.

Luego del crimen del fotógrafo Seita se alejó de la política, y estuvo 12 años viviendo con un extremo perfil bajo en Mar del Plata. Por eso Grondona preguntaba: nadie sabía dónde estaba. Esta es la primera vez que habla del tema, un cuarto de siglo después del crimen de Cabezas.

Noticias: ¿Quién apañaba a Yabrán en el menemismo?

Guillermo Seita: Nunca pensamos que Menem estaba comprometido con Yabrán. Si pensas eso te tenés que ir del Gobierno. Sabíamos que había mucha gente vinculada a Menem -como vinculadas a Alfonsín- relacionada a Yabrán. Pero estas cosas son serias, si no tenés pruebas...

Noticias: ¿Pero podría haberse dado un apoyo como el de recibir a Yabrán en la Rosada, luego del crimen, sin la venia del Presidente?

Seita: No, pero es entendible desde un punto de vista. Estaba claro que Yabran tenía en el gobierno apoyos, relación con muchos funcionarios. A lo mejor había puesto plata en la campaña, a lo mejor eso había construido un vínculo que terminó en eso que vos decís. A veces uno recibe favores y no tiene alternativa en cuanto pagarlos o no.

Noticias: ¿Qué tanto poder tenía Yabrán?

Seita: Era el empresario con más poder que vi en Argentina, sobre todo por la naturaleza de su poder. No es lo mismo hacer caños o tener medios que controlar la distribución y la logística. De hecho, y esta es mi opinión, creo que Yabrán se mata para proteger a su familia. Creo que trabajaba para alguien y que esa persona le dijo que eligiera.

Noticias: ¿Pero quién tenía más poder?

Seita: No sé, a lo mejor un gobierno extranjero para el que Yabrán trabajaba. ¿Cuál era la nacionalidad de Yabrán? ¿Sirio, no? Por algo se llevaba bien con muchos de ese gobierno. Yo terminé de entender que las cosas no terminaban en Yabrán. No era solo un empresario mafioso que compraba políticos y gente. Es muy difícil que no esté un Estado detrás de tanto poder militarizado. Por algo Yabrán estaba en el foco del gobierno norteamericano: pretendía tener el control de todos los accesos a Argentina. Ese objetivo excede lo legal.

Noticias: A usted lo amenazó Yabrán. ¿Cómo lo impactó lo de Cabezas?

Seita: Mucho. Ahí cruzaron una raya: una cosa es una amenaza, los aprietes que hacía gente con poder para no investigar, lo mismo que le pasaba a la revista, o prenderte fuego la casa. Otra es matarte. Ahí ya no sabés lo que puede pasar, por eso yo también pensaba que me podían pegar un tiro. Si vos estás en esta actividad tenés que tener en claro que te escuchen, que te caminan. Pero nunca la posibilidad de que te maten cruza la raya. Yo ahí pensé en contener a mi familia: ellos no eligieron esta vida, no eligieron militar en la política como yo, no eligieron andar con un fierro a la cintura a los 16 años (ndR: Seita fue integrante de Montoneros y luego de La Lealtad).

Lo de Cabezas fue un mensaje tremendo, y era para varios. Sin dudas era para Duhalde, que fue el que me pidió que vaya a declarar contra Yabrán. Mirá, es muy fácil entrar a la política, pero es muy difícil salir. Yo entre y por suerte pude salir, y salir bien: nadie te puede decir “yo hice un negocio con Seita”, nadie viene a mi casa para putearme. Y no volvería a entrar nunca.

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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