El dato causó sorpresa durante el debate por el presupuesto 2022 en Jujuy. El rubro “viáticos y movilidad” tenía asignada la misma cantidad de recursos -un millón de pesos – que la partida de subsidios previstos para asistir a familiares de víctimas de femicidios en la provincia.
De hecho, el presupuesto global del Consejo de la Mujer, organismo con rango ministerial que se ocupa de la problemática en la provincia del norte, representa sólo el 0,04% del total de los gastos e inversiones que se proyectan para el año que comienza. Así quedó reflejado en la planilla 22A que establece los créditos para las distintas áreas en el próximo ejercicio y que aprobaron los legisladores locales.
En la provincia de Salta también tuvo lugar un reclamo parecido. Según el Observatorio de Violencia contra las Mujeres (OVcM), allí los recursos destinados a combatir la problemática son aún más escasos: sólo el 0,02% de los gastos totales del Estado salteño se aplican a políticas destinadas a reducir la desigualdad de género.
En paralelo, tanto los registros oficiales elaborados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, como el relevamiento de realizan observatorios creados por organizaciones de mujeres, muestran que las tasas más altas de femicidios y violencia machista siguen estando en el norte argentino.
Los datos oficiales están a cargo de la Oficina de la Mujer del Poder Judicial de la Nación. Las cifras se publican cada año en el mes de junio, a partir de un relevamiento de expedientes judiciales. El último corresponde a 2020, y expuso las tasas más altas del país, señalando cuántas víctimas hay cada 100 mil mujeres, con el siguiente resultado: Jujuy (2,82), Tucumán (2,10), Chaco (1,97), Salta (1,53) y Misiones (1,43).
En tanto, la organización Mujeres de la Matria Latinoamericana (MUMALA), realizó un registro en base a publicaciones periodísticas que datan de 2021. Allí resultó que las cinco provincias con tasas más altas de femicidio fueron Santiago del Estero, Formosa, Tucumán, Salta, Chaco y Jujuy. Todos los distritos muestran cifran que superan el promedio del país. El problema en la región persiste.
por Luis Armando Cáceres
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