“Hoy digo basta”, con esa contundente frase, cargada de tristeza y hartazgo, un empresario gastronómico de Santa Fe cerraba su comentario a través de las redes sociales, luego de que el gobernador Omar Perotti anunciara el retroceso de fase para la capital provincial desde el sábado 12, lo que le impediría abrir sus locales por dos semanas.
Ignacio Preti es dueño de algunos de los bares más conocidos de Santa Fe: Bilbao, Bowie y Yucca, entre otros. Fue uno de los empresarios que más apostó por la ciudad en los últimos años y, desde ese lugar, se convirtió en uno de los representantes del sector gastronómico. Por eso, cuando escribió sus mensajes en su cuenta de Instagram, la repercusión fue instantánea: “En quince días, cuando retomemos nuestra actividad gastronómica va estar prohibida la entrada a todo político o empleado que se relacione con ellos, de cualquier partido, sea cual sea”, anunció.
Luego, completó: “Vamos a cumplir con el derecho de admisión. No quiero ver ni a uno solo sentado en mis locales. Salud compañero o compañera o en la jerga que se autodenominen en su partido”.
Para Preti, las restricciones que impusieron a los gastronómicos en el último anuncio puede terminar de sepultar a un sector que viene muy castigado por la cuarentena. Por el aumento de casos de coronavirus en la capital provincial, desde este sábado sólo pueden trabajar con envíos a domicilio (delivery) hasta las 24 horas, y servicio para llevar (take away) hasta las 22.
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